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miércoles 15, enero 2025

Aida Nuño, siete veces campeona de España de Ciclocross. La carrera de la vida

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Aida Nuño está considerada la mejor ciclocrosista de la historia de España y habla con la madurez de quien ha conquistado metas muy altas. “La reina del barro”, como se conoce a la asturiana de Hevia (Siero), logró siete oros nacionales y ahora sigue cubriendo etapas dentro y fuera del mundo de la bici.

Su nombre apareció este año compartiendo protagonismo con el piloto Fernando Alonso y el jugador de hockey sobre patines Toni Pérez tras obtener un segundo puesto en los galardones que el Principado de Asturias concede a los mejores deportistas del año. Fue un merecido reconocimiento a sus logros deportivos de 2019 pero también a toda su trayectoria encima de la bicicleta.

La asturiana con estudios en Administración y Dirección de empresas compagina ahora su actividad en la bici en el equipo Río Miera-Cantabria Deporte con una concejalía en el Ayuntamiento de Siero.

Su nombre apareció este año junto con el de Fernando Alonso y el jugador de hockey sobre patines Toni Pérez tras obtener un segundo puesto en los galardones que el Principado de Asturias concede a los mejores deportistas del año.

-¿De dónde surgió tu afición a la bici y en especial al ciclocross?
-Me viene de familia, en mi casa siempre se practicó mucho ciclismo y yo llevaba años participando en carreras. Así es más fácil que pruebes algo que al final te acaba gustando.
Cuando empecé con catorce o quince años probé todas las disciplinas, primero corriendo en mountain bike, aunque también hacía algo de carretera. Después probé el ciclocross y fue la que más me gustó porque es más explosivo: carreras más cortas e intensas con un componente de adrenalina y de emoción que no tienen el resto de disciplinas.

-Hace unos años recuperaste la carretera, corriendo casi dos temporadas con el equipo Meruelo de Cantabria. ¿Qué aporta esta modalidad?
-Sobre todo, te da una forma física difícil de conseguir entrenando, porque por mucho que te esfuerces nunca llegas al nivel de exigencia que te requiere la competición. Y luego está el hecho de formar parte de un equipo, sales dentro de una estructura que es como una familia en la que me recibieron con los brazos abiertos desde el principio.

-Eres la mejor ciclocross de la historia de España, ¿qué has puesto en práctica para llegar a conseguir esto?
-Mucha constancia. No tengo una clase especial como ciclista, ha sido a base de trabajar mucho, de ser muy constante y de dedicarle muchos años.
Por eso siempre le digo a la gente que quienes vayan a ganar los campeonatos de España no tienen por qué ser personas que hayan destacado anteriormente. Al final de lo que se trata es de ser muy constante, de apostar por esta disciplina en serio, que es lo que he hecho yo, renunciando a muchas cosas para centrarme en la temporada de ciclocross.
Mirando atrás parece que ha sido fácil, pero en realidad hay muchas más carreras de penurias y de sufrimiento que de momentos buenos, pero al final, es lo que me ha llevado a conseguirlo.

Campeonato de España de Ciclocross 2019. En el centro, Aida Nuño
Campeonato de España de Ciclocross 2019. En el centro, Aida Nuño con Lucía González (izqda) y Luisa Ibarrola (drcha) / Foto cedida por Aida Nuño

-¿Cuáles fueron los momentos de mayor dificultad?
-Fueron los años de Universidad y los de empezar a trabajar porque tenía que buscar tiempo sacándolo de las noches o de donde se podía. Estaba acostumbrada a los años de juvenil en los que ganaba con relativa facilidad, por eso cuando llegaron los años más flojos y bajé el nivel me costó remontar. Fueron etapas de conocerme bien a mí misma, de redescubrir por qué me gustaba el ciclismo y de decidir si quería seguir apostando por él o no. Fueron complicadas en el plano deportivo, pero precisamente de ahí es de donde sales fortalecida porque decides qué es lo que quieres hacer y eso te permite disfrutar al margen de que los resultados sean peores o mejores.

-Además de la forma física ¿ganaste en fortaleza mental?
-Sí, sobre todo después de pasar esos años. Después de decidir, de descubrir qué es lo que te gusta del deporte te haces más fuerte mentalmente. Sales a una competición, sabes que no te juegas nada y que el lunes siguiente va a ser igual. Vas relativizando la importancia de las carreras y vas encontrando esa tranquilidad para afrontar los momentos clave de la temporada.

-¿El tiempo da siempre otra perspectiva?
-Cuando eres joven y empiezas a competir todo gira en torno a esto y en torno a la bici, vives en un mundo un poco cerrado, pero con los años le vas dando la importancia que tiene. Está claro que sigues dedicándole horas y mucho esfuerzo y que quieres obtener resultados que te dejen satisfecha pero también con la tranquilidad de saber que el trabajo lo tienes hecho. Si tienes calma todo lo que has ido trabajando va a salir y si por lo que sea sale mal, tampoco pasa nada, las temporadas se repiten año tras año.

“Cuando era un poco más joven los cambios me asustaban muchísimo (…) A base de ir probando me he ido acostumbrando a esa sensación; ahora si pasan dos o tres años sin un cambio importante me entra un poco de agobio”

-¿Qué piensas o sientes cuando te llaman “Reina del Barro”?
-Me hace mucha ilusión porque son muchos años de dedicación. Cuando empecé a apostar por el ciclocross era una disciplina que en España estaba poco desarrollada, y a nivel internacional solo se disputaban las categorías masculinas.
Para mí esta disciplina es más de media vida, y el barro es mi ingrediente favorito porque las carreras en las que mejor me defiendo son las que tienen lugar en días de lluvia, en circuitos pesados en los que hay barro y frío. Por eso que te reconozcan con este apellido me hace ilusión, aunque le doy la importancia justa porque sé que es algo que se olvidará cuando deje de competir.

-Este año has conseguido un segundo puesto en el premio a ‘Mejor deportista asturiano de 2019’. ¿Cómo se recibe una noticia así?
-Fue una sorpresa porque el reconocimiento más importante que haya recibido nunca llega en un momento de techo de mi carrera deportiva, tras mi mejor temporada 2019. Después bajé el pistón más centrada en otras cosas.
La noticia me llegó en plena cuarentena, en un momento en el que estaba un poco de bajón, intentando mantener los entrenamientos, y siempre viene bien una alegría. Nunca había estado nominada para este premio y para mí es uno de los más relevantes. Lo sigo todos los años desde niña y conseguir que esté ahí mi nombre un año me hace especial ilusión.

-¿El confinamiento fue un trago duro para una persona tan activa como tú?
-El deporte te hace ser flexible y ser capaz de adaptarte a nuevas situaciones. Te permite encajar las cosas como vengan, pero está claro que es una situación para la cual nadie estaba preparado. No lo llevé mal, al principio con incertidumbre y sin llegar a creérmelo, incluso con algún día de más bajón porque no sabía qué iba a pasar, pero luego con más calma y tranquilidad.

“La oportunidad de hacer algo por la sociedad es una experiencia que se la recomendaría a todo el mundo porque nos hace entender cómo funcionan las cosas y verlo todo desde una perspectiva distinta”

-Dedicarte al ciclocross no te ha impedido hacer otras cosas, ¿cómo las combinas?
-Desde que empecé a competir en bicicleta siempre lo he compaginado con otras cosas, primero en el instituto, luego en la Universidad y después con el trabajo. Entrenaba cuando tenía tiempo libre, no organizaba mi día en base al entrenamiento. Los primeros años que estuve trabajando me resultó más difícil pero poco a poco me fui acostumbrando, estructurando mi vida en base a lo que tengo y aprovechando los fines de semana para centrar en ellos los entrenamientos de volumen y entre semana hacer otros más intensos y más cortos. En los meses de verano es más fácil porque los días son más largos. Es una cuestión de organización, de tener claro lo que quieres y por supuesto, renunciar a muchas cosas. Trabajar y entrenar no da tiempo para muchas otras cosas.

-¿Por qué una deportista de alto nivel se mete en un proyecto político?
-La oportunidad de hacer algo por la sociedad es una experiencia que tenía muchas ganas de tener; se la recomendaría a todo el mundo porque nos hace entender cómo funcionan las cosas y verlo todo desde una perspectiva distinta. Es una manera de aportar tu visión de las cosas y de la vida desde un puesto de toma de decisiones. Y aunque sea de forma local y pequeñita, te da la oportunidad de aportar tu grano de arena e intentar que las cosas sean un poco más parecidas a cómo te gustaría que fuesen. Me está aportando mucho, y esto no tiene nada que ver con cualquier otra experiencia laboral, de momento no me arrepiento en absoluto.

-Imagino que una persona que viene del ámbito deportivo aporta cosas diferentes a otras que lleguen de otros sectores, ¿cuál es tu bagaje?
-Para personas como yo que llevamos metidas en este mundillo desde tan jóvenes, los valores del deporte se reflejan en todo lo que hagas. El deporte te da sobre todo la constancia. Para llegar a una competición tienes que entrenar todos los días, los deportistas somos como hormiguitas, vamos poco a poco, día a día, planificando las cosas con una estrategia de cara al futuro. Tenemos la mente acostumbrada a trabajar de esa manera y lo reflejamos en todas las actividades que llevamos a cabo.

Aida Nuño en plena competición de ciclocross
Aida consiguió la posición número 20 en el Campeonato del Mundo 2020, en Dübendorf, el pasado mes de febrero. Foto: Fco. Javier Bandin – RFEC

-Tanto dentro como fuera del mundo de la bici has ido tomando decisiones y afrontando cambios de equipo y de trabajos. ¿Cómo percibes que es el momento de dar un cambio?
-Me gusta que me hagas esa pregunta porque es algo en lo que pienso mucho. Cuando era un poco más joven los cambios me asustaban muchísimo y era una persona muy reticente a ellos. Me costó muchísimo decidir qué es lo que quería estudiar y cuando estaba a punto de acabar la carrera me daba vértigo el pensar dónde iba a estar profesionalmente, pero llegó un momento en el que cambié el chip y empecé a arriesgarme un poco más. Aunque den un poco de miedo, los cambios suelen traer cosas positivas y aunque a veces no salgan como tienes pensado siempre te van dar un montón de posibilidades. A base de ir probando y de darme cuenta que me daban más satisfacciones que otra cosa me he ido acostumbrando a esa sensación; ahora si pasan dos o tres años sin un cambio importante me entra un poco de agobio, tengo sensación de parón y necesito buscar alguna otra cosa, un aliciente que me dé ganas de empezar con algo nuevo.

-Igual que lo haces en circuitos complicados, ¿enfrentas tus decisiones como en la carrera de tu vida?
-Muchas veces me lo planteé así. La vida entera como una competición con un montón de escenarios distintos y con momentos en los que hay que tomar decisiones rápidas y apretar mucho, o al revés, otros en los que hay levantar un poco el pie y esperar a ver qué va pasando. Es un paralelismo que mentalmente hago muchas veces porque la tipología de decisiones y situaciones que vivo se parecen a lo que experimento en una carrera.

“Aunque es cierto que me hubiera gustado ganar el campeonato de España 2020, también lo es que me alegré mucho por Lucía, mi rival directa, porque lo merecía tanto o más que yo”

-Finalmente, este año, tu duelo con Lucía González en el Campeonato de España se resolvió a su favor. Después de tantos años de rivalidad ¿cómo se asume este cambio?
-Es ley de vida, algo que ya tenía muy asumido y que viví incluso con alegría porque yo recuerdo con bastante cariño los primeros momentos en los que conseguía acercarme a esas ciclistas que ganaban cuando yo empezaba en categorías inferiores. He crecido con ellas y después de admirarlas, llegado ese momento en el que estábamos codo a codo, tuvieron un trato excelente conmigo. Yo pretendo hacer lo mismo, aunque en el caso de Lucía no es exactamente igual porque en realidad somos de una generación parecida y aunque ella sea unos cuantos años más joven llevamos muchos años codo con codo. De hecho, en los años en los que yo que empezaba a trabajar ella solía ganarme en las carreras.

-¿Es una rivalidad con influencias positivas?
-Sí, probablemente seamos las dos corredoras españolas que más apostamos por esta disciplina y nos hemos ayudado mucho mutuamente a subir el nivel. Creo que sin ella cerca a mí me habría costado más llegar al nivel internacional y yo creo que ella igual. El estar estos años peleándonos fin de semana tras fin de semana nos ayudó a mantener el nivel.

Así que, aunque suene un poco extraño y aunque es cierto que me hubiera gustado ganar el campeonato de España 2020, también lo es que me alegré mucho por ella porque lo merecía tanto o más que yo. Llevaba muchos años trabajando, era su momento y tenía que llegar. Y me alegro que sea Lucía la que haya conseguido el título este año porque se lo merece un montón y es una corredora que es un ejemplo para las jóvenes. Como yo, ha sabido pulirse mucho a sí misma e ir mejorando como una hormiguita, peleando para conseguir llegar hasta donde está ahora.

Aida nuño, siete veces campeona de España de Ciclocross
Foto cedida por Aida Nuño

-Después de estos dos últimos años, ¿cómo contemplas tu futuro en la bici?
-Ahora mismo estoy en un momento muy tranquilo. La temporada 2018-2109 fue la primera en mi vida en la que me centré cien por cien en la bici. No estaba trabajando y tenía curiosidad por experimentar hasta donde podía llegar si me centraba solo en entrenar. Fue una experiencia brutal que disfruté como nunca y en la que alcancé un nivel como no había tenido antes; es algo que necesitaba interiormente para quedarme con esa tranquilidad.
La de 2019-2020 fue mucho más tranquila. Sabía que mi nivel no iba ser el mismo y me di la oportunidad de disfrutar de lo que había conseguido en años anteriores. Fui a las carreras con otra mentalidad, sin la presión de tener que ganar y al final la temporada me salió bastante mejor que de lo que esperaba, así que muy contenta.

Ahora estoy a la expectativa porque esté es un año muy raro. Desde que se ha reiniciado la temporada de carretera aún no he corrido nada, pero la verdad que tengo ganas. Volver a competir sería la mejor manera de sentir cierta normalidad. Es una incógnita cómo será la próxima temporada de ciclocross, porque otros años por estas fechas ya estaríamos ultimando detalles y ahora las mejores previsiones son las de empezar a mediados de octubre, pero ojalá podamos tener una temporada medianamente normal. Sería la mejor muestra de que las cosas van bien.

-Ahora tú ya no tienes que demostrarte nada a ti misma…
-He hecho todo lo que he podido estos años, lo he disfrutado un montón. Al final llegas a un momento en el que el objetivo principal ya no es ganar a nadie, si no intentar hacerlo lo mejor posible, sobre todo a nivel internacional. Lo vives de otra manera, los años te dan otra tranquilidad.

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