En este concejo ubicado en el centro del Principado se unen lo natural y lo industrial; también se funden los dos ríos mineros por excelencia, el Nalón y el Caudal, mientras que el cercano ambiente urbano da paso al entorno rural. Ribera de Arriba se convierte en un punto de unión armónica donde todo tiene cabida.
Más allá de la primera impresión que ofrece la central térmica instalada en el concejo, se despliega ante los ojos y el resto de los sentidos una tierra fértil, regada por las corrientes de los ríos Nalón y Caudal. Por ello, para adentrarse en Ribera de Arriba hay que dejar los prejuicios e ideas preconcebidas al pie de la carretera, y conocer sin barreras estas tierras que guardan mucho de la vida rural y tradicional de antaño, amén de preservar un entorno natural de gran belleza.
Los riberanos siguen viviendo de la agricultura y la ganadería, ambas en perfecta simbiosis con un clima y una orografía que favorecen las buenas cosechas en las vegas de los ríos, y también los verdes y frescos pastos para los animales. La industria y un incipiente turismo ponen el contrapunto a estas actividades que se desarrollan a merced de la naturaleza.
Muy cercano a Oviedo, este concejo cuenta a su favor con unas excelentes comunicaciones que se completan cada año que transcurre. Por esa razón, el turismo comienza a despuntar en Ribera de Arriba. Entre los atractivos que ofrece viajar hasta aquí están la gran riqueza etnográfica que se haya distribuida en varios pueblos, la gastronomía, y las actividades que se pueden realizar en plena naturaleza.
Un turismo completo
El concejo de Ribera de Arriba cuenta con gran cantidad de hórreos y paneras, muchos de ellos concentrados en la localidad de Bueño. Hasta cuarenta y siete muestras de esta arquitectura tradicional, algunas del siglo XVI, se conservan aquí, y pueden visitarse siguiendo la Ruta de los Hórreos de Bueño. Como complemento, está a punto de inaugurarse el Centro de Interpretación del Hórreo, en un edificio de nueva factura que viene a simular tres hórreos enlazados. 495 m2, que se distribuyen en una terraza suspendida sobre pilares, a modo de pegoyos, con un amplio corredor, que alberga en su interior paneles y elementos interactivos.
El atractivo etnográfico interesa a muchos turistas, como lo hace también la multitud de actividades que pueden desarrollarse en consonancia con la naturaleza, como el senderismo o el cicloturismo. Dos son las rutas señalizadas que sirven a tal fin: la que parte de Olloniego (Oviedo), y termina en Vegalencia; y la ruta Oviedo – L’Angliru, cumbre emblemática de la Vuelta Ciclista a España que está en el concejo de Riosa. Otros puntos de destino pueden ser el Pico del Gato, en Tellego, o las Dolinas geológicas entre La Mortera y Palomar. Y también puede recorrerse el tramo del Camino del Norte que va a Santiago de Compostela, a su paso por el concejo. Transita junto al río Nalón, sube hasta los 360 metros de Picullanza y va por una calzada empedrada en dirección a Oviedo.
Los riberanos siguen viviendo de la agricultura y la ganadería, ambas en perfecta simbiosis con un clima y una orografía que favorecen las buenas cosechas en las vegas de los ríos, y también los verdes y frescos pastos para los animales.
Los espeleólogos cuentan también con multitud de cuevas en el concejo, muchas de ellas de gran interés histórico. Y no podía faltar el piragüismo, que cada vez adquiere mayor relevancia, al haber descubierto sus seguidores la profundidad y los meandros de los cursos de agua que surcan el concejo.
También cazadores y pescadores son bienvenidos en este concejo, ya que los ríos se han recuperado ecológicamente, por lo que hay truchas, y además se está repoblando con salmones. Hay cotos de pesca sin muerte en algunos tramos, ofreciendo a los amantes de este deporte una buena oportunidad de medirse con el pez en un entorno maravilloso. Los cazadores encuentran también aquí una boscosa naturaleza desde la que acechar a presas como el jabalí o el corzo.
Otro de los puntos fuertes de Ribera de Arriba es la gastronomía, encabezada por los arbeyos o guisantes, y las fresas. Los primeros son protagonistas de diversas recetas, y las segundas suelen tomarse con nata o convertidas en deliciosa tarta. Otra materia prima típica de la zona es la carne vacuna de alta calidad, procedente de vacas de la raza Asturiana de los Valles, y también se preparan sabrosas recetas a base de caza de los cotos del concejo. A todo ello se suman otros platos típicamente asturianos como la fabada o el pote.
Paralelamente, se ofrece una completa y cuidada selección de casas de turismo rural en las que descansar entre actividad y actividad.
Patrimonio popular
Entre los pueblos de Ribera de Arriba se reparten diversos ejemplos de arquitectura popular y patrimonio artístico, que se suman al resto de reclamos turísticos. Además de los hórreos y paneras de Bueño, hay que añadir la existencia de la pequeña capilla de San Juan de Mata, la Casa del Licenciado Carlos Prieto y la Escuela de Niños Graciano Sela, actualmente un activo centro cultural.
En Soto Ribera, capital del concejo, también hay hórreos y paneras, amén del histórico puente de piedra que cruza el río Caudal, construido en 1808. La capilla del Carmen y la iglesia de San Saturnino son los edificios religiosos más emblemáticos de la capital, y se completan con casonas señoriales con capillas adosadas como el palacio y capilla de San José, la casa La Caleya con la capilla de San Fernando, y la casona La Quinta con capilla anexa.
El atractivo etnográfico atrae a muchos turistas, como lo hacen también las numerosas actividades que pueden desarrollarse en consonancia con la naturaleza, como el senderismo, el cicloturismo, la espeleología o el piragüismo.
En Soto Rei se encuentra la construcción más antigua del concejo, un castillo de la época medieval del que se conserva únicamente el muro de la cara norte, con varias ventanas adinteladas, y ventanita y puerta con arco de medio punto.
También antigua es la Iglesia de San Pedro, en la parroquia de Ferreros, donada en el año 857 por Ordoño I al Obispo Serrano. En Ferreros está la Casa Pando, del siglo XVIII. En Palomar sobresale la iglesia de Santa Leocadia, y la capilla del Santo Ángel en el pueblo de La Mortera. Y si se viaja hasta Sardín, allí espera la Casa de los Hevia-Ponte, considerada la obra civil más importante del concejo, y vinculada a la capilla de San Antonio. Por último, Tellego sorprende con la capilla de San Pedro, del siglo XVIII, la casa de los Hevia Argüelles, y la iglesia de San Nicolás de Bari de origen medieval, a la que se fueron añadiendo elementos arquitectónicos hasta finales del XVIII.
Un puente que rompe el aislamiento
El pasado año se inauguró un esperado proyecto que vino a terminar con el aislamiento secular que sufrían los vecinos de Soto Ribera debido al río Caudal. Además de facilitar enormemente las comunicaciones por carretera, este puente atirantado soluciona también el problema del paso a nivel de FEVE, ya que los trenes de mercancías impedían en ocasiones el paso de vehículos durante un cuarto de hora. Esos problemas ya han quedado atrás gracias a esta importante infraestructura, que ha costado más de siete millones de euros facilitados por el Principado de Asturias.
Web a concurso
www.ayto-riberadearriba.es, web del Ayuntamiento, ha participado en la XIII edición del concurso Mejor Web, que premia las mejores iniciativas del Principado en la red. Entraba en el apartado institucional, destacando por la actualización de los contenidos referentes al municipio y sus habitantes. Historia, eventos deportivos y culturales, asociacionismo y muchas otras novedades se dan cita en esta página en continuo desarrollo. Finalmente no se hizo con el galardón, que se dio a conocer el pasado diciembre, pero sirvió para dar mayor visibilidad a la web municipal y reconocer su funcionalidad. Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo