Tradiciones, artesanía, turismo rural, turismo activo y, por supuesto, una gastronomía de recetas singulares con lo mejor de Asturias y Galicia. San Tirso de Abres ofrece al visitante la posibilidad de descubrir sus diferentes facetas en entorno natural, a la orilla del río Eo.
En San Tirso de Abres se conjugan Sabores
Los vínculos históricos con la comunidad gallega, las relaciones de parentesco de los vecinos de ambas comunidades así como la cercanía de los territorios asturiano y gallego posibilitan que la gastronomía presente platos elaborados siguiendo recetas tradicionales de ambas zonas, lo que aporta una singularidad excepcional y un sabor exquisito a nuestras recetas. Los restaurantes de San Tirso de Abres desarrollan unas Jornadas Gastronómicas en Semana Santa en las que ofrecen los Productos de la Huerta y el Río destacando los platos elaborados con fabas, salmón, rabizas, repollo, carnes de cerdo y ternera y los postres típicos como las filloas, el arroz con leche, la compota de manzana, el requesón, las chulas y la exquisita e incomparable Rosca de Semana Santa, receta tradicional que las mujeres santirseñas y el panadero de la localidad saben realizar con esmero para obtener un producto sabrosísimo y muy nutritivo que deben saborear todos los paladares amantes de la repostería tradicional. Este dulce propio de San Tirso de Abres sirvió para que la localidad pusiese en marcha la Feria de Artesanía en la que se exalta, degusta y comercializa la Rosca de Semana Santa.
El pueblo de San Tirso de Abres conserva la Tradición Artesana
El devenir histórico quiso que el Valle del Eo donde se sitúa San Tirso de Abres se convirtiese en lugar de paso de comerciantes de paños, de arrieiros que encargaban trabajos artesanos a los lugareños para poder intercambiar con los lienzos, paños, mantas que ellos acercaban desde otras comarcas. De esta forma, surgió un trabajo artesanal en las aldeas situadas en las laderas del Valle del Eo que se realizaba durante los descansos que el trabajo agrícola ofrecía garantizando más prosperidad a la economía de subsistencia de aquella época. Con el trabajo artesanal se obtenían «cuncas», «masoiros», «artesas», «alacenas», aperos de labranza, «zocas». Además la práctica de la Pesca Fluvial sirvió para impulsar la artesanía de ribera que demandaba: mangos de ganchos, nasas o limaqueiras, esquileiros, cestos para las truchas y salmones. Surgió así un núcleo artesanal a la vera del Eo que llegó a disponer de una » forxa de hierro» y hoy sigue activo con el trabajo del cesteiro, el productor de «mangos» para aperos agrícolas y el artesano- tallista. Esta actividad se promociona, comercializa y muestra en la Feria de Artesanía que cada año organiza el Ayuntamiento de San Tirso de Abres en Semana Santa.
El Turismo Rural coge el testigo del Turismo de Pesca
En la actualidad el pasado de la Pesca en el Eo y la cultura ribereña se explica en el Centro de interpretación de la Pesca en el Eo, que acumula más de 1150 visitas desde su apertura y en el que se explican: la biología de las especies piscícolas, los usos tradicionales del río, así como la gestión de la pesca desde el primer acotado hasta la actualidad. Sin lugar a dudas, el visitante se encuentra con una pequeña exposición museística de artes de pesca, con utensilios del antiguo precintaje de salmones, con la posibilidad de practicar la recogida del sedal o de descubrir que es una «limaqueira», un «esquileiro» o los usos del trasmallo o el cesto. Un universo piscícola al alcance de todos en el centro de la localidad.
En la década de los años 90 del siglo pasado se gestó una iniciativa de Agroturismo lo que animó a emprendedores particulares a crear actividades y empresas al amparo del auge que alcanzaba la modalidad de turismo rural. Actualmente San Tirso de Abres dispone de 465 plazas repartidas en alojamientos de todo tipo desde casas de aldea, apartamentos, hotel, camping lo que significa que San Tirso de Abres está consolidándose como núcleo de Turismo Rural y ofrece al visitante la posibilidad de disfrutar de una estancia tranquila en un apacible Valle Fluvial donde el senderismo, la pesca, los recorridos en bicicleta o las polavilas entretienen y hacen disfrutar a los turistas y visitantes.
Los santirseños recuperan las Tradiciones
Al amparo del tejido asociativo de la localidad, los santirseños continúan desarrollando un Programa de recuperación de costumbres y tradiciones que incluye la «esfolla» del maíz, el aserrado de la madera, el «fiado» de la lana, la elaboración del jabón, la creación de «zocas», yugos, el «ferrado» de las caballerías y la Malla del Trigo que cada mes de Agosto los colaboradores de la asociación cultural muestran en el entorno incomparable del área verde del Río Eo. Así mismo, en los últimos años las mujeres santirseñas elaboran «filloas» que se degustan en el marco de la Feria de Artesanía durante la Semana Santa. Ellas se encargan de mantener la tradición de realizar alfombras florales que engalanan las calles de la localidad en la festividad del Corpus Christi.
De Senderismo entre cascadas, vía verde o por caminos medievales o reales
A los visitantes que acuden a San Tirso de Abres les gusta correr aventuras y por eso practican pesca sin muerte, descienden el río en canoa, chapotean, realizan rutas en bicicleta o sencillamente disfrutan de los senderos como la Vía Verde o Ruta del Ferrocarril (PR AS -300) que acoge a miles de personas atraídas por los seis túneles que jalonan su recorrido. Los senderistas están disfrutando con la recuperación del camino medieval que conducía desde Abres a tierras de Meira y Lugo a multitud de romeros en su peregrinación a Santiago (PR AS -297) y, como no, con el acercamiento a la Cascada de la Pena do Encanto (PR AS- 253) para descubrir la leyenda y el hechizo de las noches de San Juan. Paisajes, leyendas, arqueología industrial del ferrocarril minero, peregrinación, tradición, romería, un amplio conjunto de razones para sumergirse en el hermoso y apacible Valle del Eo.