El 6 de septiembre se celebra en Laviana el Quebrapates Peña Mea: una carrera de montaña con casi cuatro mil metros de desnivel y treinta kilómetros de recorrido, puntuable para la Copa de Asturias.
Alfredo García pertenece al Grupo de Montaña Peña Mea y es el coordinador de la organización de la carrera. ‘Nosotros ya organizábamos una carrera de montaña en noviembre, Coto Musel, que se sigue haciendo y es mucho más sencilla que ésta. Como estábamos cerca de los organizadores de la Copa de Asturias de carreras por montaña, surgió la idea de hacer una carrera más dura. Lo emblemático de esta zona es Peña Mea, así que fue relativamente sencillo escoger el objetivo. Más complejo fue elegir el itinerario, porque hay muchas posibilidades. Es una zona muy humanizada, con muchos cruces, y nos costó encontrar un itinerario fácil de marcar, de supervisar, para controlar que no se nos perdiera nadie’.
Aunque normalmente se convoca a nivel regional, el año pasado el Quebrapates fue puntuable para la Copa de España de carreras por montaña, la primera vez que en Asturias se hacía una prueba nacional en esta categoría. Esto supuso una experiencia única para la organización, que vio aumentar el número de asistentes y, por lo tanto, el trabajo. ‘Hicimos alguna variación en el itinerario y endurecimos la prueba. Aún así, se pasó de un récord de tres horas y seis minutos a dos horas cuarenta y ocho. En Asturias tenemos nivel pero aún no hay una tradición de carreras de montaña como en Aragón, Cataluña, País Vasco, Levante, etc’. Este año vuelven de nuevo a la categoría regional, con mucha más experiencia.
‘Lo emblemático de esta zona es Peña Mea, así que fue relativamente sencillo escoger el objetivo del Quebrapates. Más complejo fue escoger el itinerario’
El mundo de las carreras de montaña está hecho de caras habituales: el que prueba, repite. Muchos de ellos vienen de otras disciplinas deportivas y se quedan, destacando el buen ambiente que se vive en estas pruebas. ‘Se dice que es mucho más cordial, más amistoso que por ejemplo en el atletismo, que hay una competitividad más ‘insana’. Además, lógicamente, nos une el amor por la montaña. La mayoría de estas carreras te descubren itinerarios preciosos a picos muy espectaculares’. Las cinco pruebas de la Copa de Asturias van desde los veintiún kilómetros hasta una maratón de montaña. ‘Las cinco son muy duras y el mero hecho de correrlas todas ya es una satisfacción personal, que se incrementa en función de los objetivos que tengas y de cómo te salga’. A pesar de la dureza, se nota un incremento en los participantes. ‘Yo empecé en la Travesera de Picos de Europa, que lleva seis años haciéndose. El primer año éramos cuarenta y siete, este año fuimos doscientos. De momento nos conocemos todos, pero se nota que esto va creciendo’.