Parte de la personalidad de un pueblo proviene de su pasado, de sus tradiciones y del respeto que sus habitantes tengan por ellas. Saber mantenerlas, potenciarlas y hacer de todas ellas un valor que no pasa de moda ha sido uno de los grandes aciertos del concejo de Grado.
No hay presente sin un pasado sobre el que asentarse y eso en Grado lo tienen muy claro. El folclore, la música, los trajes y oficios tradicionales, el idioma… todo son piezas de un puzle que encaja a la perfección y que dan forma a la manera de ser de un pueblo. Grado ha sabido poner en valor todas estas tradiciones y ha realizado una clara apuesta por todas ellas, potenciándolas a través de diferentes actividades.
La más clara tal vez sea el Día’l traxe’l país y el concurso Indumentaria. Desde hace tres años la villa moscona celebra en septiembre este encuentro en el que se muestran vestidos tradicionales de la segunda mitad del siglo XIX, realizados a mano y a medida con el fin de mostrar y recuperar la gran variedad de trajes que existen en la región. El día discurre amenizado por la música tradicional y los bailes a pie de calle.
Si pasamos al apartado de la música tradicional se puede decir que Grado es cuna de grandes voces de la tonada asturiana. Hace unos años, en la categoría juvenil del Concurso y Muestra de Folclore Ciudad de Oviedo celebrado en el Teatro Filarmónica, las mosconas Elvira Fernández y Noemí Alonso quedaron segunda y tercera respectivamente, dejando claro que existe un relevo y que la tonada es un género que engancha a las nuevas generaciones.
Y no se puede hablar de respeto por las tradiciones sin mencionar la gastronomía y los encuentros realizados en torno a los productos típicos de la tierra. Desde la más remota antigüedad, la escanda ha sido uno de los elementos fundamentales en la dieta de los asturianos. Por ello en Grado celebran desde hace años el Certamen de la Escanda. Este encuentro consta de dos partes, por un lado la valoración de recetas caseras elaboradas con este cereal y por otro, un mercado tradicional en el que todos los que se acercan no solo pueden comprar escanda, sino productos propios de la gastronomía local elaborados a partir de este cereal y también otros más innovadores que hacen las delicias de los más sibaritas. Siguiendo con los mercados, merecen también especial mención los semanales que se celebran los miércoles y domingos a lo largo de todo el año. Las plazas y calles de la villa se llenan de un bullicio especial mientras todo tipo de mercancías se ponen al alcance de lugareños y visitantes. Tal es la importancia de estos mercados que los domingos en Grado no hay local, no solo de hostelería sino también de comercio, que cierre sus puertas. La otra gran cita que congrega a cientos de personas es la celebración en abril de la Primera Flor y Certamen de la Faba de Grado. Este mercado que se celebra desde hace décadas es la primera feria comercial del año y durante los días que dura se realizan también diversas actividades.
Otra buena muestra del respeto por la tradición que existe en este municipio es la existencia del Museo Etnográfico de la villa. Fundado en el año 82, se ubica en La Cardosa y cuenta con varios espacios expositivos dedicados al pan, el hogar, el espacio agrario y ganadero y los oficios tradicionales tales como la fragua, el telar o la carpintería entre otros. Este lugar cuenta con una importante colección museográfica y su exposición se realiza a través de métodos audiovisuales y didácticos. De manera complementaria se puede visitar un gran llagar de presa situado en la Casa de Cultura, en el Palacio de Miranda-Valdecarzana y también otra colección etnográfica en la localidad de Sama de Grado que está gestionada por la Asociación Cultural La Castañar. En ella, el visitante se puede acercar a diversos útiles tradicionales que se exponen en la escuela de la localidad.
El pasado 30 de septiembre la villa moscona se convirtió en una pasarela de moda del siglo XIX. Se calcula que cerca de 300 personas lucieron de manera particular sus ropas tradicionales en esta jornada, durante la cual se puso de manifiesto la importancia que los trajes tradicionales tienen en la cultura de una región como Asturias y la excelencia en el vestir. Por algo se dice que las personas mejor ataviadas de Asturias lucen ese día en el Mercado Dominical de la localidad y que solo los bien vestidos y los trajes bien hechos se ven en Grau.
Los trajes que participaron en el concurso eran reproducciones rigurosas del traje del país o se componían de piezas antiguas originales y normalmente fueron diseños realizados a mano y a medida. Los premios, que alcanzaron un total de 900 euros, fueron entregados por la concejala de Festejos del Concejo de Grau, Elsa Suárez, el Concejal de Cultura de Grau, Plácido Rodríguez y el Director de la sucursal de Caja Rural de Asturies en la villa moscona, Juan Manuel Fernández.
En este encuentro los más pequeños también tuvieron su protagonismo. En la Plaza del Ayuntamiento se celebró Menudo Traxín, un espacio en el que se fomentó el conocimiento y disfrute de juegos tradicionales asturianos y también se impartió un taller de baile tradicional.
Esta tercera edición del Día’l traxe’l País, reunió el mayor número de gente vestida con paxellu asturianu de las celebradas hasta ahora, lo que convierte a este evento en uno de los más consolidados del calendario moscón.
El encuentro estuvo amenizado por Herbamora, Leticia González, Santi Galguera y Manolín El de Parres y Cantaruxare.