Paula Herrero, campeona del Mundo de Biatlón. Una promesa hecha realidad

El pasado ejercicio la deportista Paula Herrero apuntó muy alto y su palmarés creció hasta darle un campeonato del mundo de biatlón. Y vistas sus ganas de competir, a buen seguro que la triatleta avilesina seguirá dando buenas noticias.

Es luchadora y exigente consigo misma. También disciplinada, algo que ella achaca a cómo la educaron sus progenitores. Cuando era pequeña, con apenas cuatro años ya participaba en los cursos de natación de la escuela, y muy pronto demostró su valía. Años más tarde se constató que no solo sabía nadar sino que también era buena con la bici y las carreras. Hace tres años dio la campanada consiguiendo el Campeonato de España de Triatlón, y el pasado mes de septiembre en Viveiro (Galicia) la atleta avilesina consiguió el título mundial en biatlón (natación y carrera a pie).

-Justo antes de comenzar con el triatlón estuviste a punto de dejar tu vida deportiva. ¿Qué fue lo que te hizo reconsiderarlo?
-Yo nadaba desde pequeña y siempre entrené muy bien, conseguía marcas para ir al campeonato de España pero hubo una época en la que aunque le dedicaba mucho a los entrenamientos no me salían bien las competiciones y estaba desmotivada. Tenía la moral por los suelos y quería dejar el deporte de forma radical. Como siempre se me dieron bien todos los deportes, mi entrenador, Nacho Díaz, me animó a que participase en unas pruebas de triatlón que organizaba la Federación Española. Tuvimos dos semanas de entrenamiento, fui a la competición y quedé primera de España en la toma de tiempos. El Centro de Alto Rendimiento de Madrid me cogió para participar en una concentración con la FETRI durante una semana y fue lo mejor que pudo ocurrir porque hasta entonces no tenía ni idea de lo que era el triatlón ni de cómo se entrenaba. A partir de ahí fui mejorando hasta el día de hoy.
-¿Supuso mucho cambio con respecto a lo anterior?
-La verdad es que sí, la manera de compaginar lo deportivo con los estudios me cambió bastante. Con la natación entrenaba todos los días de la semana de lunes a viernes durante tres horas; en el triatlón, de lunes a domingo durante cuatro horas y solo descanso un día a la semana cuando hay mucha carga de entrenamientos. A día de hoy estoy en tercero de enfermería, así que sí que supuso un cambio considerable pero siempre digo que si quieres hay tiempo para todo.
-Por lo que me cuentas parece que haces bastante magia con los tiempos.
-(Paula se ríe) Sí, he tenido que sacrificar bastantes noches durmiendo poco y pasándolo mal en los entrenamientos del día siguiente para poder estudiar por las noches y preparar exámenes.
-¿Cuál de las tres disciplinas te gusta más?
-Sobre todo el atletismo, la natación es la que llevo peor aunque entreno las tres casi todos los días. En invierno no podemos entrenar fuera por el mal tiempo así que en la bici haces más sesiones de rodillo y tienes que correr en la cinta, es más aburrido, pero siempre aprovechamos cuando hay ratos que no llueve.
-¿Qué te aporta personalmente mantener esta exigencia deportiva?
-Sobre todo disciplina. Si me quitan el deporte creo que sería una persona muy desastre pero de esta forma sé que tengo las horas muy marcadas, tengo que organizarme muy bien y ahí cuento con la ayuda de mi entrenador. Pero tengo tiempo para todo, hasta para salir con mis amigos y pasarlo bien.
-¿A quién le debes parte de tu éxito?
-A mi entrenador, se lo debo todo a él. Fue quien en su día me animó a hacer esto. Él al principio solamente era entrenador de natación pero también fue formándose para poder entrenarme y ahora es entrenador superior de triatlón. También está mi familia que siempre me ha apoyado. Mis padres me ayudan muchísimo cuando tengo que viajar sola, siempre están pendientes de mí.
-¿Qué importancia le das a la alimentación en tu vida diaria?
-Es bastante importante y lo cuido mucho. Además del apoyo en nutrición y los recuperadores en temporadas de carga y descarga, hago una alimentación sana de varias comidas diarias, tomo mucha fruta y cuido el tema de azúcares
y alcohol.
A veces en verano me descuido un poco más porque salgo con mis amigos y se nota mucho en los entrenamientos, coges más pierna y cuesta hacer los ritmos.

Paula permaneció durante la temporada 2014-2015 en el Centro de Alto Rendimiento de Pontevedra pero desde hace dos años vuelve a estar en casa, entrenando en Asturias con el que fue su primer entrenador y la persona que le impulsó en su carrera deportiva, Nacho Díaz.

-¿Cómo son los momentos previos a salir a una prueba?
-Me suelo poner bastante nerviosa antes de competir. Un poco antes cojo el móvil, me pongo mi música que suele ser un reguetón, porque si me pongo algo suavecito no me motiva lo suficiente, y me pongo a calentar, sola, sin que nadie me moleste. Cuando quedan cinco o diez minutos para salir voy junto a Nacho para que me explique cómo está la situación de carrera y me dé algún consejo.
-¿En algún momento has tenido que sobreponerte?
-Nunca tuve ganas de tirar la toalla, pero sí pensé ‘vaya nivel que hay aquí, me va a salir mal’. La verdad es que muchas veces soy bastante negativa y es algo que tengo que cambiar.
-¿El entrenamiento mental es importante a la hora de conseguir resultados?
-La verdad es que es una parte en la que no suelo pensar, y eso que a veces me pongo nerviosa. La semana anterior a una competición, todos los días visualizo la carrera, cómo pueden estar mis rivales, cómo puedo estar yo físicamente según lleve los entrenamientos esa semana, pero no hago nada más.
-¿Cual es tu referencia deportiva?
-Cuando empecé el triatlón siempre me fijé en Javier Gómez Noya porque era el más destacado, ahora hay bastantes triatletas españoles a un gran nivel, Alarza, Chantel, Mola… No es que tenga un deportista en mente pero sí intento coger pequeñas cositas de los que están arriba y cuando voy a competir en campeonatos también me fijo en la gente que queda mejor que yo para corregir errores.
-¿Qué sentiste cuando el año pasado te proclamaste campeona del mundo de biatlón?
-A esa competición iba con bastante miedo porque tenía molestias en una rodilla y tuve que correr con una cinta para protegerla. En los tres meses anteriores había quedado campeona de España en Gijón y fue cuando me clasifiqué para el Mundial, así que llegué con la intención de intentar quedar entre las tres primeras, pero el día antes de competir, viendo el nivel de la gente que participaba, pensé que me iba a costar bastante conseguirlo. Al día siguiente salí rápido y a por todas, fui a quedar entre las tres primeras sí o sí. Cuando vi que iba a entrar en meta de primera me salió alguna lágrima de emoción. En este momento se te pasa todo por la cabeza: el trabajo que hiciste durante todo el año y el anterior, mi entrenador, mi familia, la gente que va a verte… Es una sensación que se vive una vez en la vida y que ojalá la disfrute más veces.
-¿Que te gustaría conseguir en tu trayectoria deportiva?
-De cara a este año estaría muy bien repetir lo del año pasado, que no fue poco, fue una de mis mejores temporadas. En 2017 me quedé a las puertas de clasificarme para el Europeo de Acuatlón, este año, el campeonato de España de Triatlón y el de Acuatlón será en Banyolas en el mes de julio e intentaré clasificarme para poder estar en el europeo que se celebrará en Ibiza.
De cara a un futuro, el sueño de todo deportista es el sueño olímpico. Es algo que siempre tienes ahí y me encantaría, aunque no me quita el sueño. De momento hay que seguir con los pies en la tierra, ir poquito a poco como hasta ahora.