Son 165 kilómetros que recorren los seis municipios de la Montaña Central: Aller, Lena, Mieres, Morcín, Ribera de Arriba y Riosa. El Anillo Ciclista está planteado como una actividad para BTTs, pero también para senderistas, y permite recorrer la zona por tramos, de forma independiente, o en varios días, aprovechando los servicios turísticos de la comarca.
En una zona de gran tradición ciclista, con lugares como el puerto L’Angliru, La Cobertoria, Pajares, o Fuentes de Invierno, deportistas de todos los niveles pueden medir sus fuerzas con un recorrido de altísimo valor paisajístico y de un nivel físico exigente, aunque accesible.
En realidad se trata de un proyecto de desarrollo financiado por el Eje Leader, para potenciar las zonas rurales de la comarca, diversificando su oferta turística y generando economías complementarias. Es además una forma de poner en valor la riqueza natural y patrimonial de la comarca, impulsando el turismo deportivo y de experiencias.
El Anillo Ciclista discurre por entornos naturales de gran belleza como la Sierra del Aramo o el parque natural de Las Ubiñas.
El Anillo Ciclista discurre por entornos naturales de gran belleza como la Sierra del Aramo, el parque natural de Las Ubiñas-La Mesa, la Vía Carisa o el Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras. Las ocho etapas han sido homologadas por la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias, bajo la denominación de GR-208.
Montaña Central de Asturias, como entidad comarcal y promotora de este proyecto, concibe el Anillo como un producto de calidad y una forma de proyectarse dentro y fuera de la región, en el sector del turismo de ocio y naturaleza.
¿Qué tiene la BTT?
Las razones son muchas, y varían en función de cada persona. En primer lugar, una vez hecha la primera inversión -la bicicleta- se trata de un deporte barato, que no necesita una gran infraestructura más allá del mantenimiento obvio. La bici aumenta la movilidad y permite conocer grandes extensiones de terreno a un ritmo propio, combinando si se quiere turismo y deporte, permitiendo cambiar de ritmo y dirección sobre la marcha, aumentando la sensación de libertad. Además, es una actividad para todas las edades, de modo que es posible ver tanto a niños como a octogenarios sobre dos ruedas. El ciclismo puede pedir mucho físicamente, pero también facilita diferentes intensidades y exigencias, según lo que cada uno quiera marcarse. Y, aún a pesar de ser un deporte absolutamente individual, donde uno se mide consigo mismo y con la ruta, anima a la actividad en grupo; de ahí el gran auge que están teniendo las asociaciones de BTT, muchas derivadas de grupos de montaña que amplían sus actividades y buscan diferentes formas de acercarse a la naturaleza.
Más información: www.bttasturias.es