Sensibilidad y devoción se palpan en el ambiente durante las procesiones del Ecce Homo, que en los últimos tiempos han experimentado un auge popular. A esto se suma un programa pensado para fomentar la celebración más lúdica, combinada por supuesto con el tirón de una gastronomía de importancia capital en Noreña.
Las fiestas patronales de Noreña siguen el ritmo de la tradición. Los actos religiosos permanecen fieles a la costumbre año tras año, y en torno a ellos se estructura un programa de fiestas que busca cubrir todo el espectro de edades e intereses: música, deporte, actividades infantiles, gastronomía… Destacan la jira campestre y las verbenas, que suelen ser de asistencia masiva, y el Día del Gochu, con la degustación gratuita. Pero sin duda lo más importante es la procesión del Ecce Homo, que reúne a una legión de peregrinos de dentro y fuera de la villa. La imagen de Jesús con la Cruz se encuentra durante todo el año en la Capilla de Nuestra Señora de la Soledad (o Capilla del Ecce Homo), y nueve días antes se traslada a la Iglesia Parroquial: es la «bajada del santo», que hasta hace poco tenía un seguimiento modesto, pero en los últimos años se ha convertido en punto de encuentro de miles de personas.
Desde el Ayuntamiento de Noreña se ha solicitado la declaración de la celebración del Ecce Homo como Fiesta de Interés Turístico del Principado de Asturias.
El traslado recorre la denominada «milla santa» en una procesión que recuerda a la Semana Santa en solemnidad y devoción, y a partir de ahí da comienzo la novena que concluirá el día de la Exaltación de la Santa Cruz, cuando se lleve de vuelta la imagen a su lugar original. De nuevo una multitud, venida de toda Asturias, se reúne para despedir la imagen en su viaje de retorno a la Capilla de la Soledad. Tan solemne ceremonia tiene lugar el día 20, justo antes del cierre del calendario festivo, que se hace por todo lo alto con el ya clásico Baile del Caldo: una verbena hasta altas horas de la madrugada, en la que se degusta un caldo de gallina para recuperar fuerzas.
Tanto auge ha ganado la fiesta que desde el Ayuntamiento de Noreña se ha solicitado la declaración de la celebración del Ecce Homo como Fiesta de Interés Turístico del Principado de Asturias. Las razones son claras: la fiesta, más allá de lo puramente religioso, entremezcla elementos sociales, culturales, etnográficos, gastronómicos y lúdicos.