A lo largo de todos estos años de vida editorial, recuerdo que cuando sentíamos que se aproximaba el fin de una etapa, rápidamente nos poníamos a pensar en cómo diseñaríamos la siguiente. Esos finales nos servían de estímulo para imaginar nuevas aventuras y nuevos retos.
Cada año, cada etapa, trajeron consigo vivencias, grandes y pequeñas, que nos permitieron aprender valiosas lecciones, nos ayudaron a superar mejor las adversidades, a adaptarnos a situaciones difíciles, a sacarnos de la manga habilidades que no sabíamos ni que teníamos para resolver los problemas que iban apareciendo. Hemos dejado atrás muchas cosas que ya no nos servían y hemos fortalecido otras que sabemos que serán muy necesarias para el futuro que se nos presenta.
Todo esto nos ha hecho llegar hasta aquí con un montón de experiencias en la mochila, una mochila muy enriquecida también con las experiencias de los demás, porque en Fusión Asturias, al formar una gran familia, confluyen muchos principios y finales de historias que llegan hasta nosotros y que de alguna forma también vivimos, aunque no sea en primera persona.
Y aquí estamos con un nuevo libro en nuestras manos para el que tenemos que buscar un título y una ilustración para la portada. Sin prisas. Dejando atrás la bulla de estos días y ese ritmo caótico que parece que nos obliga a ir corriendo de un sitio para otro. Tomemos el tiempo que nos haga falta. Dejemos que nuestra mente viaje una vez más por nuestras ‘palabras’, por nuestras ‘líneas’, por nuestras ‘páginas’, por nuestros ‘capítulos’, por nuestra ‘historia’ que sólo podremos plasmar sobre el papel nosotros… tenemos tantas páginas en blanco como tinta en nuestro tintero.
Con este 2024 una parte de nosotras se va y otra busca abrirse paso; otra que volverá a ser la suma de muchas historias, las que queremos vivir y otras muchas marcadas por momentos, sentimientos y vivencias que nos traerá de nuevo la vida, esa gran maestra. Y como de eso no nos vamos a tener que preocupar porque funciona al margen de todos, hagámoslo de lo que sí está de nuestra mano.
Cerramos un año que ha sido intenso y duro en todos los aspectos, -no hay más que mirar a nuestro alrededor-, pero nada comparado con lo que aventuran para este 2025 que muchos ya han bautizado como el año de la incertidumbre. Un año lleno de interrogantes, que nos va a obligar a barajar todas las posibilidades que surjan sin poner ningún tipo de etiquetas, antes de tomar una decisión. Nos va a obligar a pensar fuera de los parámetros habituales y esto es muy bueno.
En definitiva, se habla de un 2025 de incertidumbre a todos los niveles -económico, político, social-, pero también se vislumbran nuevas oportunidades, sorpresas positivas.
No sé el título que llevará este libro, ni cómo será la foto que al final irá en portada, pero sí que tendrá una trama que no nos va a permitir pestañear un solo momento.
Nuestros mejores deseos para 2025.