Con sólo tres años de experiencia en triatlón, Beatriz Tenreiro ya se codea con lo mejor de su categoría, e incluso coquetea con la posibilidad de competir en categoría élite.
En los últimos años se están popularizando cada vez más deportes como el triatlón o el duatlón. Deportes duros y sacrificados, que usan la naturaleza como pista de competición. Beatriz Tenreiro, nacida en Cudillero hace 27 años, es una de nuestras referencias en las competiciones nacionales.
-Acabas de regresar del Campeonato de España. ¿Cómo te has encontrado?
-Bueno, había mucho nivel, estaban las deportistas olímpicas y había gente muy competitiva. Aún así yo me encontré bien, estaba un poco nerviosa a la salida, pero hice una buena natación, llegué en el puesto cuarenta y pico. A continuación, en la bici era un recorrido muy duro, pero como es lo que mejor se me da adelanté muchas posiciones. En la carrera a pie me relajé un poco, es la parte en la que más tengo que mejorar. Al final llegué en el puesto 36, de un total de 108.
-Actualmente, eres la referencia asturiana.
-Sí, esta temporada ya he ganado dos campeonatos de Asturias, de triatlón cross, y de duatlón. Aunque tengo momentos mejores y peores: por ejemplo, en agosto trabajo todo el día como camarera, y no puedo entrenar como quisiera.
-¿Cómo compaginas trabajo y entrenamiento en un deporte tan exigente como éste?
-Lo llevo bien, porque los resultados me compensan el esfuerzo. Entreno por la mañana, y con eso ya parece que voy de mejor humor a trabajar. Luego, si me encuentro descansada, hago doble sesión por la tarde. Me gusta mucho, y como yo no vengo de ninguno de los deportes que tengo que entrenar, voy mejorando en los tres. Yo hace tres años ni siquiera sabía nadar, y mírame ahora.
Lo que se me hace más duro es entrenar sola, aunque los fines de semana me junto con otros triatletas del pueblo, y es mucho más llevadero.
‘Me gustaría vivir la experiencia de competir en categoría élite.’
-¿Se entrena bien en Asturias?
-Bueno, yo vivo en Ballota, Cudillero, y para nadar tengo que ir a Luarca, porque aquí no hay piscina. Pero para correr e ir en bici esto es muy guapo, precioso. Tenemos suerte de poder entrenar aquí.
-¿Cómo empezaste en esto?
-Fue por mi marido. Él y mi cuñado comenzaron a entrenar y me llevaron a la piscina porque, como te decía, yo no sabía nadar. Luego, por mi cumpleaños, me regaló una bici de carrera. Ahora tengo mucha afición, me gusta más a mí que a él.
-¿Crees que se os ayuda suficientemente a los triatletas en Asturias?
-Yo creo que en otras comunidades, como Cataluña o Galicia, que tienen centros de alto rendimiento, cuidan más a sus deportistas. Aquí en Asturias está muy flojo. Yo tengo la suerte de que en mi equipo, la Academia Civil de Gijón, me pagan todas las inscripciones de las pruebas porque he conseguido varios campeonatos de Asturias. Viene muy bien, pero por otras partes no hay nada más a no ser que estés entre los cinco primeros a nivel nacional, lo que es casi imposible.
‘Los resultados compensan el esfuerzo de entrenar.’
-El triatlón se está extendiendo mucho últimamente, pero aún se ven pocas deportistas. ¿A qué crees que se debe?
-Bueno, yo creo que no tiene mucha publicidad, y además en el caso de las mujeres se complica más. Yo estoy casada, tengo mi trabajo, tengo que hacer cosas en casa, y además sacar tiempo para entrenar. Habrá gente que no pueda con todo, y si además tiene hijos, ya no te digo nada. Tiene que haber complicidad de la pareja, y en ese sentido para mí es más fácil porque mi marido también entrena, y a eso dedicamos el tiempo libre que otros emplean en ir al cine o tomar una copa.
-Teniendo en cuenta que aún tienes mucho margen de mejora, ¿qué objetivos tienes en este deporte?
-Yo siempre estoy compitiendo por grupos de edad, y me gustaría probar la categoría élite. Aunque sé que, por mi trabajo, nunca voy a poder estar al nivel, me gustaría vivir la experiencia.
Y también estoy trabajando para aumentar la distancia de las competiciones: llegar a hacer un doble olímpico, un medio Iron Man… Pruebas más grandes, quiero enfrentar retos mayores.