Con base en Libardón y utilizando diferentes escenarios de la zona, Alberto&García han creado su último disco, Voladores, de una forma especial. Las grabaciones han sido en vivo, captando el sonido ambiente de unos paisajes que conocen desde niños. Este viaje sonoro se presenta en formato CD-Documental, y es un recorrido por la historia de esta banda, con Alberto García al frente.
-¿Cómo surge Voladores?
-El título tiene que ver con ese sentimiento de celebración que está tan presente en Asturias, y especialmente en pueblos pequeños como Libardón, esas fiestas humildes ambientadas con voladores. Para captar esto se nos ocurrió grabar íntegramente en directo en diferentes zonas, y después de madurar la idea invitamos a los chicos de Moonlight Audiovisual a venir desde Madrid al Oriente de Asturias; concretamente grabamos en Colunga, Caravia, la Sierra del Sueve y sobre todo Libardón, donde instalamos el campamento base. En tres días hicimos todo lo que se ve en el disco.
-¿Por qué esos escenarios?
-Parte del grupo somos familia y resto amigos de toda la vida. Llevamos viniendo a estos sitios desde pequeños y los conocíamos bien. Hicimos fotos de las localizaciones y luego, según la temática de las canciones y en coordinación con la productora, elegíamos un lugar u otro. Y nos salió todo bien, más si tienes en cuenta que cuando grabas en estas condiciones siempre hay un elemento aleatorio: cencerros de vacas, sonido del aire, canto del gallo, al final todo tuvo un sentido y encajó perfecto. Solo hubo un emplazamiento donde nos llovió, tuvimos que desmontar y volver a montar y fue una grabación más larga; todo el resto fue muy fluido.
«Este disco es muy especial, en él contamos la historia de la banda»
-Publicáis un disco y un vídeo documental de las grabaciones, ¿una experiencia para repetir?
-Quizá no tendría sentido, porque éste es un disco muy personal, grabado en un sitio especial en el que contamos cosas esenciales para nosotros. Es la historia de la banda y eso no se va a repetir en otros trabajos.
-A través del crowfunding habéis financiado gran parte del disco.
-Sí, la respuesta fue instantánea y muy positiva, nos llenó y nos generó también una gran responsabilidad, ya que teníamos que defender algo que no sólo era nuestro sino de mucha gente.
-¿Qué da carácter al sonido de este trabajo?
-Es la primera vez que nos autoproducimos en el sentido artístico, no tuvimos un productor musical que tomara las decisiones. Además, en un estudio puedes meter toda la instrumentación que quieras y aquí no, así que las canciones han ganado en sencillez. En ellas recogemos influencias de la música que escuchas en verano, sin caer en lo fácil. Puedes encontrar una cumbia, un bolero, música andina… nos hemos aproximado a sonidos latinoamericanos.
-Todos los temas del disco son vuestros salvo Piedra y Camino, original de Atahualpa Yupanqui. ¿Por qué esta canción?
-Esta canción la llevo escuchando en mi casa toda la vida, al igual que varios de mis compañeros. Quisimos grabarla como homenaje a nuestras familias y como agradecimiento a toda esa influencia. Hemos querido acercar a Atahualpa Yupanqui, uno de los mejores cantautores de todos los tiempos, a ciertas generaciones que quizá lo desconozcan.