El Principado acaba de presentar Angliru 2.0, un proyecto piloto de tecnología digital que quiere poner en marcha en Riosa para impulsar el turismo deportivo y de naturaleza. El programa, que se desarrollará en colaboración con el Ayuntamiento de Riosa, incluye también monitorización de ganado y mediciones medioambientales.
El proyecto acaba ser presentado por el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, el director general de Innovación, Iván Aitor Lucas y la alcaldesa de Riosa, Ana Díaz el pasado jueves en la Casa de Cultura de la localidad y nace como un proyecto piloto vinculado al internet de las cosas. Persigue llevar la innovación digital a la vida cotidiana a través de la tecnología, de la conexión entre dispositivos. Prevén tenerlo en funcionamiento antes de la llegada de La Vuelta Ciclista a España -el próximo septiembre- para utilizar este evento como trampolín.
¿En qué consiste esta iniciativa pionera?
Aprovechando la orografía abrupta de la zona se van a instalar una serie de sensores tanto en la zona de montaña como del concejo con varios fines. “Hasta ahora las redes estaban funcionando en núcleos, pero poco se está haciendo también en el territorio, y resulta que Asturias es la comunidad más irregular de toda España. Este hecho, lejos de verlo como un perjuicio, se puede ver como una oportunidad porque lo que funcione en Asturias va a funcionar casi en cualquier parte del mundo”, explica Borja Sánchez, consejero de Ciencia e Innovación.
Se trata de una nueva tecnología que se llama Loran y es una especie de wifi de largo alcance que utiliza antenas muy pequeñas y que quedarán camufladas en el paisaje.
Todo ello va a ser posible gracias a la creación de una especie de red wifi de largo alcance que debido a estas pequeñas antenas, permitirá que llegue la señal hasta 20 kilómetros de distancia. El director general de Innovación, Iván Aitor Lucas, dice que “aunque se trata de una zona complicada a nivel orográfico lo bueno que tiene es que no hay grandes sombras, un hecho que dificultaría bastante el proyecto. Así, con tan solo dos o tres pequeñas antenas camufladas en el paisaje tendremos una gran cobertura para toda la zona.
¿Quiénes se van a beneficiar?
Sensorizar el Angliru ofrece un sinfín de posibilidades. Desde el punto de vista deportivo las personas aficionadas al ciclismo o participantes en carreras que así lo deseen podrán medir y compartir los tiempos de subida hasta lo alto del Puerto.
Quienes deseen formar parte de esta nueva ‘Comunidad Angliru’ podrán inscribirse en el Albergue Hotel del Mirador del Angliru -situado en la zona de Viapará-, que ejercerá de centro de recepción de deportistas y turistas. Allí recogerán el dispositivo que se conectará con los sensores instalados a lo largo de la ruta e irá midiendo tiempos. También se podrá facilitar un certificado con el tiempo de subida.
Siguiendo con la faceta deportiva, el proyecto prevé la opción de facilitar un botón de auxilio que aportará seguridad a personas que realicen rutas, tanto en verano como en invierno con raquetas de nieve, por ejemplo, estando así localizados en caso de posibles rescates o desorientaciones.
Se van a instalar una serie de sensores tanto en la zona de montaña como del concejo con varios fines: potenciar el turismo deportivo y de naturaleza, monitorización del ganado y mediciones medioambientales.
Para sacar un beneficio medioambiental al lugar, se quieren instalar sensores en zonas de utilidad para el municipio, por ejemplo, para medir la cantidad del depósito de agua de la montaña o la del nivel de agua de los lagos, tareas que actualmente desarrollan los operarios del Ayuntamiento que han de desplazarse al Puerto cada poco para realizar dichas comprobaciones. “Va a ser algo de mucha utilidad para todo lo relacionado con la ganadería. Precisamente el otro día nos enteramos de que había pérdidas en el Llago Llazarandín; con estos dispositivos nos enteraríamos de cualquier problema en tiempo real. Podríamos calcular qué agua tenemos, si nos va a dar para todo el verano, si hemos de rellenar o se produce alguna avería”, explica la alcaldesa de Riosa, Ana Díaz.
“Tenemos que amar lo que nos rodea, valorarlo, para que cuando llegue la gente de fuera admire tanto este precioso lugar como su paisanaje enamorado de la tierra y todos los servicios que le pueden ofrecer”
(Ricardo Valdés, exciclista profesional)
Estos sensores también servirían para evaluar la calidad del agua, del aire y el estado de los pastos, así como controlar la ubicación del ganado en todo momento. “También se podría conocer cuándo está helada la carretera o cuándo está intransitable por la nieve, sin esperar a que un coche quede atrapado en la subida, y poder cerrar con antelación el Puerto a la circulación. Nos podremos adelantar a todo este tipo de fenómenos climatológicos”, señala el director de Innovación.
En el desarrollo del proyecto Angliru 2.0 colabora de forma directa la Cátedra Thin5G, impulsada por la Consejería de Ciencia en colaboración con la Universidad de Oviedo, quien asesora en la parte técnica del programa, tanto en la instalación de los sensores como en los emisores y receptores. Su director, Rafael Ayestarán, también asistió a la presentación de esta iniciativa, apadrinada a su vez en el aspecto deportivo por el exciclista profesional Ricardo Valdés que recordó a los presentes cómo el Angliru obligó a cambiar a los fabricantes de bicicletas el desarrollo que se utilizaba hasta ese momento para poder enfrentarse a pendientes como La Cueña les Cabres, una durísima y colosal recta de 800 metros que alcanza el 23.6% de inclinación, y no morir en el intento. “Tenemos que amar lo que nos rodea, valorarlo, para que cuando llegue la gente de fuera admire tanto este precioso lugar como su paisanaje enamorado de la tierra y todos los servicios que le pueden ofrecer”, decía a los asistentes un emocionado Ricardo Valdés.
El proyecto prevé la opción de facilitar un botón de auxilio que aportará seguridad a personas que realicen rutas, tanto en verano como en invierno, estando así localizados en caso de posibles rescates o desorientaciones.
Por qué El Angliru
“Riosa tiene con el Angliru una marca muy potente reconocida a nivel mundial y eso puede ejercer de un importante elemento tractor para atraer turismo y riqueza”, reconocía el consejero Borja Sánchez.
La idea del proyecto surgió en la última charla que dio en Riosa el director de Innovación, Iván Aitor Lucas sobre conectividad. “Viendo la foto/mapa de la orografía de la subida al Angliru, vimos que allí se podía hacer algo único, Angliru 2.0 aprovechando el tirón de la marca y del turismo en bicicleta cada vez más extendido. Un turismo de calidad, no depredador, que mueve muchos recursos económicos porque el que sube el Puerto también aprovecha para conocer la zona, comprar, tomarse algo y pasar el día. Con el proyecto presentado podíamos aprovechar este recurso natural que tenemos y explotarlo de una forma sostenible, al tiempo que beneficiamos a la ganadería. Y todo ello, sin que unas cosas interfieran en otras”.