El señor alcalde de Siero, (capital de la asturianía, se autodefinía la Pola), donde el cura bendice los güevos pintos en asturiano, una de cuyas fiestas principales celebra el conceyu de comadres, rechaza una moción escrita en asturiano porque no la entiende. “Es como si mañana me la presentan en chino”.
No será tarde, porque los industriales orientales avanzan en la construcción de almacenes en el municipio de su gestión, y además alguien ha sugerido que en el macro polígono de Bobes, basado en macro expropiaciones, que lleva más de diez años parado, se plante arroz. Tiene una lógica si tenemos en cuenta que solamente en las cuencas mineras hay 44.000 metros cuadrados de naves industriales sin uso.
Lo que me sorprende es que Don Ángel García no comprenda la forma de hablar habitual de su vecindario y, sin embargo, sea capaz de descifrar el lenguaje administrativo, que emana de su corporación, o del BOPA, tan opaco para el común de los mortales que la judicatura asturiana se ha hecho famosa en el país porque quiere dictar sentencias comprensibles.
Con su postura se ha unido el edil poleso, -espero que sin querer-, a los argumentos del partido que copia a Ledesma Ramos, pero se enfada si le dicen fascista. Los señoritos han puesto la lengua astur como campo de batalla principal en los últimos meses; ya se sabe que es una forma inadecuada de hablar para la gente elegante. El populacho no pinta bien en la ópera ni en los estudios superiores; hubo en los comienzos de la Facultad de Medicina un sinvergüenza capaz de decir ante la pizarra: “Esto le entiende hasta uno de la Cuenca”
Nadie le partió la cara, señal de que los hijos de mineros no eran demonios con dinamita. Los señoritos prefieren el inglés, evidentemente, -y no conducen como en el Reino Unido porque tendrían que usar la izquierda-. Así es que en estos días estaremos atacados por el Black Friday, aunque nadie sepa qué leches quiere decir la palabreja.
Ofertas nos irán llegando de todo tipo. Por ejemplo, en viajes. Las islas son las más afectadas por el descenso del turismo, así que se lanzan al ataque; en un periódico de Oviedo sale un anuncio del organismo Turismo de las Islas Canarias en el que se afirma: “Las Canarias destino soñado para los remote workers”. Ya ve, y usted creyendo que era el de los alemanes. Que también lo son de Baleares, donde intentan evitar contagios; según TVE allí no hacen reuniones matutinas de planificación, sino que nos muestra el “Briefing de primera hora de los rastreadores”. Si hablaran de balompié dirían scouting, esa función que todos los equipos modestos conocían como de ojeadores.
El banco Mediolanum nos dice que podríamos disfrutar mucho con sus empleados, a nuestra disposición 24 horas durante 365 días; en serio, como madres, porque son Family bankers. Bankia ha sustituido sus oficinas por autobuses que van a los pueblos; nada nuevo, ya lo hacía la Caja de Ahorros en la Feria de Muestras hace treinta años, pero es que estos llevan vehículo con mensaje. Como ven en la foto, The Bankia financial services quiere concienciar a los habitantes de un poblachón manchego que The Earth needs our support. ¿Entendido? Para la población mayor como si les hablaran en chino.
Mis respetos para las plantillas del Sespa, excelentes profesionales que intentan cuidar de nuestra salud pese a la escasez de efectivos; no tanto para sus dirigentes, algunos de los cuales pagarían con tal de salir en la tele. Uno de ellos, criado en la Cuenca, por ende, más sensato, se pone ante el micro para ubicarnos con toda crudeza: “La situación es… jodida… Podría usar una expresión menos soez, pero…” Es tan preocupante que nos aproximamos al colapso; tanto que ha sido preciso habilitar un gabinete telefónico para descongestionar a las administrativas de los centros de salud. ¿Cómo se llama el invento? ¿Centralita del Sespa? ¿Sala de coordinación? ¿Centro de llamadas? ¿Central de reservas? ¡No señor, que eso no hay quien lo entienda! Lo llaman como siempre hemos llamado los asturianos a estas cosas: Call center. ¿Entendido? Para la vecina del quinto como si le hablaran en chino.
El partido de admiradores de Ledesma Ramos hace bien en advertirnos de los peligros del asturiano; no sólo nos aparta de las lenguas de la modernidad más moderna, sino que puede convertir a Asturies en cuna de independentistas. Ya se sabe que el siguiente paso es el imperialismo; de imperios saben mucho los señoritos. El antiguo reino astur llegaba hasta el norte de Cáceres. Según noticias de la TVE el expansionismo asturianista ya ha empezado: Vean la prueba que me remite Sofía Morales (gracies, ne), ¡León es provincia de Asturias!
