Manoli Díaz Pérez recuerda los inicios del Club Rítmica Ría de Navia con cariño pero también con la dureza propia de un momento en el que hay que poner todo a funcionar. Hoy, tras casi 18 años de andadura, la entrenadora reconoce orgullosa que este año las juveniles quedaron décimas en el Campeonato de España.
“En Navia fundamos el Club entre cuatro entrenadoras porque vimos que aquí existía un vacío -rememora Manoli, entrenadora y jueza de rítmica-. Cuando empezamos inventamos la pólvora: hicimos unos aros con alambres y cintas de carrocero, compramos cinta, no teníamos tapiz, pintábamos el suelo y lo marcábamos con unas cuerdas para que las niñas supieran de dónde no se podían salir… Los inicios fueron un poco durillos pero positivos”. En aquel momento el Ayuntamiento fue el primer implicado para poder poner el proyecto en marcha. Las instalaciones municipales estaban bastante saturadas y conseguir horas para los entrenamientos no fue fácil, además las instalaciones no cubrían las necesidades del grupo. Poco a poco todo esto fue cambiando hasta llegar a la actualidad en la que ya poseen un tapiz para entrnar y usan el Polideportivo seis horas a la semana los martes, jueves y viernes. Los martes y jueves también entrenan en el Galileo Galiei y los viernes durante dos horas utilizan la Nave de El Puerto. “Actualmente hay unas 38 o 40 niñas pero la cifra oscila -explica Manoli-. Enganchadas al deporte y que ya lleven un tiempo en el Club tenemos sobre unas 20 o 25. Tratamos de que se diviertan a través de esta actividad y a medida que van evolucionando van pasando a grupos superiores. Los niveles en los que competimos son iniciación, escolar, base, promoción y este invierno empezamos a hacerlo en federados. El objetivo del Club no es tener campeonas sino que participen de una actividad, convivan con otras niñas y que de una forma divertida aprendan una disciplina que muchas veces les sirve para su vida cotidiana”.
“El objetivo es que las niñas participen, convivan con otras niñas y que de una forma divertida aprendan una disciplina que muchas veces les sirve para su vida cotidiana”
En toda esta estructura los padres de las gimnastas son una pieza fundamental. Tanto los entrenamientos como las competiciones requieren tiempo y desplazamientos y es ahí cuando la implicación de los progenitores cobra un papel destacado. “Siempre decimos que son la mitad en todo esto. Tenemos una suerte enorme porque los nuestros son fabulosos. Fíjate que hicimos un torneo en Navia y allí estuvieron el 90% de los padres ayudando. Esto es muy gratificante”.
El calendario de competiciones comienza entre febrero y marzo y se prolonga hasta noviembre. “No es obligatorio participar -puntualiza la entrenadora-, pero es importante que vayamos para que las niñas cojan rodaje”. Todas las integrantes del Club descansan en verano, menos las que participan en los campeonatos de Asturias que se celebran en octubre y que deben continuar preparándose. En el mes de noviembre les espera otra cita importante: los campeonatos de España.
Con la llegada del verano, el Club organiza un Campus en el que dividen a las niñas por edades o por niveles y crean cinco grupos de los que se hacen cargo las entrenadoras. “No hacemos solo actividades de rítmica -comenta Manoli-. También organizamos talleres de manualidades, juegos, bailes y otras actividades lúdicas para que no se aburran. Hacemos un poco de todo y es un buen momento para preparar a los conjuntos que van a competir en otoño porque tenemos a todas las niñas juntas”.
El equipo de entrenadoras que coordina Manoli Díaz ha ido ampliando su labor formadora por varios concejos del Occidente asturiano y alguno del centro de la región como Castrillón, y ante la demanda no descarta crear nuevos grupos en más localidades. Actualmente el grupo está constituido por Manoli Díaz, Diana Alonso, Ariadna Riera, Raquel Menéndez, Sara Fernández, Romina Méndez y Miriam Martínez.