Lluvias mil, funerales cientos

Un mes triste, abril. Como amenazaban algunos pronósticos ha seguido lloviendo, además se ha llevado a muchas personas importantes. Algunas nos enseñaban la vida, como Bigas Luna, otras dignidad, como José Luis Sampedro, alegrándose por los indignados, a los que ponía música Carlos en la charanga El Ventolín, o la rectora Montserrat Casas, pidiendo que no se gastara en flores, sino en ayudas a los jóvenes investigadores. Javi el Topu nos enseñaba bondad, Sara Montiel exhibía independencia y Margaret Thatcher, Margarita la Furruñosa según Jerónimo Granda, levantaba división de opiniones; mientras los de frac lamentaban con pompa y canciones religiosas su marcha, los que usaban mono azul cantaban “Se ha muerto la Bruja” y los mineros galeses descorchaban champán. Si lo hubiera visto seguro que se enorgullecería; ahora bien, la más llamativa despedida se la hizo la televisión pública inglesa, en detalle que no se le escapó a la observadora Doctora Eva Pérez, que escribe en su facebook: The BBC made an embarrassing gaffe on its mobile website on Monday afternoon, announcing that Baroness Thatcher had died ‘following a strike’ rather than stroke. Es decir, que la antigua primera ministra no murió por un derrame sino como consecuencia de ¡una huelga! Ella…
Para que el mes fuera completo tuve que asistir a algunas misas de aniversario. En la de Tino el Gallegu, en la parroquia de San Andrés de El Entrego, reconociendo que la familia doliente era de la clientela histórica, quiso el señor cura amenizar el reparto del pan eucarístico; como andan escasos de mano de obra tuvo que pinchar el disco a la par que daba de comulgar a las feligresas, con un espectacular resultado: se vio el funeral amenizado ¡por la marcha nupcial! Debía ser también en homenaje al centenario de Wagner, porque puso la de Löhengrin, esa que en su día anunciaba un detergente.
Cosas de la urgencia, igual que con las noticias, que llevan a las redacciones a afirmaciones un tanto alocadas. Se produce el lamentable atentado de Boston y lo comunica el Telediario de las nueve de la noche: Hay varios heridos que, como ven, están siendo atendidos; se desconoce si ha habido víctimas. En otras circunstancias no se sabe si es error o ingenio de quien escribe, como cuando leo en un periódico los datos sobre un terrible accidente de circulación y alguien escribe “este tráfico suceso” También puede suceder que la mezcla de idiomas produzca efectos sorprendentes, así el presunto músico Al Bano cuenta en ABC sus experiencias sobre la misteriosa y dolorosa desaparición de su hija; afirma: Hay sujetos escuálidos que se aprovechan con la especulación y el sensacionalismo.
Es cierto que una acepción del término es “asqueroso”, pero en primera impresión nos choca, entre nosotros se usa comúnmente de otra manera, así yo podría afirmar que están escuálidas las arcas de esta farmacia, situada en la calle Sant Miquel, de Palma de Mallorca, que no se preocupa de subsanar los efectos del vandalismo urbano y deja al público de la calle más turística de la ciudad una afirmación un tanto grosera.
Yo creo que los boticarios ganan bastante como para preocuparse de estas cosas, al contrario que las señoras que llevan esta tienda de Langreo, que cierran, quieren liquidar, ponen un letrero para llamar la atención, y se lo imprimen mal; una vez descubierto el error ya no tienen ganas de gastar más dinero.
Suelo insistir a empresas e instituciones en que vigilen su imagen, porque es muy costoso crearla y se destruye en un momento. A veces rectifican, así Casa Paco de Ciañu ya no anuncia en la carta “chupetones de ternera” o los municipales de Langreo han tenido a bien reponer la “l” final en el Citröen, ya no pregona una “policía loca”. El hotel de Gijón ha reparado la “h” fundida y ya no anuncia una falta de ortografía, pero se le han deteriorado otras y ahora casi es peor porque se lee “Hot Begoña”, o sea, algo así como “Begoña la Caliente”, que suena feo; máxime si se tiene en cuenta que en esa esquina estuvo en Gijón el Cine Goya que, al final de su vida, comercializaba películas XXX.
Alimerka se ha gastado una pasta en la imagen corporativa, que cuida con esmero; las tiendas suelen estar limpias y ordenadas, hace donativos a Cruz Roja, mima las relaciones institucionales, publica su esfuerzo en huertos de productos locales…Sin embargo un responsable de logística permite que por las calles se vea un camión que los declara “especialistas en cero”; y todo por no parar el vehículo un par de días para rotularlo después de una rozadura.
En la cola de un supermercado la cajera y yo nos reíamos de la actitud de una señora que paró la fila para dedicarse a chatear desde el móvil, mientras se carcajeaba con las gracias que le pasaba su interlocutor. El atasco me permitió escuchar otra conversación. “Tú, que ya eres española, ¿de qué parte de España eres?” Interesante pregunta, conflictos en los que se ven metidos quienes adoptan una nueva nacionalidad; camino del instituto, un chaval le contaba a otro las pruebas por las que debería de pasar cuando lo examinaran para darle la españolidad, entre ellas conocer las instituciones. “¿Cómo se llama el rey de España?” “Sé cómo se llama pero no el apellido…Juan Carlos…¡Tercero!” “¿Juan Carlos Tercero?” “No…¡Quinto, Juan Carlos Quinto!”
Empezábamos con una pifia explicada en una red social y vamos a terminar con otra, que, una vez más, debo agradecer a la Candidata y su ansia de usar palabras originales. Un amigo común cuelga una grabación de Joe Cocker, ese chaval de Sheffield que canta como un negro de Harlem; nuestra política favorita subraya: “¡Me encanta! Tiene una voz innata”.

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