Cada año cientos de voluntarios dedican parte de su tiempo a preparar una prueba de renombre internacional: el Descenso a Nado de la Ría de Navia. El éxito de este evento se logra con el trabajo de todos ellos. Desde colocar las boyas para las pruebas deportivas, a repartir dorsales, organizar el desfile folklórico… Covadonga Pérez, es la directora técnica de esta competición. La historia de esta asturiana con el Descenso es una historia con sello familiar, con pocos años ya correteaba por las oficinas de la organización en compañía de su tío. «Incordiando más que haciendo» dice riendo. Su vida personal y profesional la ha llevado hasta Málaga, pero con la llegada del verano regresa a Navia para coordinar muchas otras cosas que la distancia no le permite hacer.
-El Descenso está organizado por una red de voluntarios. ¿De cuánta gente estamos hablando y cómo es la organización?
-En total calculamos que participan a lo largo de todo el año entre 150 y 170 voluntarios. La parte fuerte son los días cercanos al evento pero el resto del año se hace un trabajo de fondo con un núcleo de unas 20 o 30 personas.
-Es un evento de gran importancia a nivel nacional e internacional. ¿Cómo están implicados los naviegos en él?
-El Descenso es una prueba con 59 años de historia formada exclusivamente por voluntarios y con una complejidad organizativa muy alta que implica un compromiso grande de la gente. Tienes que dedicar tiempo de tu vida personal e incluso profesional a algo por lo que no vas a recibir un beneficio económico pero sí en otros muchos sentidos. Esto es así desde los inicios.
-¿Ese espíritu de voluntariado se transmite al Descenso?
-Hay gente que siente el Descenso como algo propio, no entiende Navia o el verano sin él. Es lo que nosotros llamamos el espíritu del Descenso y la amistad, de ahí nuestro lema: «Siempre el agua. Siempre los amigos». Es verdad que se crea una camaradería increíble entre los voluntarios y ese buen ambiente se transmite a la prueba. Los nadadores, muchas veces primeras figuras mundiales, te dicen que aquí se sienten como héroes y que eso no les pasa en ningún otro sitio del mundo.
-El año pasado incorporasteis algunos cambios. ¿Tenéis alguno para este año?
-Cuando comenzamos a plantearnos la organización del 58 Descenso fue cuando introdujimos varios cambios que, en general fueron satisfactorios aunque siempre hay cosas que modificar. Este año añadimos una nueva modificación respecto al anterior y es que, la distancia intermedia de nado que eran 1.700 metros la subimos a los 2.400 metros, de forma que ahora, cualquier participante del Descenso, puede decidir nadar la prueba corta que son 1.100 metros, la prueba intermedia que serían 2.400, o la prueba reina que son 5.000 metros
Este paso se dio por varias razones. La primera fue que en la de 1.700, el sitio de la salida se nos empezaba a quedar pequeño por el volumen de inscripción. Siempre hemos tenido idea de recuperar los 2.400 porque durante más de 25 años fue la distancia reina del Descenso. Este año, gracias al Ayuntamiento de Coaña que nos ha habilitado una pista que estaba bastante inaccesible, conseguimos llegar a ese punto de salida.