Hace un par de años Marcos Nogueiro, Dani García y Ricardo Saavedra se plantearon formar un grupo de rock que cantase en lengua eonaviega. Eran amigos de la infancia y músicos de reconocido prestigio, y tenían ganas de trabajar juntos. El resultado es ‘A máquina del tempo’, que presentan en Tapia el 18 de julio.
Ricardo fue miembro fundador de Babylon Chàt, con los que grabó sus cuatro discos. Marcos es músico de estudio y ha tocado en directo para varios proyectos de músicos de la región y alguno propio. Dani estuvo en Tierra de nadie y coincidió también con Ricardo en Babylon Chàt. Entre los tres reflexionan sobre Bacotexo:
-¿Por qué esperasteis hasta ahora para formar el grupo?
-Más que esperar, las cosas han surgido así por diversos motivos. Ricardo y Dani formaban parte de Babylon Chát y Marcos tenía sus proyectos en solitario y con otras bandas. Nuestras carreras musicales no se vieron unidas hasta ahora en parte, quizá, porque nunca lo llegamos a pensar muy en serio. Cada uno tenía su camino y sus proyectos musicales al margen de la amistad. Sin embargo, creemos que llega en el mejor momento, porque ya nos coge con cierta experiencia, tanto musical como vital, y eso es importante para poder crear buenas canciones y buenas historias.
-Vuestro sello es el rock. Además de un ritmo ¿sigue siendo una actitud de vida o el paso del tiempo lo ha unificado todo?
-Era más una actitud de vida antes. Digamos que lo vivíamos de una manera más cruda e instintiva, incluso más estética; hoy en día, por supuesto, sigue siendo un rasgo importante en nuestra personalidad, pero quizá de una manera más romántica o interior. El paso del tiempo te hace evolucionar y vivir ciertas cosas de otra forma, ni mejor ni peor. Sin el rock, creo que perderíamos una gran parte de nuestra felicidad. La música es una necesidad vital, pero a unos niveles que no tienen que ver con la imagen tópica del rock ‘n’ roll.
-¿Por qué titular ‘A Máquina del Tempo’ a vuestro primer trabajo?
-En cuanto al título del disco, a medida que íbamos escribiendo y componiendo las canciones, nos íbamos dando cuenta de que lo que nos salía era hablar, en buena medida, de experiencias y situaciones muy dispares en el tiempo y de momentos muy determinados. Escuchar el disco puede ser como hacer un viaje desde una situación personal pasada vivida por Marcos, hasta una reflexión de Dani acerca de la vanidad de la sociedad actual, pasando por una visión intemporal de Ricardo sobre los sentimientos humanos, por poner algún ejemplo de nuestras canciones.
No pretendemos nada concreto con este disco, es la unión de tres maneras distintas de sentir este arte. Así que en las letras se pueden encontrar tintes reflexivos, cierta reivindicación -nunca política, sí emocional-, momentos menos profundos y más terrenales, y hasta cierto toque sexual.
«La fala se adapta perfectamente al lenguaje del rock»
-¿Qué os ofrece componer en fala, con respecto al castellano?
-La fala es muy musical, suena bien, es muy melódica, muy sintética. Se adapta perfectamente al lenguaje del rock, con sus monosílabos, sus sonidos dulces y arrastrados. Tal vez el castellano sea un poco más crudo y más analítico, un poco más difícil de encajar en los versos más cortos. Por su originalidad, la fala nos ha permitido explotar evocaciones y connotaciones inéditas en el género del rock. Y emplearla también es una manera de rendir un homenaje muy merecido a nuestro origen, a nuestra tierra y a nuestras familias.
-¿Qué temas os inspiran a escribir una canción?
-No hay límites. Robados a la realidad o a la ficción, o a ambos a un tiempo: el amor, el sexo, un buen recuerdo personal, un suicidio, la experiencia que te van dando los años… Si algo bueno te ofrece la música contemporánea es su versatilidad temática. La posmodernidad en la que vivimos permite hablar de cualquier cosa siempre que la forma en que lo trates sea llamativa, original, cuidada, irónica… que tenga algún tipo de punch literario. Para nosotros son muy importantes los textos de las canciones
-¿Qué respuesta ha dado el público a vuestro primer trabajo?
-La gente en general está gratamente sorprendida, les gusta y lo valoran, tanto musical como sentimentalmente, lo cual nos enorgullece. También se valora el hito lingüístico que supone emplear la fala para un disco de rock, puesto que introduce un elemento de normalización que no existía hasta ahora. Somos conscientes de lo que hemos hecho, pero para nosotros es algo natural: se trata de expresarnos en la lengua de nuestra tierra, ¿por qué no va a hacerse? De momento, se aplaude en los conciertos, se pincha y se valora en los medios asturianos, así que ¡¡o son unos mentirosos o parece que les gusta!!
-Aunque por separado, lleváis varios años en el mundo de la música, ¿cómo lo habéis visto evolucionar últimamente?
-Vivir de la música parece cada vez más difícil, aunque ya no es nuestro planteamiento. Pensamos que las casas discográficas y los medios de comunicación en general no ayudan demasiado a difundir mucha buena música rock, pop, jazz o de cualquier género (que existe), y prefieren priorizar productos a veces muy artificiales, efímeros y exentos de sentimiento, pensando en el éxito económico inmediato de hoy para olvidarlos mañana. Muchísimos buenos músicos se quedan en el camino sin haber tenido una oportunidad merecida. El mercado manda, pero nosotros ya hemos salido de ese juego. Al no pretender dedicarnos profesionalmente a ello, sentimos la liberación de entregarnos plenamente al placer del arte por el arte. Es una dimensión muy recomendable.
-La Red está reduciendo las ventas de discos. Como contrapartida, ¿se revalorizarán los conciertos?
-La Red ha cumplido un papel casi fundamental en Bacotexo, tanto a la hora de hacer este disco, que fue creado conjuntamente por los tres vía Internet, como a la hora de difundir públicamente nuestro proyecto musical. Sin la Red quizá no nos conocería ni la mitad de gente. Además facilita un contacto muy directo y continuo con aquellos que nos apoyan y con otras muchas bandas asturianas. En nuestro caso particular, no creemos que su existencia nos haga vender más o menos, aunque sí pasa con bandas que viven de esto. Depende de la división en la que jueguen, claro está. Las redes sociales, como nuestro myspace, son la mejor vía de difusión. Le debemos mucho a las nuevas tecnologías.
Bacotexo actúa el 18 de julio en el Auditorio de la Casa de Cultura de Tapia, junto con Mezá. Y en Ibias, el 6 de agosto. El resto de fechas las irán confirmando a través de su web (www.myspace.com/bacotexo)