Hay que apuntarlo porque merece la pena: se celebra todos los segundos domingos de cada mes. ¿Es un mercadillo? Más que eso, es una red social de colaboración que permite al público interactuar con comerciantes, artesanos y artistas.
Se celebra siempre: llueva, haga frío o calor. La climatología asturiana no condiciona un evento en el que si el pronóstico del tiempo incluye agua, se traslada desde la Plaza Mayor de Santolaya de Cabranes, al polideportivo que está justo al lado.
Hablamos de un concepto más amplio que lo que uno imagina al pensar en un mercado tradicional. «Se basa en el encuentro de gente de la zona y en la posibilidad de acceder a actividades, como música y talleres», explica Ángela Rodríguez Vega, la presidenta de la asociación creada para dotar a este evento de una organización sólida. «Cabranes es un concejo pequeño, pero ha crecido en los últimos años. Se arregló la carretera, empezó a venir a vivir gente más joven, se activó el vivero de empresas, aumentaron las actividades… Es una zona rural que ha ganado movimiento». Fue entonces cuando se empezó a gestar, entre otros nuevos proyectos, la posibilidad de recuperar lo que antes eran los mercados en la plaza del pueblo. Con el apoyo del Ayuntamiento, el primer Tenderete se celebró en junio de 2013. Hoy hay lista de espera para participar. «Incluso nos han llamado de otros concejos para interesarse por cómo lo hemos hecho, y ya hay algún proyecto en marcha que esperamos que llegue a concretarse». ¿Las claves? Una de ellas es que hay de todo. «No queríamos que fuera sólo un mercado de comida, o de artesanía, o de segunda mano. Lo queríamos completo. Así que puedes encontrar productores de alimentación, puestos de comida para consumir sobre la marcha, excedentes de huerta, artesanías…»
Uno de los aspectos que destaca Ángela Rodriguez es el efecto integrador de esta cita dominical. En los últimos años ha aumentado la población en la zona rural, en parte por influencia de la crisis, y se buscan nuevas formas de autoempleo. «Para muchas personas esto es un pequeño trampolín de su actividad o su producto. Aquí, por muy poco dinero -los que organizamos no cobramos nada, sólo cubrimos gastos- tienen la oportunidad de probar si lo que hacen interesa a la gente. Algunos han ido para adelante y han llegado a montar su empresa. Además de eso, es punto de conexión entre la gente que ha llegado nueva y los que viven de siempre en el pueblo. Y eso también es importante para nosotros, que esos domingos sean un día de encuentro».
Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo