Cuando le preguntaron en una entrevista al fotógrafo Adrián Vila por el secreto de sus cautivadoras imágenes de paisajes, en su caso en blanco y negro, dijo algo con lo que me quedé pensando: “Hay mucho más allá de lo que vemos a primera vista. Solo tenemos que hacer una pausa y prestar atención. La cámara es una ventana a un mundo completamente nuevo que se me había ocultado. Mi propósito es tomar algo de ese mundo y empaquetarlo de una manera nueva”. Esto es puro arte, pensé.
Qué duda cabe que el mundo de la fotografía nos ofrece cantidad de posibilidades y oportunidades para ser creativos y más ahora con la ayuda de las nuevas tecnologías que nos ayudan a jugar con la luz, los colores, la composición y las perspectivas para crear imágenes sorprendentes con mucha más facilidad; nos permiten contar historias, transmitir emociones y explorar la belleza que nos rodea de una forma más contemplativa. Pero no nos engañemos, descubrir lo extraordinario dentro de lo cotidiano, mostrar ese algo que no vemos la mayoría y conseguir plasmarlo en una imagen, es algo que muy pocos saben hacer.
La imagen “La Vía Láctea iluminando la playa de Barayo” en Luarca (Valdés), tomada por Raúl García Suárez, ha obtenido el primer premio en la Tercera Edición del Certamen de Fotografía “Mi rincón favorito”, de entre más de tres mil imágenes de toda España. Es un concurso de fotografía a nivel nacional para la promoción cultural y turística que invita a subir imágenes a Instagram con los lugares más especiales para cada participante.
Fotografiar la Vía Láctea sobre la playa de Barayo era una ilusión que Raúl García tenía en mente desde hacía mucho tiempo, y la noche del 23 de junio de 2023 a las 0:45 horas, se hizo realidad su sueño: recoger con su cámara “el arco galáctico sobre la playa más bonita de España”. Una imagen que demuestra que, dentro de lo cotidiano, de lo que vemos todos los días, también convive lo extraordinario. Y no es que la playa de Barayo no lo sea ya de por sí, está catalogada como una de las más bonitas de Asturias y de España; hasta ahora se conserva virgen, salvaje y caminar por ella es sinónimo de paz y tranquilidad, es como si estuvieras aislado del mundo. Pero tiene otros valores que se nos escapan, que no vemos a simple vista, seguro que tendría tantos como observadores avezados.
La representación asturiana en el concurso “Mi rincón favorito” incluía también imágenes de Gijón, Ribadesella, Buelna y Candás que, aunque no fueron premiadas, seguro que nos dejarían a todos con la boca abierta. Es como si te dijeran, “abre los ojos y mira a tu alrededor, sin prisa. Existen mil maravillas que están más cerca de lo que nunca te hubieras imaginado. Tú también las puedes ver”.
Las imágenes que nos regalan estos y otros artistas nos invitan a descubrir que en las pequeñas cosas que tantas veces nos pasan desapercibidas, se esconde la verdadera grandeza, la auténtica esencia de la vida. En lo aparentemente disfrazado de normalidad, también se puede experimentar lo sorprendente y maravilloso. Y eso es arte… o magia.
Desde aquí gracias a los artistas que con cada clic consiguen detener el tiempo y preservar para siempre esos momentos mágicos que de otra manera se perderían en el olvido. Gracias por llevarnos de viaje sin movernos de sitio.
Decía Albert Einstein que “hay dos maneras de vivir la vida: una, como si nada fuera un milagro, la otra es como si todo fuera un milagro”.