A pocos kilómetros de la capital, en el pequeño núcleo de Rozadas es posible visitar dos de los museos del municipio: el Centro de Interpretación de la Artesanía del Hierro y el Museo Etnográfico.
Aunque la industria artesana del hierro prácticamente ha desaparecido, la historia de los ‘ferreiros’ de Boal se mantiene viva a través del primero de estos equipamientos, el Centro de Interpretación. Aquí se da testimonio de una artesanía que llegó a tener en funcionamiento una herrería, ocho mazos y dio trabajo a ciento noventa herreros. De entre todas las piezas que se pueden observar ocupan un papel relevante los clavos, cuya fabricación artesanal se detalla en el Centro y cuya importancia está unida a la tradicional figura del ‘claveiro’.
A poca distancia se encuentra el Museo Etnográfico que, ubicado en una antigua casa de labranza, ofrece al visitante una colección de aproximadamente 2.000 piezas y a través de las cuales es posible conocer detalles de la vida en el campo en siglos pasados. Junto a la casa-museo se encuentra una capilla perteneciente a la orden de los franciscanos del siglo XVII, la de la Virgen de la Portalea.
Una vez en la tranquila aldea de Rozadas, es posible acercarse al lugar donde antaño se encontraba el conocido ‘Carbayón de Rozadas’ y al cual los vecinos han dedicado una placa. El gesto habla una vez más de un pueblo que quiere impedir el olvido.