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jueves 10, octubre 2024

Camina, pisa nieve y come en el concejo allerano

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Pasando el famoso puerto de San Isidro, Aller es el concejo que da la bienvenida a Asturias, y lo hace regalando ese paisaje típico de montaña que ha hecho famosa a esta comunidad. La riqueza natural allerana parece hecha a medida para los amantes del turismo activo, adaptándose a todo tipo de planteamientos.

Caminando

Sendas y cumbres se alían para ofrecer posibilidades de montañismo adaptadas a todos los niveles: desde el paseo más relajado hasta las cumbres más complicadas técnicamente. Entre las primeras se encuentra la Senda Verde Foyoso, menos de dos kilómetros sin apenas desnivel, paseando por un frondoso bosque hasta llegar a un antiguo molino, hoy centro de alevinaje de truchas. La vuelta se puede hacer siguiendo un camino real. También sencillo es el camino que lleva hasta la cascada de Xurbeo, un espectacular salto de agua de unos veinte metros; o el que nace y muere en Santibanes de Murias, en cuyas antiguas escuelas se puede visitar también el Aula Didáctica El Nido del Urogallo. Para entrar es necesario concertar la cita previamente en la Oficina de Turismo.

Aumentando la dificultad, se puede recorrer la distancia entre los pueblos de L.lamas y Yanos, encontrando por el camino bosques autóctonos, majadas, brañas y caserías. También podemos rememorar los pasos de los antiguos viajeros pasando el Puerto de Piedrafita, usado como vía tradicional de comunicación entre Aller y la provincia de León; o atravesar un bosque de hayas centenarias hasta llegar a la escondida braña de El Gumial. En El Padrún, a 1.195 metros de altitud, se encuentran los restos de una necrópolis Neolítica; la ruta que lleva hasta allí es circular, con salida y llegada en la localidad de Bo.

Los más experimentados en entornos de montaña pueden animarse a afrontar la subida a Peña Mea, y disfrutar en el camino de las vistas desde el espectacular Ojo de Buey, un agujero de más de veinte metros de diámetro producido por erosión en la roca caliza. También el ascenso a la Campa Espinera requiere soltura caminando por montaña, igual que el recorrido por diferentes brañas del concejo: La Felguera, L’Otero, Las Ordaliegas, La Tabierna y Los Cuadrazos. Por último, la ruta de las Foces del Pino propone un itinerario por dos desfiladeros de roca, a cada cual más espectacular: El Pino y Ruayer.
Los tracks de todas estas rutas están disponibles para su descarga en la web municipal, lo que asegura una orientación óptima. Para los amantes de los caminos históricos es interesante destacar además la Vía romana de La Carisa, que se corresponde con el trazado de caminos prehistóricos usados para salvar la Cordillera Cantábrica desde la meseta. En la época medieval esta vía ganó de nuevo auge para los peregrinos que optaban por incluir Asturias en su ruta, y hoy es un camino muy utilizado por deportistas, además de ganaderos locales.

Corriendo

La fiebre de las carreras por montaña o trail running se ha desatado en los últimos años, convirtiéndose en una actividad cada vez más popular y multitudinaria. Es un deporte de alto rendimiento por senderos de montaña o caminos secundarios -nunca por asfalto- que requiere de una buena forma física y una técnica propia. La esencia del trail es la de una actividad al aire libre, por tanto es un ejercicio respetuoso con el entorno, e incluye además una filosofía propia con valores como el esfuerzo, la autosuperación y la aventura.

Aller se promociona como Territorio Trail Running, gracias a tres competiciones de renombre.

Con la orografía allerana, no es de extrañar que el concejo se promocione como Territorio Trail Running. No en vano aquí se celebran tres carreras emblemáticas: el Trail Alto Aller -en dos modalidades: K33 y K15-, el Coto Bello Trail y la Resistencia Reino Astur. Las competiciones tienen lugar, respectivamente, en mayo, junio y julio. La Resistencia Reino Astur y el Trail Alto Aller K33 puntúan para la Copa de Asturias en carreras por montaña, lo que asegura una alto nivel de participación, tanto en número como en marcas. Los corredores dan todo un espectáculo de fuerza y agilidad, salvando grandes desniveles en un terreno irregular.
Más allá de fechas concretas, es habitual ver a trail runners entrenando en el concejo, ya que los tracks de las diferentes rutas están disponibles para descargar online. Para facilitar la actividad, en Nembra se puede contratar un servicio de ducha gratuito cualquier día de la semana, previa reserva.

En bici

La subida a Coto Bello se estrenó en 2010 en la Vuelta Ciclista a España y desde entonces ha pasado a engrosar la lista de puertos míticos donde ciclistas de diversas nacionalidades vienen a medir sus fuerzas. 10 kilómetros verticales con un 8,27% de pendiente media y un 17% de máximo, sin prácticamente descanso y con unas impresionantes vistas. En realidad, la carretera existe desde hace treinta años, poco más que una pista de acceso a una antigua explotación minera, pero no fue hasta que se asfaltó cuando los ciclistas de la zona empezaron a recomendar este recorrido. El boca-oreja fue funcionando hasta que la Vuelta Ciclista a la Montaña Central de Asturias puso el puerto en su recorrido en 2008. En la cima hay un monumento con el nombre de Chechu Rubiera, que se implicó personalmente en la promoción de este itinerario. También Samuel Sánchez ha usado estas rampas como lugar de entrenamiento habitual y lo ha definido como «un puerto a la italiana, que no da tregua».
Más pensadas para BTT, las pistas del Anillo Ciclista de la Montaña Central son casi doscientos kilómetros pensados para hacer en etapas y recorrer los seis municipios de la comarca. En Aller la ruta pasa por Santibanes de Murias y Cabañaquinta como localidades destacadas.
Para animar a esta práctica deportiva, en el polideportivo de Cabañaquinta, además de duchas y vestuarios, hay un punto de lavado de bicicletas. Además, muchos de los alojamientos de la zona están preparados para acoger a ciclistas, ofreciendo servicios como puntos de reparación o guardería de bicicletas.

Pisando nieve

Cuando llega la nieve es temporada alta en el concejo, aunque es cierto que en esta ocasión se ha hecho de rogar. Fuentes de Invierno es la estación más joven y moderna de todo el norte español, y se aprovecha de la belleza del entorno para ofrecer una experiencia deportiva de primer nivel. La práctica del esquí y otros deportes de invierno es posible gracias a un cómodo acceso por carretera, 15 pistas de distintos niveles, remontes de última generación, alquiler de material deportivo y escuela de esquí.

Fuentes de Invierno es la estación más joven y moderna de todo el norte español, y se aprovecha de la belleza del entorno para ofrecer una experiencia deportiva de primer nivel.

Fuentes de Invierno recibió el pasado año 37.338 personas, según datos de la Dirección General de Deportes. La temporada pasada hubo 65 días de apertura efectiva; en ésta, la apertura de la estación estaba prevista para el 3 de diciembre, pero la falta de nieve impidió cumplir los plazos. Una de las actividades con más éxito es la Semana Blanca, dirigida a escolares, en la que la temporada pasada participaron 2.831 alumnos de 76 colegios públicos y concertados. Es una forma efectiva y divertida de crear cantera para una gama de deportes que tiene un amplio seguimiento en el Principado.
Fuera de pista, las montañas alleranas se prestan para el esquí de travesía, las rutas con raquetas o el snowboard, siempre prestando atención a la predicción meteorológica y tomando todas las precauciones necesarias.
También los amantes de la fotografía disfrutan de esta época, ya que la nieve deja paisajes con encanto, cubriendo con un manto blanco los tejados de los pueblos más altos, dejando una imagen casi mágica.

Practicando snow board
Foto: Johannes Waibel

Con mesa y mantel

La comida allerana se identifica claramente con lo mejor de la gastronomía asturiana de interior, con platos típicos como el pote de berzas, picadillo de cerdo o carne roxa de ternera. La huerta local abastece de productos de temporada, los ríos de truchas frescas y en la ganadería de la zona, típica de montaña, proporcionan carnes para guisos tan contundentes como el cordero a la estaca, el lechazo al horno o el cabrito con patatas. También la caza abunda en estos parajes (corzo, rebeco y jabalí), no en vano la berrea del venado es todo un espectáculo turístico en el otoño. En la época de caza los guisos son también un reclamo en los menús de los restaurantes locales.
El postre es uno de los momentos más esperados, ya que la fama repostera del concejo es amplia: casadielles, frixuelos, cuajada, queso podre… y sobre todo el panchón, una masa dulce cocinada en la brasa, envuelta en hojas de berza. Una delicia calórica que pone el punto final a una comida memorable.

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