La ruta del Río Cubia es un hermoso recorrido plagado de bellos paisajes, bosques autóctonos, palacios, torreones, molinos y pueblos que aún conservan su arquitectura tradicional. Una bonita excursión que se puede realizar en coche o en bicicleta.
Son un total de 56 kilómetros que se recorren casi sin darse cuenta, ya que tiene paradas intermedias en distintas localidades donde aguardan gratas sorpresas para el visitante.
Para iniciar la ruta cogemos en Grado la carretera AS-311 en dirección a Tameza. A unos dos kilómetros de distancia haremos nuestra primera parada: la Torre Palacio de Villanueva. Un edificio de finales del XVII que tiene adosada una torre defensiva medieval del siglo XV. La torre en sí es cuadrada y de gran altura, con cinco pisos. Tiene adosada una capilla y varios hórreos. El conjunto está declarado Monumento Histórico Artístico y puede ser visitado, ya que no se encuentra deshabitado.
Seguimos la ruta rodeados de avellanos hasta llegar a Agüera donde nos encontramos con el palacio de los Condes de Agüera, una casa solariega del siglo XVII con un jardín en la parte delantera, un hórreo y una fuente. El palacio es de planta rectangular, tiene dos alturas y un pequeño patio en la zona trasera donde se encontraban las cuadras y la capilla. Destaca su buen estado de conservación gracias a las continuas restauraciones que se le han realizado. Continuamos hasta Cubia y tomamos una desviación que nos lleva hasta el río, donde se pueden contemplar varios molinos hidráulicos que en su época tenían como objetivo la molienda de trigo, maíz y sobre todo escanda para convertirlos en harina.
El conjunto de la Torre Palacio de Villanueva está declarado Monumento Histórico Artístico y puede ser visitado, ya que no se encuentra deshabitado
En esta localidad también se puede visitar una panera decorada con motivos florales al estilo Carreño. Volvemos a la carretera y continuamos ruta hasta Ambás donde podemos ver un tejo centenario y Llamas, en ambas localidades se encuentran unas de las pocas queserías de Afuega’l Pitu que quedan en la comarca que siguen elaborando esta variedad de manera artesanal, con la receta transmitida de generación en generación. Grado y su mercado deben mucho a esta variedad láctea, uno de los productos más demandados en los mercados de los miércoles y domingos y uno de los más apreciados por consumidores y cocineros. Imperdonable pasar por aquí y no adquirir uno de estos afamados quesos que dependiendo de su grado de maduración, ofrecen una amplia variedad de texturas y sabores.
Continuamos hasta Santianes donde se encuentra la panera de más longitud de toda Asturias, también la iglesia de San Juan de Molenes de estilo barroco rural y una muestra interesante de arquitectura popular.
De nuevo en la carretera pasamos por Noceda y Las Villas, un bonito núcleo rural con iglesia de ábside románico popular y retablos barrocos. Continuamos ruta hasta Tolinas, un precioso pueblo en el que destaca la casona Los Corros de dos plantas. Tiene adosado un pequeño abrevadero y un patio de donde sale una escalera que conduce al segundo piso. Frente al patio se encuentra una capilla que antaño acogía a los peregrinos de toda Asturias, un hórreo con decoración policromada, representaciones geométricas, un silo y un palomar, además de varias instalaciones de la actividad típicamente rural que se desarrollaba aquí. La casona Los Corros es sin duda uno de los ejemplos más emblemáticos del patrimonio moscón. En el pueblo también se pueden encontrar ejemplos de casas rurales restauradas.
Regresamos a Grado por la misma carretera, en esta ocasión sin las paradas intermedias para disfrutar del paisaje y de la vegetación autóctona.