La historia es su gran pasión, por eso este santianudo de adopción decidió un día buscar datos, documentos, testimonios, fotografías de la parroquia donde vive. De ahí surge su primer libro: La Parroquia de San Juan Bautista de Santianes del Agua. Sorprendido por la buena acogida de la obra -agotadas tres ediciones- prepara de forma minuciosa sus siguientes trabajos, uno dedicado a los indianos y otro a la villa de Ribadesella.
-¿Ha sido ésta su primera experiencia literaria?
-Sí. Estoy trabajando en varios libros pero este es el primero que publico y estoy muy satisfecho con el resultado. Son 920 páginas que recogen la historia de los tres últimos siglos de Santianes del Agua, creo que en ellas está todo lo que puede encontrarse sobre la zona. Es el resultado de varios años de investigación y búsqueda, no siempre fácil; una tarea en la que tengo que destacar la gran ayuda de Ana, mi mujer, que ha colaborado conmigo en todo este proyecto.
«Miles de asturianos emigraron a América y muchos de sus descendientes protagonizaron cosas interesantes que es importante conocer»
-¿En estas páginas hay algo del autor o es un testigo de la historia?
-Hay una parte de información y otra de historia donde yo soy un parroquiano más. Recuerdo en primera persona la etapa de mi niñez con otros compañeros, vivencias que tuvimos, personajes que nos influyeron, cómo percibíamos el entorno…
-Dicen que los seres humanos no somos nada sin memoria. ¿Éste es su granito de arena para las futuras generaciones?
-Lamentablemente, a muchos jóvenes de hoy la historia les dice muy poco. Eso me da una pena terrible, por eso quise escribir este libro. Creo que conocer las raíces de donde uno viene es fundamental para entender y valorar dónde estamos ahora y dónde queremos ir.
«Conocer las raíces es fundamental para entender y valorar dónde estamos y dónde queremos ir».
-¿De dónde le viene esa necesidad que tiene de profundizar en la historia?
-En casa de mis abuelos encontré un tesoro incalculable. José Sierra, el padre de mi abuela materna, era un hombre adelantado a su época. Tuvo siete hijos, la mayoría de ellos emigraron a América y desde allí le mandaban libros. Como me crié con mi abuela, crecí siempre rodeado de libros y me convertí gracias a ella en un apasionado de la lectura y de la historia no sólo de aquí sino también de América, donde marcharon miles de asturianos, y donde sus descendientes protagonizaron cosas impresionantes que es importante conocer.
-Ahora está inmerso en su próximo proyecto: Ribadesella. ¿Qué puede adelantar sobre él?
-El libro estará centrado en la década de los cincuenta y sesenta, cómo se vivía en esos años difíciles, pero sobre todo recogerá la historia y los comentarios de personas que dejaron huella en esa época: los últimos románticos. Son recuerdos, anécdotas, imágenes de la Ribadesella de aquel tiempo.
¡Ojalá pueda algún día viajar desde Argentina a Asturias para conocer la casa de mi abuela Asunción Sierra, esa que Luis nombró en la nota!