Villaviciosa hace honor a la atracción humana por el mar y los paisajes costeros. No en vano cuenta con algunas de las playas más renombradas de Asturias, así como otros lugares que merecen una visita. La Reserva Natural de la ría es uno de ellos.
Veintitrés kilómetros de costa dan para mucho, y el visitante que viene a Villaviciosa tarda poco en darse cuenta. Sin duda habrá oído hablar de Rodiles, una de las playas más concurridas de la región. Por eso los accesos están preparados para dar cabida a un gran número de vehículos y personas: unos cinco mil visitantes diarios en verano, cifra que los fines de semana o festivos se multiplica. Todo por un kilómetro de arena fina rodeado de pinos y eucaliptos.
Al oeste de Rodiles desemboca la ría de Villaviciosa, que pronto será incluida en la lista de humedales RAMSAR, de interés internacional. La variedad y buena conservación de los ecosistemas que aquí se encuentran, y muy especialmente su importancia como lugar de paso para distintas aves acuáticas migratorias, hacen de este paraje un lugar de gran interés para científicos y amantes de la naturaleza.
Entre los pueblos de costa destaca Tazones, no tanto por su playa, urbana y de poca ocupación, como por su solera de puerto pesquero, sus callejuelas características y porque aquí se produjo un hito en la historia del concejo: el desembarco de Carlos I en 1517.
El Puntal, España, La Ñora, Merón y Misiegu son otros nombres que se van haciendo familiares, arenales que permiten el baño y el paseo, y que combinan el panorama playero con acantilados de paisajes abruptos y casi imposibles.
Patrimonio vivo
En 1920, Alfonso X El Sabio otorga la carta puebla a los vecinos de Maliayo, que más tarde pasaría a llamarse Villaviciosa. De ahí que el gentilicio del lugar sea maliayo y que sus habitantes tengan orgullo de tierra antigua y de valía. Su patrimonio arquitectónico y etnográfico es buena prueba de ello.
En el concejo encontramos dos joyas arquitectónicas, de diferentes épocas. El arte prerrománico tiene su representación en “El Conventín”, San Salvador de Valdediós. En esta edificación los aficionados al arte podrán ver la evolución del prerrománico asturiano, que enlaza con las corrientes mozárabes y aprovecha los adelantos técnicos que ya se habían ensayado en Santa María del Naranco, en Oviedo. También en el concejo está San Juan de Amandi, una de las muestras más importantes del románico asturiano, fundada en el siglo XII y cedida al monasterio de Valdediós en 1281. En Villaviciosa se puede visitar el Centro del Románico, gestionado por la Fundación Cardín, que funciona como centro de interpretación y recepción de visitantes. Allí se dan al visitante todas las claves para comprender toda la riqueza del arte religioso en el concejo, que cuenta con hasta veintisiete templos de interés.
También interesante es el patrimonio etnográfico: molinos, hórreos y quintanas se En el concejo encontramos dos joyas arquitectónicas, de diferentes épocas. El arte prerrománico tiene su representación en “El Conventín”, San Salvador de Valdediós y en San Juan de Amandi, una de las muestras más importantes del románico asturianoreparten por todo el territorio maliayo, como muestra de los modos de vivir de la sociedad tradicional asturiana. Pero no todo es historia antigua: aún quedan en el concejo muchos artesanos que recuperan antiguas artes y, en ocasiones, innovan con técnicas de última generación. La variedad es impresionante, de modo que se pueden encontrar maestros madereros que realizan tallas y muebles, toneles para la sidra, hórreos tradicionales, madreñas o instrumentos musicales. También ceramistas, artesanos del cuero, telares restaurados, y otras artesanías como el vidrio soplado, encuadernaciones hechas a mano, velas, etc.
Destacan especialmente las artesanías de azabache, mineral que abunda en la zona costera del oeste del concejo. Los talleres de joyería que funcionan en Villaviciosa han ganado premios en varias ocasiones, reconociendo la calidad de un producto que el público también valora y aprecia. Precisamente, dentro de la iniciativa turística “Los Senderos de la Comarca” se encuentra la Ruta del Azabache, que recorre los aproximadamente cinco kilómetros entre el puerto de Tazones y el área recreativa de la Perea de los Molinos, en Oles. Es una de las muchas propuestas para conocer en profundidad un concejo que cuenta con grandes atractivos naturales y paisajísticos. De todo ello informan en su oficina de turismo, situada en el Teatro Riera de la villa.