Muchas son las razones para hablar bien de Cabranes, pero en los meses de mayo y junio es la gastronomía del concejo la que acapara la mayor atención.
Mayo sabe a arroz con leche en el concejo cabraniego. La culpa la tiene el afamado Festival que se celebra cada año en Santa Eulalia de Cabranes en honor a este postre tan típicamente asturiano. La cita en esta ocasión se reserva para el domingo 13 de mayo: un día muy especial para los vecinos, que compiten en el concurso de arroz con leche. El jurado tiene la difícil tarea de elegir los mejores postres entre todos los que se presentan, que no son pocos, y que incluso vienen de otros concejos asturianos. La tradición está tan arraigada que previamente al festival se imparten talleres para enseñar a elaborar este plato; en la edición de este año la actividad estará guiada por el periodista gastronómico David Fernández-Prada.
Los asistentes al Festival podrán también disfrutar con las actuaciones de bandas de gaitas, exposiciones y visitar el Mercáu tradicional y de productos agroalimentarios que complementa a este evento.
Previamente al Festival del arroz con leche se imparten talleres para enseñar a elaborar este plato; este año la actividad estará guiada por el periodista gastronómico David Fernández-Prada.
La del domingo es pues una dulce jornada, el colofón a una agenda lúdica que comienza el viernes con el inicio de las Fiestas de San Francisco de Paula y que entre otras cosas, incluye una jornada de confraternización de vecinos y amigos de Cabranes y un día de convivencia infantil.
La boroña en el plato
A pocos kilómetros de Santa Eulalia se encuentra la localidad de Torazo, un pequeño núcleo rural que dio la campanada el año 2008, al conseguir el premio al Pueblo Ejemplar que otorga la Fundación Príncipe de Asturias. La Asociación Cultural Incós fue la promotora de la candidatura y la que consiguió con su trabajo poner a Cabranes, y por ende a Torazo, en el mapa de una manera definitiva. Ya han pasado cuatro años
desde aquel logro y José Antonio Martínez Rozas, presidente de Incós, reconoce que fue un revulsivo para el colectivo y por supuesto para el pueblo: «Tenemos hoy día una afluencia de visitantes muy interesante, ya que Torazo cuenta con unas instalaciones de hoteles y restaurantes que hacen el paseo por estos lugares sumamente agradable».
La ocasión ideal para visitar esta localidad viene de la mano de un evento gastronómico en junio. El primer domingo del mes tiene lugar el Festival de la Boroña de Forna, un gran bollo de pan de maíz relleno de suculento compango. Aunque el Festival se celebra esa fecha, tradicionalmente el día de la boroña en Torazo siempre ha sido en Pascua, el domingo de Resurrección. En esa jornada no hay una casa en el pueblo que no tenga su boroña. «Es como el día del pavo en EE.UU, -bromea José Antonio Martínez-. Aquí decimos que los americanos copiaron de los de Torazo: nosotros pusimos la boroña y ellos pusieron el pavo».
El primer domingo del mes tiene lugar en Torazo el Festival de la Boroña de Forna, un gran bollo de pan de maíz relleno de suculento compango.
El 3 de junio es un buen momento para probar esta especialidad, pues durante el Festival -que cumple 14 años- se ponen a la venta raciones de boroña. El año pasado cerca de mil personas degustaron, en las carpas habilitadas para la ocasión, nada menos que 35 boroñas. El día se complementa con otras actividades en paralelo, como un mercado astur, teatro, etc. Aunque es la Asociación Incós la que se encarga de la organización general, en realidad es todo el pueblo de Torazo el que con su colaboración consigue buenos resultados. Como asegura José Antonio, «ese día todo el mundo tiene trabajo».
Una de las primicias que comparte el presidente de Incós es que ya está prácticamente creada la Cofradía Gastronómica de la Boroña de Forna de Torazo, que en breve prevé participar en algunos capítulos con otras cofradías como la de los Nabos o la del Sabadiego.
El arte del arroz con leche
Para hacer un buen arroz con leche hace falta meterse en la cocina sin prisa. Ésa es la condición que pone Esther Palacio Alonso, vecina de Cabranes. Esta ama de casa conoce los secretos del postre que ha hecho famoso al concejo, pues lleva muchos años preparándolo y participando en el Festival con muy buenos resultados.
Esther todavía recuerda el momento en que nació este evento hace ya 32 años, cuando el difunto alcalde Joaquín Llorís pensó en cómo dar más realce a las fiestas de San Paula. Siguiendo el ejemplo de otros concejos quiso enriquecerlo con un festival dedicado a algún producto de la zona, y qué mejor que el arroz con leche. Con el tiempo, se ha demostrado que fue una buena elección.