Lo primero que llama la atención al entrar en la villa de Pravia es la riqueza arquitectónica de su casco urbano.
El concejo de Pravia en la zona centro-occidental conserva poderosas bazas de seducción, empezando por su ubicación, cercana al mar. Sus 102,92 km² se integran en el llamado Bajo Nalón, comarca que aglutina a varios municipios asturianos que despiden el curso del río Nalón en su desembocadora en el Cantábrico. Los grandes caudales del Nalón y su afluente, el Narcea, recorren la zona más oriental del municipio, creando fértiles vegas a su paso, y configurando un paisaje singular muy característico. Ambos son dos de los ríos más majestuosos de la región y también algunos de los de mayor tradición salmonera. Y no son los únicos: el Aranguín, otro curso fluvial que nace en el vecino municipio de Salas, recorre gran parte del concejo hasta que sus aguas se unen al Nalón aportando riqueza a este territorio.
A través de sus palacios, casonas de indianos y antiguos caminos empedrados es posible hacer un viaje en el tiempo.
Desde tiempos inmemoriales, los ríos han sido de vital importancia en el asentamiento de poblaciones contribuyendo al desarrollo de las sociedades y en el caso de Pravia no es una excepción. La gran cuenca hidrográfica que posee este territorio ha jugado a su favor a lo largo de los tiempos aportando recursos pesqueros, agua potable, transporte, irrigación, etc. Prueba de ello es la temprana población de este territorio cuya huella se remonta al paleozoico.
Además de mantener un importante asentamiento pésico, es visible también la presencia romana en los castros de La Magdalena de la Llera y en Los Cabos, y muchos historiadores reconocen en Pravia la Flavium Avia asociada al emperador Tito Flavio Vespasiano.
La estatua del rey Silo en una plaza de Pravia ya indica el atractivo que ha acompañado a tierras pravianas, llegando a convertirse en la capital del Reino de Asturias en tiempos del monarca, en el año 774. Su consorte, la reina Adosinda, nieta de Pelayo, tras enviudar, permaneció recluida en el palacio que ambos tenían en la localidad de Santianes.
Una fecha a destacar es la de la fundación de la Puebla de Pravia, en el siglo XIII, por parte del rey Fernando III. Y es que la historia es parte fundamental de este municipio y está presente en cada una de sus piedras. El visitante que decide adentrarse en este antiguo territorio astur se encontrará con un importante legado histórico-cultural, reflejo de diferentes épocas. A través de sus palacios, casonas de indianos, lápidas reales o antiguos caminos empedrados es posible hacer un viaje en el tiempo.
Sin necesidad de grandes desplazamientos, en la villa que ostenta la capitalidad, Pravia, se pone de manifiesto el interés monumental que despierta este rincón asturiano declarado Bien de Interés Cultural. En el centro urbano se encuentra uno de los conjuntos arquitectónicos más destacados de la región, integrado por el palacio de Moutas, la Iglesia de Santa María La Mayor, antaño Colegiata y las seis casas de los canónigos. Todo ello enmarcado en torno al Parque Sabino Moutas, en cuyas cercanías también se halla la popular escultura de una hilandera. En un paseo por la localidad también resulta interesante conocer la ermita de la Virgen del Valle, del siglo XIV, que alberga un retablo del artista Juan Bautista Portigiani muy apreciado por los lugareños.
Entre poesía y prosa
Además de pasear entre bellos palacios y casonas asturianas, entre esculturas que hacen alarde del interés cultural e histórico que despierta la localidad, la villa de Pravia muestra también cada mes de otoño una de sus caras más interesantes, gracias a las jornadas literarias que acoge. Durante tres días se convierte en la capital literaria de Asturias y reúne a grandes figuras de la narrativa y la poesía. Así que en estas fechas, variables según la edición, es posible disfrutar de las grandes plumas nacionales y regionales participando en mesas redondas y debates y no faltan los recitales de poesía, los espectáculos teatro-musicales, y hasta los vermús literarios. En la pasada edición, un «tendal de poesía» colocado por la Asociación de Escritores de Asturias, organizadores de las jornadas, invitaba a los vecinos y público asistente a dejar colgados sus versos. Y es que como explica la concejala de cultura, Valle Iturrate, «la localidad está muy vinculada a estas jornadas, el nivel de participación es muy alto y abarca todos los sectores, desde escritores profesionales hasta el alumnado de los centros escolares y aficionados a la literatura». Para todos ellos, Pravia es durante dos días la villa de las palabras y las metáforas.
De huerta y río
Si hablamos de productos naturales de Asturias hay que hacer un alto en la rica y extensa huerta praviana cuya fama trasciende las fronteras regionales. Gran parte del éxito de su producción se debe a los grandes caudales que irrigan esta zona esculpiendo fértiles vegas, de ahí que parte del paisaje se vea dominado por extensas filas de verdes cultivos.
Hace apenas dos meses la recogida del kiwi fue protagonista en el concejo de Pravia. El fruto importado de Nueva Zelanda se ha introducido con éxito en los últimos años, y es actualmente uno de sus productos estrella, pero no el único y mucho menos el primero. A la hora de resaltar un producto insigne, ese es la faba. Para muchos expertos gastrónomos, «la de Pravia es la mejor» y eso se nota a la hora de sentarse en una mesa del concejo. Una visita al mercado que cada jueves tiene lugar en las calles de la localidad permitirá entre otras cosas aprovisionarse de estos y otros productos.
La red de hostelería local sabe cómo sacar buen partido a la materia prima existente y por eso al visitante que llega hasta este territorio se le recomienda que disfrute de los sabores propios. Si además la estancia coincide con algunas de las jornadas gastronómicas locales que se celebran anualmente todavía mejor, porque le permitirá disfrutar de gran variedad de platos en honor a la huerta praviana y al pescado rey en Pravia: el salmón.
En la excavación del templo se han encontrado piezas de gran valor, que pueden contemplarse en la antigua Casa Rectoral, hoy museo del prerrománico de Santianes, ubicado junto a sus proximidades. Este equipamiento está abierto al público en periodos vacacionales (teléfono: 985 82 12 04) y entre otras cosas, muestra una pieza que se corresponde con un fragmento de la inscripción fundacional de la iglesia que -a modo de caligrama con diferentes lecturas- recogería la frase: Silo princeps fecit (El príncipe Silo la edificó). Otro de los hallazgos más sorprendentes es el de una lápida en la cual se halla representado el que se cree que podría ser el palacio real de Silo y Adosinda con trazos a bisel perfectamente diferenciados.
En el museo se exhibe una maqueta de la iglesia original, y a través de diversas imágenes fotográficas es posible conocer el patrimonio prerrománico de la región. La visita se completa con un audiovisual que permite conocer la monarquía asturiana que hizo de Pravia su corte.