En otoño el mapa gastronómico asturiano cambia. La estación con más variedad de productos de temporada nos ofrece un amplio surtido de alimentos para preparar de mil maneras. Es tiempo de comida de cuchara y el cuerpo lo agradece.
En San Martin del Rey Aurelio, siguiendo la tradición, se dedican sendas Jornadas Gastronómicas a los nabos (Sotrondio), les cebolles rellenes (El Entrego) y los pimientos rellenos (Blimea). Todas ellas declaradas de Interés Turístico.
El Entrego. La cebolla, la mejor embajadora
No tan famosas como la fabada, buque insignia de la gastronomía asturiana pero sí muy apreciadas en las mesas asturianas, les cebolles rellenes han sabido hacerse un hueco en las cartas de los mejores restaurantes y afamadas tabernas asturianas donde se puede llegar a hacer cola para degustarlas.
Ha dejado de ser esa «estrella de los pobres» que decía Neruda en su «Oda a la cebolla» para convertirse en toda un «hada madrina envuelta en delicado papel» que hace las delicias de los paladares más exigentes. No es por tanto un plato antiguo, ni pobre, ni anclado en el pasado, que se pone en la mesa cuando no hay otra cosa. Es un suculento manjar protagonista de uno de los festejos gastronómicos con más tradición en Asturias. Nos referimos a la Fiesta de les Cebolles Rellenes en El Entrego. Unas jornadas que en sus cuarenta y cinco ediciones, se han convertido en el mejor embajador no solo de la villa sino de la Comarca del Nalón. Este año se celebran el 30 de noviembre y 1 y 2 de diciembre, coincidiendo con la festividad de San Andrés.
Durante tres días, más de una veintena de locales entreguinos ofrecen un menú compuesto por callos, cebolles rellenes y casadielles, además de pan y vino. En este evento popular participa prácticamente la totalidad de la hostelería local, que con mucha antelación realizan todos todos preparativos para poder atender a comensales no solo asturianos sino también de fuera. El pasado año se prepararon más de once mil kilos de cebollas y este año esperan superar esta cifra. Para evitar sorpresas se recomienda realizar reserva.
A fuego lento y con mucha paciencia
Dicen que elaborar un plato de cebolles rellenes no tiene ningún truco… o sí. Según los expertos, el secreto de esta pequeña joya culinaria empieza con la materia prima. Cebollas blancas y jugosas de la tierra, ‘no de las valencianas’, comentan. De tamaño medio y todas iguales para que se hagan al mismo tiempo. Tras pelarlas, se procede a su ahuecado hasta dejar una fina capa pero evitando que se rompa. Carne o bonito de calidad para hacerlas según la receta tradicional, bien pochado el relleno hasta conseguir una suave textura que se funda con la de la cebolla y luego… mucha paciencia y cocción a fuego lento durante seis o siete horas con abundante salsa. Moviendo la cazuela con cuidado para que no se peguen.
En El Entrego, les cebolles rellenes son una tradición que pasa de madres a hijas y un plato obligado en las fiestas del Patrón. La villa entera huele a este sabor que recuerda a la cocina de antaño. A la receta tradicional se suman otras más innovadoras que introducen otros rellenos: zamburiñas, carrilleras, chorizo y tocino, pitu caleya, fabada.
Hay muchos que conociendo la receta no se animan a prepararla pero sí a degustarla por eso acuden a esta cita a disfrutar de esta suculenta receta. Cocina tradicional acompañada de buen trato, algo que sin duda dejará muy buen sabor de boca.
Sotrondio. Elogio de los nabos
La huerta del Valle del Nalón, siempre ha producido ricas verduras y hortalizas debido a su clima húmedo. El concejo de San Martín del Rey Aurelio ha sabido aprovechar esta circunstancia organizando distintas jornadas gastronómicas para ensalzar y promover el consumo de estos saludables alimentos. Cada localidad se ha especializado en un delicioso plato.
Los nabos por ejemplo, siempre gozaron de escaso prestigio en las mesas, si se comía era más por necesidad. Es según los investigadores, la legumbre raíz más desdeñada por su dulzor y falta de aroma. Eso la convirtió la mayor parte de las veces en guarnición o acompañamiento de sopas o pucheros.
Los asturianos supieron encontrar en esta planta hortícola un importante aliado como alimento en los meses otoñales, acompañándola de tocino, morcilla o alguna verdura para ‘alegrar’ su sabor y crear así un reconfortante plato de cuchara, llegando a ser muy popular.
Sotrondio va más allá y ha llevado este producto a los manteles, convirtiéndolo en protagonista el 11 y 12 de noviembre en la Fiesta de los Nabos, unas jornadas gastronómicas que se vienen celebrando desde los años sesenta y que están declaradas de Interés Turístico General.
Durante estos días los hosteleros de la zona adquieren los mejores nabos, los de piel lisa, brillante y sin manchas así como compangos de calidad para preparar a fuego lento, según la receta tradicional, este manjar de otoño. El menú que se podrá degustar en los establecimientos de la localidad se compone de pote de nabos con chorizo, morcilla, tocino, carne de cerdo; callos y casadielles de postre, todo ello regado de buen vino. Las jornadas coinciden con la festividad de San Martín de Tours, patrono del concejo por lo que además de la cita gastronómica se organizarán diferentes actos culturales y festivos donde no faltan la Misa Solemne, Puya’l Ramu, pasacalles, bailes tradicionales y la entrega del Nabu de Oro a una destacada personalidad.
Blimea, donde el pimiento es el rey
Las Jornadas Gastronómicas de los Pimientos Rellenos de Blimea han sido declaradas Fiesta de Interés Turístico Regional. Un reconocimiento que llega después de cuarenta años de celebración y del que ya gozan las otras dos grandes citas culinarias del concejo.
Entre los factores que tuvo en cuenta la Comisión de Fiestas de Interés Turístico del Principado estaba la originalidad de la celebración, su fuerte tradición popular, la antigüedad y luego la calidad del producto y la capacidad de la fiesta para atraer a visitantes, un hecho que contribuye a dinamizar la economía de la zona. Así que la noticia es muy bien recibida entre los vecinos de Blimea que este año van a celebrarlo por todo lo alto.
Y es que aquí, el pimiento deja de ser una mera compañía o escolta de platos para convertirse en el rey. Una verdadera joya de la que presume esta localidad y también invita a degustar la primera semana de diciembre coincidiendo con el puente de la Constitución.
Esta deliciosa hortaliza carnosa, de piel firme y tersa tiene un elevado contenido de agua, pocas calorías y proteínas, pero en cambio es una fuente importante de vitaminas y minerales -una de las más abundantes es la vitamina C-, además de tener carbohidratos y fibra. También es una fuente de selenio y antioxidantes que contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Las Jornadas Gastronómicas de los Pimientos Rellenos de Blimea han sido declaradas Fiesta de Interés Turístico Regional.
El pimiento es por tanto un producto muy sano que siempre está rico pero cuando se rellena se convierte en todo un regalo para el paladar. Con bonito o carne al estilo tradicional, o bien aventurándose con otros rellenos de vanguardia como bacalao y gambas, anchoa, merluza, gulas y morcilla, tortilla y chorizo, rabo y carrilleras, solomillo… Los distintos restaurantes y sidrerías de la zona los preparan de un montón de formas y ofrecen este plato acompañado de callos, regado con vino o sidra y con frisuelos de postre. Como en otras ocasiones, durante estas jornadas se podrá degustar el menú completo o platos por separado.
Como complemento a estas Jornadas se organiza un concurso de pimientos rellenos abierto al público para determinar la mejor receta. Se valorará la originalidad del plato, la presentación y el sabor. Un certamen para demostrar las artes culinarias.
Pinche aquí para ver más reportajes de San Martín del Rey Aurelio