El mar también se siembra y se cosecha. No de hortalizas ni de flores ornamentales, sino de erizos o almejas. De esto saben mucho en el Centro de Experimentación Pesquera de Castropol, donde llevan varios años criando equinodermos y moluscos para repoblar el litoral asturiano. Al frente del Centro se encuentra la bióloga Carmen Rodríguez.
Carmen es natural de Vegadeo y conoce en profundidad el estado de su ría. Lleva veintiocho años en el Centro de Castropol y, aunque parece mucho tiempo, asegura que «todavía seguimos innovando. Es una labor de equipo que no sólo contempla el campo de la biología sino otras muchas cuestiones, como por ejemplo el diseño de un tanque. Y en esto nos implicamos todos: biólogos, técnicos de mantenimiento y técnicos de laboratorio… Es un trabajo muy gratificante».
El equipamiento depende del Centro de Experimentación Pesquera de Gijón, y nació en el año 1989 para dar un servicio de depuración de moluscos. Con el tiempo fue creciendo y diversificando su actividad. Actualmente también se ocupan de la reproducción de almejas, erizos y ostras rizadas destinadas a repoblación.
-Llevan varios años poniendo a punto las técnicas para el cultivo de especies marinas, y ahora están repoblando en las zonas de almeja y erizo.
-Esto último lo llevamos haciendo con más insistencia desde hace cinco años. En el caso de la almeja, hemos afinado la técnica de cultivo para optimizar la producción y aumentar la supervivencia. Se han hecho repoblaciones en las dos zonas productoras de Asturias: la ría del Eo y la de Villaviciosa, esta última en mayor medida porque tiene un mayor colectivo de mariscadores. Hablamos de 2.500.000 unidades en los últimos cinco años.
Pretendemos potenciar el recurso para aumentar la producción natural, de forma que se pueda mariscar de forma sostenible y el sector pesquero se beneficie.
-¿Este trabajo influye en la calidad del producto?.
-No, y tampoco es lo que buscamos, porque la calidad del medio natural ya es más que suficiente. Lo que pretendemos es potenciar el recurso para aumentar la producción natural, de forma que se pueda mariscar de forma sostenible y el sector pesquero se beneficie. Con eso ya tenemos los objetivos cumplidos.
-¿Cuál es el estado de las poblaciones de erizos y almejas en Asturias?
-La población de almejas se mantiene y aumenta. Quien mejor lleva el seguimiento en este sentido es el colectivo de Villaviciosa, y están contentos, porque notan que hay más.
En cuanto al erizo de mar, en el último estudio cartografiado de la costa -aproximadamente en 2006- se apreció una reducción de las poblaciones naturales, sobre todo en el Occidente. Teniendo en cuenta este dato, y como es un recurso muy importante para Asturias, se decidió iniciar la repoblación. Las campañas se hacen en la zona que va desde Luarca hacia la ría del Eo, con unos 5.000 o 6.000 individuos al año.
También el año pasado comenzamos el cultivo de ostras, porque hay pocos criaderos y por lo tanto un bajo suministro de semillas. Se hizo por primera vez con la ostra del Eo, se consiguieron 500.000 unidades que ya están engordando en la ría y ahora estamos con otra producción en fase larvaria.
-El año pasado trabajaron con pulpos, pero este año no pudo ser por problemas de financiación.
-Eran proyectos cofinanciados por la Secretaría de pesca y esa línea se cerró. El problema del pulpo no es que nazca, lo difícil es que continúe después de 30 ó 40 días. Es una especie más complicada, puede sufrir estrés, se atacan entre ellos si no hay alimento, el manejo es más delicado… por eso al final hay una mortalidad muy alta.
-¿Es buena la calidad de nuestros moluscos?
-Te respondo con una anécdota. Hace poco se celebró en Gijón el Congreso nacional de acuicultura, y se realizó una visita técnica a nuestro centro, con una degustación de ostras. Los asistentes comentaron que no habían probado en ninguna otra parte de la costa española un sabor como éste.