La violencia machista no está escrita en el ADN, por tanto, no es algo innato. Se aprende en casa, en la calle, en la escuela. Se interioriza a través chistes, canciones de la infancia, juguetes, cuentos, publicidad, programas de la tele, series, vídeos, porno y por supuesto, redes sociales. El machismo está latente en las costumbres, en los gestos cotidianos, se respira a nuestro alrededor… pero igual que se aprende, se puede desaprender.
Jueces, profesores, psicólogos coinciden en señalar que la desigualdad es el germen del maltrato a las mujeres y alertan de que hacen falta más que talleres en la escuela para dar la vuelta a esta situación. Educación es la palabra que suena hasta la saciedad en estos días previos al Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Educación en igualdad desde la infancia y aplicación de las leyes ya vigentes.
En octubre se celebraba en Avilés el Encuentro Internacional de Coeducación: Igualdad en la educación, igualdad en la vida, impulsado por los ministerios de Igualdad y Educación. Los objetivos de este encuentro eran impulsar la coeducación como política pública en el ámbito educativo y potenciar redes de colaboración entre profesionales para el desarrollo de buenas prácticas en materia de coeducación. La elección de Asturias como sede de este encuentro no ha sido algo casual, como recordaba Adrián Barbón en su intervención: “Asturias es tierra de igualdad. Apostamos por la coeducación hace más de tres décadas y en este curso se ha implantado el proyecto en las etapas de Infantil, Primaria y Secundaria, así como en Formación Profesional y en los centros de educación especial. Se han dado nuevos pasos con rutas formativas para implicar a toda la comunidad educativa, desde el servicio de inspección hasta las familias. Asturias quiere hacer bandera de la coeducación porque no solo es justo, sino imprescindible. Desgraciadamente, la tozuda realidad nos demuestra que aún queda camino y que las bases para este cambio deben sentarse desde la escuela. Ese es el primer peldaño y en Asturias ya estamos construyéndolo”.
No está el tema para echarse flores, más teniendo en cuenta que estamos en una carrera de larga distancia en la que hay que ir ganando etapa por etapa, pero sí hay que reconocer que se están sentando las bases para hacer realidad este cambio.
Hace unos años tuvimos ocasión de entrevistar a la docente asturiana Marian Moreno, que acababa de recibir el premio internacional de la Unesco en 2019 por su programa de coeducación Skolae; dicho programa incorporaba de forma obligatoria en todos los ciclos de enseñanza financiados con dinero público las cuestiones de igualdad, diversidad sexual y contra la violencia de género. En aquellos momentos su proyecto lo estaba desarrollando en la Comunidad educativa de Navarra y, tras dos años de vigencia, llegó a aplicarse en 116 escuelas, llegó a 8.700 niñas y 8.900 niños entre 3 y 18 años, todo un éxito. Recoger aquel galardón en París fue la confirmación de que sus ideas iban por el buen camino. Nunca perdió la esperanza de que algún día pudiera implantarse algo similar en el Principado.
Hoy, Marian Moreno es asesora de Coeducación en el Instituto Asturiano de la Mujer, convencida más que nunca de que “cuando hay educación para la igualdad, la violencia de género baja en números en los centros educativos”, y matiza que la violencia machista se combate con educación a edades tempranas, a otras, con lo que se combate es con una reacción social potente que haga sentir a los maltratadores que están fuera de lugar y de época, y que eso no se admite en una sociedad democrática. “La violencia es el recurso de los cobardes. Si hay algo que el machismo no soporta es la disidencia”, apunta Moreno. Nos queda mucho por hacer.
Justo antes de publicar este editorial, conocemos la noticia de que la profesora y escritora Marian Moreno acaba de ser reconocida con el Premio Menina 2024 otorgado por la Delegación de Gobierno de Asturias por “su compromiso con la igualdad entre mujeres y hombres y la lucha contra la violencia de género desarrollado a lo largo de su trayectoria vital y profesional”. ¡Desde aquí, nuestra enhorabuena!
Si queréis saber más sobre Marian Moreno, os puede interesar la entrevista que le hicimos.