La gastronomía maliaya es un reflejo fiel de lo mejor que hay en la región, especialmente en cuanto a pescados y mariscos. La sidra, que ha llevado el nombre de Villaviciosa por todo el mundo, es la bebida ideal para regar cualquiera de los deliciosos platos que se ofrecen en la restauración local.
En un restaurante de cocina tradicional que se precie no debe faltar en la carta ni la fabada ni el pote. Así, por todo el concejo se pueden probar estos platos típicos de merecida fama, así como las fabes con almejes o con marisco, que en la zona es especialmente bueno.
Reinan los productos del mar, por eso, pedir un plato de cualquiera de las especialidades es darse un festín de sabores: sopa de marisco, lubina a la plancha, chopa a la sidra, tiñosu con patatines o una parrillada de pescados son algunas de las sugerencias más repetidas. También un plato de oricios, una caldereta de marisco, centollos, langostas, percebes… la variedad es tanta que lo difícil es quedarse con un plato o dos, cuando lo que apetece es probarlo todo. Especialmente cuando se descubre que tampoco las carnes desmerecen, con las fabes con jabalí o la ternera de los valles asturianos.
Reinan los productos del mar, por eso, pedir un plato de cualquiera de las especialidades es darse un festín de sabores: sopa de marisco, lubina a la plancha, chopa a la sidra, tiñosu con patatines, oricios…
De postre, la repostería típica maliaya tiene merecida fama. Las pastelerías invitan a entrar, muchas de ellas usando como reclamo deliciosos bombones artesanos, y en cualquier carta encontramos arroz con leche o tarta de manzana, que ponen la guinda a una buena comida o cena.
Por supuesto, las sidrerías no faltan en el concejo. La sidra natural es una de las bebidas más demandadas, aunque el consumo de sidra champanada no se queda atrás, sobre todo para brindar en ocasiones especiales. Los licores de manzana, digestivos y sabrosos, rematan una buena comida, solos o en gotas para el café.
Para ir probando especialidades, en el calendario se reparten diferentes jornadas gastronómicas de renombre: la Fiesta de la Boroña Preñada, las Jornadas del Carnaval, la Semana de Les Fabes, las Jornadas de la Oveya Xalda, las Jornadas Culturales y Gastronómicas de Productos de la Ría y el Mar, la Muestra de la Huerta, el Festival del Corderu a la Estaca, el Festival de la Nuez… sin olvidar el Festival de la Manzana, evento bienal que atrae a miles de personas para disfrutar de la primera sidra de la temporada.