Destino turístico por excelencia, Llanes tiende cada verano hacia el infinito, ofreciendo playas espectaculares, paisajes protegidos, historia, fiestas populares y sabor rural gracias a los más de cien pueblos que componen el concejo.
El concejo llanisco se edifica en torno a la historia de las piedras que lo conforman, a sus gentes, que le dan personalidad única y a su naturaleza que va de la costa a la montaña.
El núcleo central es la villa de Llanes, ubicada a la orilla del mar y capital de todo el concejo. En sus calles la piedra se hace arte y el murmullo del mar, canción. En ella destacan por su antigüedad y simbolismo los restos de la muralla medieval y la torre del Castillo, que datan de cuando se fundó la puebla, en el siglo XIII. La torre alberga actualmente la oficina de turismo. Ésta se propone como inicio de un paseo turístico monumental que puede hacerse temáticamente, ya que en Llanes abundan los edificios religiosos, los palacios señoriales y casonas, las bellas casas indianas y los recuerdos de un glorioso pasado marinero y ballenero que sostuvo la economía llanisca en sus inicios.
Así, los pasos conducen hasta la Basílica de Santa María del Conceyu, de estilo gótico, en cuyo lateral norte se encuentra el palacio de los Duques de Estrada, en ruinas tras un incendio en 1809. Frente a la iglesia, la casa de cultura se ubica en la Casona de los Valdés, y en sus alrededores están la casa de El Cercau y la casona de Ramón Miranda.
Otras interesantes construcciones religiosas son las capillas de La Magdalena, muy antigua, y la de Santa Ana, en la que se reunía el gremio de mareantes. Cercana está la casa de los Ribero, de origen medieval y una de las construcciones civiles más antiguas de Asturias. Al otro lado de la ría, el barrio de Las Barqueras fue antiguamente hogar de pescadores y conserva parte de los edificios. Saliendo del casco antiguo, destaca el imponente Casino con fachada franqueada por dos torres y el edificio del Ayuntamiento, de estilo neoclásico.
Los admiradores del arte indiano han de dirigirse a la antigua carretera general y su entorno para ver estas edificaciones, como la casa de Los Leones o el de Junco. Mientras, los que buscan las raíces de Llanes no pueden dejar de visitar las ermitas de la Guía y San Roque. Las más recientes construcciones culturales y artísticas son los Cubos de la Memoria, que el artista Agustín Ibarrola instaló en la punta del muelle, y el Aula del Mar.
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Llanes salada y festiva
Precisamente la vinculación de Llanes con el mar lo ha hecho evolucionar, desde su inicio medieval como puerto pesquero y comercial, a la importancia que aquí tuvo la pesca de la ballena entre los siglos XVI y XVII. Tras una dura época de emigración, a finales del siglo XIX Llanes remontó el vuelo como destino turístico del momento, un sector que ha ido creciendo hasta convertirse en primer pilar económico. El concejo es destino veraniego para muchos asturianos, pero mayoritariamente para españoles llegados de todos los puntos de la geografía nacional. Aquí encuentran el sosiego que buscan, además de completos servicios, restauración cuidada, alojamientos de gran calidad y animación encabezada por las fiestas estivales, como las Fiestas de los Tres Bandos de Llanes: La Magdalena, en julio, San Roque en agosto y La Guía en septiembre. Además de las Fiestas de Santa Ana el 26 de julio y las de Nuestra Señora del Conceyu, el 15 de agosto.
Las playas son a primer golpe de vista el motivo que anima a pasar aquí las vacaciones. Son muchas y variadas, desde pequeñas calas a extensos arenales o playas con forma de concha. Imposible nombrarlas todas, en las guías se destacan las de Cuevas del Mar, La Huelga, Gulpiyuri, San Antolín, Torimbia, Barro, Borizu, El Sablón, Toró, Andrín, Vidiago…
Aún así, la costa llanisca no es un oasis de arena, sino que combina esas dóciles playas con agrestes acantilados indicados para la pesca o el paseo. Incluso hay bufones, efecto que produce el mar al golpear rocas y que despide potentes chorros de agua a gran altura. Todo ello no hace más que enriquecer el paraíso marino que es el concejo.
Llanes, con 56 kilómetros de línea costera, cuenta con una excelente calidad de las aguas de baño avalada por la Agencia de Sanidad Ambiental y Consumo.
Llanes mar adentro
Llanes no es sólo agua. Al dar la espalda al horizonte azul que se pierde en el infinito, las montañas calizas se elevan a lo lejos, y entremedias colinas ondeantes tiñen de verde el paisaje. La vista en principio se detiene en estas montañas, pero más allá está la Sierra del Cuera, Paisaje Protegido y destino muy apreciado por montañeros, senderistas y espeleólogos que buscan descender a varios sistemas importantes de cuevas. Incluso las hay de interés arqueológico en Nueva y la Cueva Bolado, que contiene arte antiguo. También antiguo es el Ídolo de Peña Tu, un personaje con una espada, grabado y pintado en roca hace unos cuatro mil años, en un extremo de la Sierra Plana de la Borbolla.
Los ríos son otro de los puntos de destino turístico inconfundibles. Tanto sea para pasear, sentarse a comer junto a sus orillas, o para pescar en los lugares indicados para ello, las aguas del Nueva, Bendón, Purón y Cabra son fuente de disfrute inagotable.
Los ciento cuatro pueblos llaniscos ponen el contrapunto rural a su villa costera. Lo hacen a través de sus costumbres, gastronomía y etnografía. Porrúa, por ejemplo, es famoso por la conservación de tradiciones rurales, como puede verse en el Museo Etnográfico del Oriente de Asturias.
Las fiestas también son señas de identidad rural y atractivo turístico de primer orden. Además de las fiestas en honor a patrones y patronas, varios pueblos como Pancar, Celorio o Balmori celebran La Hoguera, en la que talan un eucalipto en el monte y lo plantan sin corteza en el pueblo. En Barro es típica la Noche de las Brujas, donde interviene la mitología asturiana, y en Naves las fiestas de su patrona Santa Ana vienen acompañadas de recitales gratuitos de canciones tradicionales.
Ruta de los Colores
Toma su nombre de la variedad cromática que presenta la flora llanisca, a lo largo de las cuatro estaciones. El recorrido discurre por el Valle de Carranzo o Valle Oscuru, junto al río Cabra, en la parte más oriental del concejo. La senda es circular de poco más de trece kilómetros y puede recorrerse en familia, a pie o en bicicleta, debido a su baja dificultad. Está totalmente indicada con 50 señales de dirección, y paneles informativos a lo largo del camino realizados por el dibujante Julio Rey. A través de ellos se informa de los indianos, el nacimiento del río Cabra, los molinos del río, naturaleza del entorno, la Sierra Plana, y los palacios de Braña Vieya.
El Camín Encantáu
Ruta circular que parte de La Venta y atraviesa caminos tradicionales, bosques, prados y pastizales, que llevan a los pueblos de Gomezán, Malatería, Palaciu, Ardisana y Riucaliente. En el paseo se ven tallas de madera diseñadas y realizadas por el escultor Pedro Bueno, que reproducen seres mitológicos, personajes tradicionales y seres entrañables que poblaron el valle. El recorrido y las características de El Camín Encantáu han sido diseñadas por la Asociación La Ablanosa, en colaboración con el Ayuntamiento de Llanes, a fin de potenciar los valores culturales, paisajísticos y ambientales de la zona del Valle de Ardisana.
Senda Costera
Caminando o pedaleando pueden recorrerse los 45 Km de la Senda Costera de Llanes, que discurre paralela a la N-634. El sentido común dicta que la ruta ha de hacerse por etapas, o incluso en días diferentes, si se desea conocer a fondo los encantos que reserva el camino. Estos incluyen diversas playas naturales de fina arena dorada, acantilados de gran altura y bufones.