En 2004, un grupo de quince asturianos afincados en Madrid crean el Club Asturiano de Gastronomía. El objetivo es promocionar su querida Asturias a través de la gastronomía y la cultura. Las actividades y los socios han ido creciendo hasta hacerse con un nombre propio en la capital, tal como cuenta el secretario del Club, Pelayo Menéndez de Luarca.
-En su página web hay un listado de la oferta asturiana de gastronomía en Madrid, en la que se resalta la perspectiva humana de los locales, la historia del empresario y la creación del negocio…
-Esa era la intención. Hablar de restaurantes desde la perspectiva netamente gastronómica ya se había hecho en muchas ocasiones, así que contactamos con Sara Cucala -periodista asturiana especializada en gastronomía- y le propusimos un reto. Consistía en hablar de los negocios desde la historia personal que motivó a esas personas a venir a la capital, a dar de comer a los foráneos y madrileños que aquí viven. También quisimos incorporar reportajes fotográficos que nos parecían interesantes respecto al restaurante, la historia de su propietario y los datos de interés.
Comenzamos con veinticinco restaurantes, tabernas, tiendas gourmets y repostería, y queremos que crezca, ampliarlo a España y luego a nivel internacional, aunque quizá sea un objetivo demasiado ambicioso, puesto que nuestros recursos son limitados.
“Los asturianos somos gente muy hospitalaria y mucho más cuando estamos fuera de casa. Nos seguimos sintiendo asturianísimos, ejerciendo la asturianía por encima de todo”
-En sus actividades, la cultura es tan importante como la gastronomía. ¿En qué apartados se centran especialmente?
-Hemos editado dos libros, el primero se llamaba “Asturias: cocina de mar y monte” de José Antonio Fidalgo. A través de las rutas de mar y de montaña se descubría la geografía asturiana; se editó en versión sobremesa y en versión rústica, esta última se está reeditando en este momento. El otro libro es “La cocina familiar asturiana” de María de Lorenzo -propietaria de El Oso en Madrid- y Cristina Comenge -propietaria de Oven 180-, un libro puramente de recetas.
También hacemos exposiciones, como una en la que promocionamos jóvenes valores de la pintura y la fotografía asturianos en Madrid. Y a lo largo del año celebramos varios encuentros, normalmente en un restaurante no asturiano en el que pedimos que el cocinero nos prepare un menú especial para nosotros. Se trata de que cocine algún plato asturiano y que luego ese plato permanezca en la carta.
En estas comidas procuramos hacer alguna actividad diferente, normalmente ligada también a la cultura, como cuando Isabel San Sebastián vino a presentar su libro “Astur” y a firmar ejemplares. Hicimos lo mismo con Lorenzo Díaz y su libro “Las rutas del Quijote”, y con “Coquinaria: XI recetas de cocina pompeyana”, también coescrito por una asturiana. Además, concedemos la insignia de oro de nuestro Club, que este año fue para Gonzalo Anes, a quien el Rey concedió el título de Marqués de Castrillón.
-¿Cuál es su proyecto más inmediato?
-Tenemos un proyecto precioso entre manos, que consiste en hacer una exposición de los pintores asturianos más importantes, como Evaristo Valle, Dionisio Fierros o Darío de Regoyos. Se trata de obras que están en manos privadas, en muchos casos socios de nuestra asociación y nunca se han exhibido en público. Conseguimos financiación a través de un convenio entre CajAstur, la Consejería de Cultura y Turismo, y la Fundación María Cristina Masaveu. El comisario es Angel Antonio Rodríguez y la exposición se llama “La mirada perdida, colecciones en la diáspora”. Verá la luz en el Palacio Revillagigedo de Gijón, donde estará del 20 de enero al 27 de marzo de 2011 con unos setenta cuadros. Luego estará en Madrid del 13 de abril al 22 de mayo, con menor cantidad de obras.
La Asociación potencia la cultura asturiana mediante actividades como exposiciones de fotografía y pinturas, o la edición de libros de temas relacionados con Asturias.
-Madrid está lleno de asturianos y tradicionalmente han hecho piña entre ellos. ¿Sigue esta línea su Club?
-Sí, pero Madrid es enorme y cada uno está inmerso en sus casuísticas particulares. Como no es fácil coincidir, la idea es que los encuentros del Club Asturiano de Gastronomía sirvan de hilo conductor, de modo que los planificamos anualmente para que estén en la agenda de cada socio. Cuando estamos juntos el ambiente es fabuloso, ya sabes que los asturianos somos gente muy hospitalaria y mucho más cuando estamos fuera de casa. Nos seguimos sintiendo asturianísimos, ejerciendo la asturianía por encima de todo y seguimos vinculados a Asturias todos porque todos veraneamos en ella o pasamos unos días al año, incluso hay quien vive entre Asturias y Madrid.
-¿Tienen en el Club asturianos adoptivos, gente amante de Asturias que no ha nacido en el Principado?
-Para pertenecer al Club, tu DNI no tiene que poner que has nacido en Vegadeo, Cadavedo o Siero; simplemente tiene que haber un vínculo. Incluso hay quien por matrimonio ejerce mucho más la asturianía, ya conoces el dicho de que “no hay mayor devoto que el converso”. Por ejemplo, Isabel San Sebastián es socia nuestra, no es asturiana pero adora Asturias, tiene casa allí y ha escrito dos libros sobre Asturias. Entonces, lógicamente, siempre será bien acogida entre nosotros.