En combinación con la entrada al Museo de la Sidra, tres lagares de Nava ofrecen visitas guiadas. La iniciativa, que ya está funcionando, busca impulsar este espacio y atraer a más gente, además de ofrecer una perspectiva real e interactiva sobre el proceso de elaboración de la bebida.
Tras unos años difíciles, se están dando pasos para que el Museo retome el lugar que le corresponde en el mapa turístico, ya que está dedicado a uno de los elementos más reconocibles de la región. «Cualquier turista que venga a Asturias debería visitar este museo», sentencia Juan Cañal, alcalde de Nava y presidente de la Fundación de la Sidra. Para ello se están valorando diferentes proyectos, como buscar nuevas vías de promoción, incluir el Museo en la oferta turística del Principado a través de Recrea, o concertar visitas para escolares, algo que ya se podrá en marcha el curso que viene. De momento la oferta estrella, que ya está funcionando, es la posibilidad de comprar por diez euros una entrada combinada para visitar el Museo de la Sidra y alguno de los lagares colaboradores: Viuda de Angelón, Viuda de Corsino y Orizón. «La lógica dice que sean lagares de Nava, por una cuestión de cercanía, pero no estamos cerrados a ninguna propuesta. Es necesario destacar que los lagares participantes lo están haciendo de forma altruista», explica Cañal. Los lagares se van alternando para dar respuesta a la demanda, que debe gestionarse con reserva previa.
Con todo esto se busca cerrar una etapa que no ha sido fácil. «El Museo ha atravesado muchas dificultades, se usó en el pasado como arma arrojadiza para la confrontación política y como resultado se estaba dejando caer. Hay que destacar especialmente la labor de los trabajadores, grandes profesionales y conocedores del mundo de la sidra, que han demostrado su vinculación con el proyecto llegando incluso a estar meses sin cobrar. Ahora los pagos están regularizados, pero es justo reconocer que ellos son los que verdaderamente sostienen el Museo», afirma Cañal.
Ya se sabe que en Nava la sidra es mucho más que un producto. Precisamente acaba de inaugurarse también el Paseo de las 100 variedades en la Finca naveta de El Enguilu, una iniciativa de cultivo de 106 variedades autóctonas de manzana de sidra, dirigida por la cooperativa Campoastur. Además de servir como base para la experimentación de técnicas de mejora, también está concebido como una experiencia pedagógica, para dar a conocer los diferentes tipos de manzanos y sus cuidados para conseguir frutos para la mejor sidra. «Y además -apunta el alcalde- según vayan creciendo los árboles va a ser un espectáculo, sobre todo en la época de floración».
Los visitantes que acuden a Nava tienen curiosidad e interés por conocer el mundo de la sidra en todas sus facetas, y desde el concejo buscar dar respuesta a estas demandas, dando cabida a propuestas enriquecedoras y usando el Museo de la Sidra como centro de las iniciativas.
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