Pequeñas explotaciones ganaderas de carácter familiar se han unido para producir carne de ternera de calidad diferenciada.
Estos ganaderos utilizan el sistema tradicional de crianza de ganado, que se basa en el aprovechamiento de los prados y pastos de la montaña de la Sierra del Cuera, al que le aplican las nuevas y modernas formas de producción. Trabajan exclusivamente con razas autóctonas: la Asturiana de la Montaña -también llamada Casina- pasta en las zonas altas, y la Asturiana de los Valles crece junto al mar.
Las vacas viven en alojamientos adecuados y se alimentan en praderas verdes que no han sido tratadas ni con herbicidas ni con abonos químicos. El ternero mama de su madre el tiempo que precisa, siguiendo su ciclo natural, y sólo tres meses antes de ser sacrificadas las vacas completan su dieta con cereales, heno y legumbres ecológicas.
Las vacas se alimentan en praderas verdes que no han sido tratadas con herbicidas.
Esta vida relajada da lugar a una carne de excelente calidad, desarrollada bajo la etiqueta de Producción Agraria Ecológica. En el plato destacan su tierna textura, excelente sabor y fácil preparación. No necesita apenas condimentos para que el comensal note en el paladar el sabor de una carne única.
Con este sistema los ganaderos agrupados bajo la denominación Bioastur, apuestan paralelamente por una forma de vida tradicional, conservan el entorno que tanto valoran y que son el sustento de sus animales, y además ayudan a preservar la raza Casina, actualmente en peligro de extinción, ya que su pequeño tamaño ha desplazado su crianza en favor de razas de mayor porte.
Producir y consumir carne de estas explotaciones ecológicas se convierte también en toda una declaración de intenciones, ayudando a preservar el modo de vida rural.
Información facilitada por Bioastur.