¿Por qué hay que ir a Nava los días 7, 8 y 9 de julio? La respuesta es única y clara: para poder disfrutar del XL Festival de la Sidra. Más que hablar de la obviedad de disfrutar de la bebida típica asturiana en un entorno maravilloso como Nava, lo mejor es que sean sus protagonistas los que animen a vivir el Festival desde dentro.
Alcalde Excmo. Ayto. de Nava
El periplo del ciclo de la sidra se puede conocer con todo tipo de detalles en el Museo de la Sidra de Nava, un espacio cultural cuya visita es imprescindible para cualquier persona, de dentro o fuera de Asturias, que quiera entender lo que significa la ‘Sidra’ para las/os asturianas/os.
Es precisamente el inseparable nexo de unión y cariño que profesan las/os navetas/os a su Festival, lo que convierte a la localidad de Nava, durante estos días, en el referente lúdico del verano asturiano. Este evento incluye en su programación una amplia variedad de actividades que giran alrededor de la cultura sidrera, entre las que se encuentran charlas, exposiciones, concursos de escanciadores y a la mejor sidra. Y alcanza su cenit el sábado 8 de julio por la tarde, cuando miles de visitantes llegan hasta la ‘Villa de la Sidra’, muchos de ellos en los ‘sidrotrenes’, trenes de cercanía con horarios especiales que llegan a Nava desde diferentes puntos de Asturias. Vienen a disfrutar del Pregón y la apertura de la famosa ‘Ruta de la Sidra’, en la que se reparten miles de litros gratuitamente «espichándolos» desde los toneles emplazados a tal efecto en las calles navetas.
Es por todo ello que como Alcalde del hermoso municipio de Nava, y en representación de mis vecinas/os, invito a todos los amantes de la sidra a disfrutar los días 7, 8 y 9 de julio de una experiencia inolvidable en el Festival de la Sidra de Nava».
Manuel Marcilla Espiniella. Propietario de Sidrería Plaza y representante de la Asociación de Hosteleros de Nava «Hostelnava» 
Atractivos como degustaciones gratuitas, concurso de escanciado, cata y selección de la mejor sidra de Asturias son sobrados motivos para no dejar pasar la oportunidad de disfrutar de este certamen».
Pedro García. Olsangraf
«Es un fin de semana en el que se le hace un homenaje al mundo de la sidra, con lo cual es un buen momento para disfrutar de la cultura y del folclore que rodea a esta bebida. Nava es el sitio donde más tradición sidrera hay y donde más se vive el tema de la sidra. Uno de los momentos más guapos es la lectura del pregón y también el concurso de escanciadores, que es el domingo por la mañana. Durante todo el fin de semana hay mucho ambiente por la calle y mucha fiesta. Lo primero que tienen que hacer es comprar el pañuelo del Festival, colgarlo del cuello y beber toda la sidra que puedan».
Alfonso Viejo Riera. Secretario de la Agrupación Folclórica La flor del Pumar
Diseñador del cartel ganador del XL Festival de la Sidra de Nava
Es asturiano de nacimiento, pero la vida le ha llevado a instalarse en Burriana, un pueblo a medio camino entre Castellón y Villareal. Juan Diego Ingelmo Benavente ha sido el ganador del concurso de carteles de este año con una creación que no solo habla de la sidra, sino también de la parte lúdica del festival. «La idea la tenía bastante clara –comenta Diego-. Estudié distintas maneras de representarla pero al final me decanté por esta porque me pareció más fresca, más moderna y juvenil. He visto carteles de otros años y me parecen muy buenos, pero hablan tanto, tanto de sidra que la parte festiva queda más al margen».
La imagen de un hombre y una mujer escanciando juntos, destaca sobre un fondo verde que recuerda mucho al color predominante en Asturias. Diego reconoce que siempre le llamó mucho la atención que los escanciadores nunca miran al vaso o a la botella, sino que miran al frente y no se les cae ni una sola gota fuera. «Yo quería representar la mirada del escanciador –reconoce Diego- y también pensé que nunca se había puesto una mujer en los carteles. Un hombre y una mujer mirándose, escanciando a la vez, entrelazados… de ahí surgió todo. También tiene que ver el «A cuatro manos», que es el título del cartel, con los cuarenta años del Festival y los brazos, por la manera en la que están distribuidos, hacen como un círculo que sería el cero del cuarenta. Todo esto es lo que yo tenía en la cabeza y, aunque no espero que el que vea el cartel lo aprecie, sí que enriquece el diseño».
Reconoce que nunca ha estado en el Festival pero que, como buen asturiano, nada le gustaría más que poder disfrutar de esos días en compañía de los suyos, pero la situación laboral y familiar obliga a mantener la distancia. Volviendo al cartel, Diego solo espera que «a la gente le guste, que sea un representante digno y que venda bien el Festival. Esto me haría mucha ilusión».