Subido a una piragua, en bicicleta, caminando o bajando por una cuerda en los barrancos, la naturaleza se percibe diferente, pero si además sucede en un entorno como el de Boal, la experiencia se transforma en un privilegio.
En el albergue de Serandinas conocen a la perfección las posibilidades que ofrece la orografía del occidente y especialmente las que aporta el gran caudal del Navia. Kaly, como es conocido el empresario Juan Carlos Menéndez empezó a ofertar excursiones en canoa por el río hace casi 30 años, y con el tiempo ha ido sumando nuevas experiencias que enriquecen la visita del viajero y que incluyen el descenso de barrancos, la escalada, el senderismo, etc. Luego, llegó el Albergue de Serandinas y ha ido creciendo hasta constituir un importante núcleo de atracción turística y también una gran familia de personas que disfrutan realizando actividades en la naturaleza. La experiencia les ha llevado a ser la única empresa de turismo activo con cuatro premios al mejor productos de Turismo Activo en FITUR.
Boal ofrece posibilidades de deportes y aventura para toda la familia.
«Descender el río Navia en canoa siguiendo la ruta de los embalses es una experiencia única que enamora a todo el que lo prueba. No es para menos, el entorno es espectacular y de esta forma se accede a lugares casi inaccesibles, como pueblos semiabandonados donde solo reinan los sonidos de la naturaleza», explica Kaly. Por eso, son muchas las personas que se acercan a probar esta y otras aventuras, algunas incluso sin tener experiencia previa en piraguas o kayak. «Esto no supone un inconveniente porque entre las rutas que hacemos hay alguna como la del río Polea, de aguas especialmente tranquilas, y además siempre se va acompañado de monitores especializados que enseñan a manejar el material, interpretan el entorno y te ayudan en lo que se necesite. Queremos que todo el mundo pueda disfrutar y por eso también ofertamos actividades accesibles».
Para el empresario de Serandinas su empresa de turismo de aventuras es mucho más que una salida profesional, al final, es una apuesta por vivir en el campo disfrutando de todo lo que ofrece y compartiéndolo con todo el que quiera conocer el valle de forma diferente.
Y si conocer el entorno del concejo de Boal subido a una canoa es una experiencia inolvidable no lo es menos hacerlo en una ruta a caballo. Los innumerables senderos que ofrece el municipio permiten diferentes excursiones a la naturaleza, y por eso existen iniciativas de este tipo como las que ofrecen Mencía López y Javier Saavedra en el hotel rural La Solana Posada de Caballos. Ambos emprendedores son aficionados al mundo de la equitación y tienen seis caballos a su cargo con los que organizan rutas. «El entorno que tenemos es ideal para esta actividad porque cuenta con pistas adecuadas tanto para los animales como para los jinetes -explica Javier-. No hacemos las típicas rutas a caballo, intentamos dar siempre un toque de aventura a todas las salidas que varía en función del nivel de monta que tenga el cliente. Cuando las personas son principiantes enriquecemos el itinerario llevándoles a ver fauna de la zona. Como conozco el entorno casi siempre encontramos algo, como buitres, águilas y caballos salvajes. En ocasiones también lobos, zorros y jabalíes».