Empieza a informar la cadena SER sobre Asturias a las 6:50 horas, que para mí son de la mañana y, en ocasiones, para el locutor, de la madrugada, por los desaciertos a la hora de leer las noticias. Hace unos días contaba que Doña Pilar Monasterio aspiraba a dirigir la Facultad de Medicina de Oviedo. No sé si por la hora tempranera o por los líos que hay ahora con las narices de alcaldes metiéndose en gestión ajena, -con su casa sin arreglar-, el caso es que le cambió el apellido a la candidata. Bien es cierto que la falta es venial, porque realmente se llama Pilar Mosteiro, que es lo mismo, pero en galego.
Se abre al público el archivo de Hunosa, ubicado en el Pozu Fondón. Una buena noticia, que merece la primera página en la edición de Las Cuencas de La Nueva España. En el pie de foto se puede leer que junto con la consejera y la alcaldesa de Langreo acude la “delgada del Gobierno”; me sorprende que alguna persona de la comitiva sea tan magra en carnes como para subrayarlo, releo y me entero de que es una errata, falta una “e”. La señora delegada, Doña Delia Losa, agradecerá, sin duda, que la consideren de tipo fino.
Senado de los Estados Unidos de América del Norte. La republicana Taylor, acusa de hipercontroladora a la demócrata Pelosi; o sea, como dice mi amigo Nembra, los pájaros tiran a las escopetas. Quiere motejarla de policía de la Gestapo (Gestapo police), se traba y acaba por llamarla “gazpacho police”. (Está por ver si en esta cuestión ha influido la ingesta inmoderada de Tennessee whiskey). Tan extraño lapsus da pie a un mediático José Andrés, que suele andar entre pucheros, para declarar que él es el verdadero guardián de que al gazpacho no se le eche tabasco u otros brebajes mixtificadores. Amor a la gastronomía patria.
Amor se celebra en estas fechas de San Valentín, alivio de la hostelería en semanas difíciles; la cuesta de enero llega hasta marzo para los consumidores, aunque el empresariado diga que no hay que subir el salario mínimo, que la tropa ya gana demasiado y luego se lo gasta en vicios. Como comer, calentarse y eso. A Luisa la del Gaucho, chigrera amiga que duda hasta de que haya cenas de enamorados, le brindo un consejo comercial gratuito: Organice usted cenas de celebración de divorcio.
Hay que ponerse al día. Así como ya se ven en las pastelerías muñequitos de boda en los que los contrayentes son dos varones o dos señoras, brinde la posibilidad de alegrarse por perder de vista a ese cónyuge insoportable que hemos devuelto a casa de su señora madre. Hay gente que no pierde comba, al respecto; vean el cartel publicitario que me he traído de Palma de Mallorca en el que se da un uso práctico al anillo de boda que ha dejado de ser símbolo de compromiso. Ya no te sirve: ¡Deshazte de él!