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martes 8, octubre 2024

Chigres, qué lugares

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Muchas veces cuando estamos en Asturias no damos importancia a los bares que disfrutamos; como bien sabemos hay bares, restaurantes, cafeterías y en Asturias tenemos CHIGRES, sí señores, ¡tenemos chigres!, y eso es algo que debemos de respetar y reivindicar, ya que son parte de nuestra cultura.

Un chigre nos puede recordar al “bareto” de serrín en el suelo, señora de bata fina cruzada, también llamado filipina o mandil, y en la cual te hablan con familiaridad… “¿Qué dice Pepe?”, “¿La tu fía ya parió?”. Son donde nos conocen, donde saben nuestros nombres, saben cómo va toda la parentela y lo que es mejor, saben lo que nos gusta.

Pero ¿qué ye un chigre, qué ye ir de chigres, qué ye un chigrero…?

El Diccionario de la Real Academia Española de 2001 recoge como única acepción “Tienda donde se vende sidra u otras bebidas al por menor”. En otras ocasiones como en la edición de 2013 de Gredos recoge este significado y el de un término marinero, el cuál ahora no nos incumbe. Si no nos ponemos tan catedráticos es más fácil de explicar: son los bares de toda la vida, son bares que dan el amor de la barra de un bar, como decía Gabinete Caligari, son esa esencia de barrios y pueblos, castizos, más que un bocata de calamares para un madrileño, son pequeños recodos de esencia donde se canta, donde el serrín se marida en el suelo con la sidra recién tirada, este olor resulta hasta prestoso.

Los chigres son los bares de toda la vida, son bares que dan el amor de la barra de un bar, como decía Gabinete Caligari, son esa esencia de barrios y pueblos (…) son pequeños recodos de esencia donde se canta, donde el serrín se marida en el suelo con la sidra recién tirada.

Cuando entramos vemos que el tiempo se paró en sus parroquianos, que por mucho que tenga un cartel de “No aceptamos Bizum” no hace falta, bastante es que tengan WI-FI, y los que lo tienen, en muchos de hecho, he podido ver cómo ponen carteles que dictan “No hay wifi, hablen entre ustedes” y es que sinceramente, tienen razón, el tema del Internet se nos va muchas veces de la mano.

Una de las cosas que son muy de chigre era el cantar, y cuando digo era, es que ya es una rara avis, una tradición en peligro de extinción, como pueden ser otras tantas, como alguna que otra danza, y esto sinceramente es una pena. Se extinguen ya que no somos capaces, (muchas veces) de promocionar lo nuestro, pero se nos llena la boca de promocionar y ensalzar lo foráneo.

Son cosas de viejos eso de los cantares (eso creen algunos), y al ser muchas veces de tradición oral ya que no hay registro en libros, se van perdiendo verso por verso y acorde por acorde. Pero esto trata de recuperar la tradición y por ello ya son muchos los chigres y sidrerías en los que pequeños grupos entonan cantares como este, seguro que os suena:

Tú serás el bien de mío vida,
tú serás el bien de mío alma,
tú serás el páxaru pintu
qu’alegre canta pela mañana.

Sin mencionar sitios concretos, sabed que, en el bulevar de la sidra de Gascona, sus sidrerías organizan cantares para poder disfrutarlos mientras degustamos una buena tapa y, cómo no, de unos buenos culetes bien tirados.

Retomemos con el chigre, ya tenemos claro que es un bar tradicional con olor a sidra, con lo cual tiene que haber sí o sí sidra, el nombre varía como es lógico, muchos llevan el nombre de los dueños “Casa Manolo” o del pueblo “Bar Mieres”, muchos son heredados de padres a hijos e incluso de sus abuelos, muchos de los carteles que antes colgaban eran del Águila Negra de Colloto o de Trina je,je, ¡eso sí que es vintage y no los muñecos de Madelman y Nancy!

Mesas de madera y taburetes, serrín para que la sidra no mojase el suelo no vaya a ser que resbale alguien, y aunque ésta era tirada en duernu de madera, el cual se iba empujando con el pie de mesa a mesa por el que escanciaba, ¡siempre salpicaba!

En muchos de ellos podemos salir fuera y disfrutar de una mesina en la entrada, coger la sidra y llevarla a un banco en un prao o disfrutar de una puesta de sol en la “Cuesta del cholo”.

“Cuesta del cholo”
“Cuesta del cholo”

En muchos de ellos podemos salir fuera y disfrutar de una mesina en la entrada, coger la sidra y llevarla a un banco en un prao o disfrutar de una puesta de sol en la “Cuesta del cholo”. Eso sí que ye un placer terrenal.

La comida no puede faltar, un plato de aceitunas “de las que pican”, patatas fritas de Sabugo o Pumarín, los cacahuetes con cáscara y si tienen sal por fuera… mucho mejor. Un cacho pan con una rodaja de chorizo y trinchado, cómo no, con su palillo plano… y esto normalmente te lo solían dar por la cara, pero “de lo de balde” no vive el chigrero.

Recuerdo cartas a mano en hoja de libreta y pizarras de tiza que fueron poco a poco sustituyendo por fotocopias plastificadas, y con la comida pasó lo mismo, unos calamares a la romana, un chorizo a la sidra, un platín de queso, unas parrochas, patatas bravas o un buen plato de chosco o lacón con sus patatas (esto es sólo un pequeño listado sobre lo mucho que podemos encontrar). Al igual que los carteles, la ropa del chigreru/a y el mobiliario cambió, los menús y cartas han ido incorporando recetas, como perritos calientes de panes de brioche con algún otro topping, o croquetas… pero con boletus y foia, je,je, no de jamón.

Comidas de chigre

Dicen que los asturianos somos de buen yantar, que nos gusta beber y comer en cantidad, (algún que otro babayu diz que tenemos la habilidad de un cubo, ¡que sabrá!) a lo de cantidad voy a agregar calidad. Sí, señores, nos gusta comer con calidad, nadie habla de estrellas, ojo que las tenemos y podemos presumir de ello, pero cuando hablo de calidad, hablo de quesos, carnes y pescados, de buenos palos de sidra y cómo no, de productos de la güerta…

Muchos confunden que vamos por esto a los bares, pero no, no sólo es eso, porque para eso podemos ir a cualquier restaurante de cualquiera de nuestros pueblos y ciudades. Cuando un asturiano va de chigres no ye sólo por comer, ni tan siquiera sólo por beber, es por ir con la gente; nos gusta relacionarnos, entablar conversación y estar en casa, y qué mejor que estar en un sitio como en tu casa sin ser donde vives, pero sí convives, donde seguramente hay muchos “cuñaos” pero ninguno ye el tuyo, o sí, ya sabemos siempre qué puede pasar.

Cuando un asturiano va de chigres no ye sólo por comer, ni tan siquiera sólo por beber, es por ir con la gente; nos gusta relacionarnos, entablar conversación y estar como en casa.

Cuadro de PinLugares donde nos llaman por el nombre, donde saben a la hora que salimos del trabajo y qué nos gusta tomar. Y los de fuera, que son reconocidos antes casi de cruzar la puerta y para quienes sólo es un sitio peculiar, muchas veces se asombran de la decoración, esperan una hora para beber un culín recién tirado o dicen, como oí yo este verano en Xixón, que ese sitio se llama “chigrería” (la verdad que me hizo gracia oír ese nuevo término, desconocido, por lo menos para mí, jeje).

Son y han de ser parte de nuestra cultura, debemos de respetarlos como a cualquier otra tradición y debemos de quererlos. Ojo, que no estoy incitando a que vayamos de chigre en chigre y cojamos una cogorza, ni que vayamos a sitios en contra de nuestra voluntad, siempre tenemos que tener los preferidos, pero no dejemos que caigan en el olvido porque, ¿acaso no presumen los de Valladolid de sus bodegas en Fuensaldaña? Pues nosotros también.

Son y han de ser parte de nuestra cultura, debemos de respetarlos como a cualquier otra tradición y debemos de quererlos.

Ahora es buen momento para recorrer alguno que otro chigre a lo largo de nuestra tierra, dentro de poco serán las jornadas en Oviedo de El Desarme, les Cebolles Rellenes el mes que viene en El Entrego y los Nabos en Sotrondio, en Noreña en diciembre los callos, y por supuesto muchas jornadas en toda Asturias de la matanza. Sólo tenemos que buscar un poco y nos saldrán más jornadas gastronómicas que días para poder ir. Y si no, siempre tenemos la opción de ir a Tiñana y disfrutar de los de la plaza de la iglesia, o los del barrio, como no.

Os dejo una receta que, aunque muchos no la tienen, yo, si la veo en la carta, cae fijo: los chipirones afogaos.

Chipirones afogaos al estilo de Sonya O. Álvarez

Chipirones afogaos

Plato: Plato principal
Cocina: Asturiana
Keyword: chipirones, guindilla, sidra
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Ingredientes

  • 1 kg de chipirones
  • 2 cebollas
  • 3 dientes de ajo
  • 1 guindilla
  • 1 vaso de sidra
  • Una rama de perejil
  • Sal
  • Aceite de oliva

Elaboración paso a paso

  • Limpiamos los chipirones y los reservamos. Pelamos y picamos en juliana las cebollas y el ajo, en una cazuela calentamos un poco de aceite y agregamos la cebolla y el ajo con una pizca de sal, pochamos a fuego medio durante unos 15 minutos.
  • Una vez pochados, echamos el vaso de sidra, y dejamos que se evapore el alcohol.
  • Añadimos la guindilla y los chipirones y cocinamos a fuego suave durante 20 minutos.
  • Rectificamos de sal y servimos con un poco de perejil.
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