El ciclismo asturiano vive un buen momento. Tras el parón producido por la pandemia, se están volviendo a recuperar las cifras que había antes tanto a nivel de competiciones como de licencias federativas. La Federación de Ciclismo del Principado de Asturias hace un balance positivo del año pasado y encara el 2024 con el objetivo de consolidar su estado.
Asturias es una región en la que el ciclismo siempre ha jugado un papel determinante. Su orografía ha permitido a los amantes de las dos ruedas vivir jornadas épicas en las que tanto los aficionados como los corredores han sufrido y se han emocionado a partes iguales. La Federación de Ciclismo del Principado juega un papel importante en la difusión de este deporte en la región. Con una cifra aproximada de dos mil federados, su presidente José Antonio Díaz “Walker”, hace balance de cómo ha ido el año pasado y qué metas hay sobre la mesa de cara a este nuevo año que comienza.
-¿En 2023 se ha normalizado todo tras el parón que hubo con la pandemia?
-El año pasado se cerró prácticamente normalizado. Hicimos 103 carreras en Asturias, cuando en el 2019, antes de la pandemia, hicimos 111. Es casi el calendario normal.
En cuanto a los campeonatos también se normalizó. Acudimos a trece de España de diferentes categorías y modalidades. La competición más lejana en la que estuvimos fue en Gran Canaria. También bajamos dos veces a Andalucía, tres a Murcia, Valencia, también a Madrid. Representando a Asturias fueron ciento treinta y seis deportistas y nos vinimos con 41 medallas. En total, sumando categorías y disciplinas, fueron 14 oros, 12 platas y 15 bronces. Ha sido uno de los logros más altos de nuestra historia. En cuanto a licencias, en el año 2020 aumentaron mucho por el confinamiento ya que sólo podían salir los que estaban federados. Ahora hemos recuperado el tono de antes que es en torno a las dos mil licencias. Estamos como antes de la pandemia.
“El año pasado se cerró prácticamente normalizado. Hicimos 103 carreras en Asturias, cuando en el 2019, antes de la pandemia, hicimos ciento once”
-¿Cómo se perfila el futuro cercano?
-Tenemos mucho optimismo porque, si bien otros años las medallas que se conseguían eran en categorías superiores, este año se están consiguiendo muchas a nivel de cadetes y junior. Hay un futuro muy prometedor porque tenemos gente que viene muy preparada y con muchas ganas y esto nunca lo habíamos tenido. Muchos de ellos comienzan desde los cinco o seis años y hay que agradecer a las escuelas y a toda la gente que trabaja en ellas la labor que realizan porque, si no fuera por ellos, sería imposible conseguir estos resultados. También hay mejores técnicos y preparadores. Antes, hasta que no llegaban a la élite, no se cuidaban cosas como la alimentación o los entrenamientos y ahora eso ya se hace desde pequeños. En general, hay más nivel, se está trabajando mucho mejor y los resultados son la prueba de ello. Un ejemplo claro es que en los Juegos Escolares de Cartagena nos trajimos medallas ya desde infantiles. Incluso en una categoría nos proclamamos campeones de España y en otra trajimos oro y plata. Se está funcionando bien y el futuro se ve muy alentador.
“Nuestra responsabilidad tiene que ser apoyar a los que están empezando porque es donde se crea el futuro”
-¿Existe una cantera con sello asturiano?
-En las categorías inferiores hay mucha gente. En los Juegos Escolares, el año pasado había sobre trescientos críos. En las categorías más pequeñas, es cierto que hay muchos, pero cuando llegas a cadete o a junior, que es cuando empiezan a entrenar en carretera, ya te quedas con cincuenta o sesenta. El motivo es que, muchas veces, los padres, tienen miedo de que sus hijos salgan a la carretera tal y como están las cosas. Estamos viendo que casi todos los días hay accidentes y eso, lógicamente, asusta mucho. Cuando eres más mayor, ya es tu decisión, pero cuando son más pequeños la cosa cambia. Al niño o a la niña le puede gustar, pero los padres siempre intentan alentarlos para que practiquen otros deportes en los que asuman menos riesgos. Eso es algo que en España juega en nuestra contra porque lo de entrenar en carretera es complicado. Es muy diferente a Bélgica u Holanda donde existe otra cultura. Ahí las bicicletas siempre tienen preferencia sobre los coches, los conductores están concienciados, y se respeta todo mucho más. Aquí no pasa eso.
-¿En qué se debe centrar el trabajo de la Federación?
-Yo creo que se debe focalizar mucho en apoyar el ciclismo base. En cuanto llegas a las categorías superiores, la gente buena tiene sus sponsors y ya se buscan la vida. Pero nuestra responsabilidad tiene que ser apoyar a los que están empezando porque es donde se crea el futuro. Contando siempre con que la realidad es que no tenemos los presupuestos que tienen otros deportes como el fútbol o el baloncesto. También nuestra parte tiene que ser apoyar disciplinas minoritarias como por ejemplo el BTT. Son carreras que, a los organizadores, les dan mucho trabajo. Hay que desbrozar montes, preparar circuitos, señalizar y eso es tiempo y dinero. Como no tienen recursos, el volumen de carreras va disminuyendo. Lo que está creciendo son los maratones y ultra maratones y en ciclocrós estamos haciendo nueve o diez carreras anuales, pero como sólo se corre en los meses de invierno y los fines de semana, tampoco hay muchas fechas. Esto te lo limita bastante y no puedes hacer mucho más.
Hay algunos organizadores que hasta les cuesta dinero organizar algunas carreras y muchas veces dejan de hacerlo porque no les compensa. Nosotros no es que podamos dar grandes ayudas, pero trescientos euros ya es un apoyo importante.
“La Federación Española también está fomentando el Bike Territory que es un proyecto diseñado y liderado por ellos con el que pretenden reconocer a los ayuntamientos, empresas y ciudades que están apostando por promocionar y ofrecer mejores infraestructuras y servicios para la práctica del ciclismo”
-¿Qué apoyo recibís por parte de las entidades asturianas?
-No se puede generalizar, pero aunque hay algún ayuntamiento que sí apoya, lo normal es que te pongan más pegas que facilidades. Depende mucho de los alcaldes y lo que les guste el ciclismo. Por poner un ejemplo, la Cubilla, hasta hace tres o cuatro años que llegó allí La Vuelta, casi no se podía subir. Ahora se ha reparado y está más transitable. La Federación Española también está fomentando el Bike Territory que es un proyecto diseñado y liderado por ellos con el que pretenden reconocer a los ayuntamientos, empresas y ciudades que están apostando por promocionar y ofrecer mejores infraestructuras y servicios para la práctica del ciclismo. En este sentido se están estudiando los recorridos y promocionándolos a nivel nacional. En Asturias tenemos rutas y el Ayuntamiento que más se implica en este sentido es el de Lena. Lo que pasa es que esto es más de cara al turismo, no a nivel de competición.
Con el Principado estamos trabajando para optar al campeonato de España escolar que se celebrará del 4 al 7 de julio, se está preparando un proyecto que esperamos sea del agrado de la Federación Española y nos otorgue la realización del mismo.
-¿Qué objetivos os marcáis para este 2024?
-Las perspectivas de este año pasan por mantenernos e intentar mejorar en alguna cosa. Si conseguimos volver a alcanzar la cifra de ciento once carreras, que es la que teníamos antes del 2019, sería estupendo aunque, realistamente, tampoco prevemos un crecimiento mayor. Pero por lo que sí apostamos es por mantenernos en esta línea y no ir hacia atrás. También es cierto que ahora mismo es difícil hacer una previsión porque las carreras se van organizando tan sólo unos meses antes de que se celebren. Una cosa que sí podemos asegurar es que para los seis primeros meses de este año están previstas las mismas carreras que el año pasado. Contando que Asturias es una autonomía uniprovincial, no está nada mal el volumen de carreras que tenemos. En Galicia tienen trescientas al año, pero son cuatro provincias organizando eventos y eso se nota mucho. Nosotros estamos al nivel de la media de las comunidades que son como la nuestra. Contemos también que recuperar una cosa después de haberla perdido, es muy complicado. Hace unos años, la Vuelta a Asturias eran seis días y ahora son tres. Quieren aumentar un día más, pero llevan intentándolo dos o tres años y les está siendo muy difícil. De todas formas, estamos contentos.
“Contando que Asturias es una autonomía uniprovincial, no está nada mal el volumen de carreras que tenemos”
-Este año se convocan elecciones, ¿te presentas a la reelección?
-He tomado la decisión de dejar la presidencia y dar un paso no atrás, pero sí al lado. Llevo muchos años en la Federación. Entré en el 98 y he ocupado diferentes cargos. Entre el 2008 y el 2016 estuve poco involucrado en la gestión de la asturiana, pero estuve más en activo en la española. En el 2016 volví a coger la presidencia en Asturias y ya no lo he dejado. Son ocho años en un cargo que es muy exigente. Uno va cumpliendo años y ya no tiene la misma paciencia que antes, te cansas de pelear con la gente, te vas desgastando. Tienes que hacer bastantes viajes, asistir a actos y llega un momento, como todo en la vida, en el que tienes que decir ‘hasta aquí’.
-¿Momento de plantearse otro ritmo de vida?
-Quien asuma la presidencia, si necesita algo mí, me va a tener ahí siempre para lo que necesite, pero de otra manera. La gente todavía no se cree que lo deje, pero llega el momento de parar y dedicarle tiempo a la familia. Voy a cumplir 67 años y ya no me veo en primera línea. Siempre dije que no entendía cómo la gente se perpetuaba en el cargo y ahora me veo a mí mismo y no quiero que sea así. Hay que dejar pasar a otros que vengan con ideas nuevas, enfoques diferentes y con otro ánimo. De todas formas, dejaré planificada la temporada porque también entiendo que, quien entre, va a tener que hacerse con todo y cuantos menos temas pendientes tenga que gestionar, mejor. Convocaremos las elecciones en el segundo semestre porque la normativa dice que los deportes no olímpicos tienen que hacerlo en el primer semestre del año y, los olímpicos, en el segundo.