El corazón social y cultural de Grandas de Salime late con buena salud gracias a la actividad que, desde hace 16 años, promueve la Asociación Cultural El Carpio.
Se pusieron en marcha con el objetivo de dinamizar la vida en Grandas de Salime y crear una asociación que integrara a sus habitantes, con actividades que cada vecino sintiese como propias. El objetivo está más que conseguido: El Carpio tiene 311 socios y Grandas no llega ahora mismo a 900 habitantes.
El nombre de este colectivo proviene de un antiguo puente que quedó bajo las aguas del río Navia cuando se construyó la presa en el año 54. «El río cruza el municipio y separa los pueblos de la margen derecha del resto del concejo -comenta Rosa Monjardín, presidenta de la Asociación-. Cuando se construyó la presa, el puente quedó bajo el agua y actualmente lo único que se conserva de él es una fotografía, pero mucha gente de la zona recuerda su historia. Elegimos ese nombre porque simboliza los objetivos que queríamos conseguir, que es ser vía de comunicación y difusión de la cultura entre los habitantes del concejo. Además, intentamos salvar de la profundidad del olvido ciertas tradiciones para que, a diferencia del puente de El Carpio, no se nos queden olvidadas bajo las aguas del río Navia».
El colectivo realiza actividades de todo tipo. Anualmente celebra un concurso de cuentos para niños y de relatos para adultos cuya convocatoria es un verdadero éxito. En el de cuentos, no solo participan los colegios de la zona sino que se han implicado otros centros de Cangas del Narcea o Navia. La sorpresa mayúscula llegó con el de relatos que este año cumplió su XVI edición ya que la Asociación recibe trabajos desde muchos lugares de la geografía española pero también del extranjero como Uruguay o Cuba. «Lo publicamos a través de las redes sociales y la verdad es que nos sorprende mucho porque somos una asociación modesta y los premios son muy módicos –comenta Rosa-. Esto quiere decir que la gente participa por interés y porque le gusta este tipo de cosas».
También organizan dos viajes al año. Uno en primavera, época en la que se desplazan fuera de la región, y otro en otoño de un solo día de duración en el que aprovechan para visitar el entorno más cercano, y de esta forma poner en valor el patrimonio de Asturias.
Carnaval para los niños, un concurso de tarjetas de Navidad, actividades de senderismo con la participación en los encuentros astur-galaicos, y todos los años un paseo en piragua a fin de promocionar el embalse de Grandas entre otras muchas actividades. La lista es extensa a lo largo de los 365 días del año. Pero hay otro evento que celebran con especial cariño, y es la organización de una exposición sobre un grandalés que realice algún tipo de actividad destacable, bien sea artesanal o artística. «Este año va a ser una exposición de fotografía de Salvador Rodríguez -prosigue la presidenta-. Todavía no sabemos el tema concreto en el que se va a centrar pero sabemos que tiene muchos trabajos realizados. Esta actividad la hacemos coincidir con las fiestas de Grandas, que son el primer fin de semana de agosto, y con el Feirón que es justamente el domingo siguiente a las fiestas. Durante esos días pasan más de 300 personas a ver la exposición que para un lugar como este es mucha gente. Nos sentimos muy orgullosos de esto porque es un homenaje a gente de aquí».