Lleva años interesado en las tradiciones de la cultura popular. Su último trabajo es el fruto de recorrer el concejo de El Franco absorbiendo y recopilando los cuentos que tradicionalmente los padres contaban a sus hijos. De ahí nació Había úa vez… 101 contos del conceyo del Franco.
El franquino Martín Pérez Álvarez, más conocido como Martín de Villar, conoce la importancia que los cuentos tienen para los niños, cómo estimulan su imaginación, enriquecen su vocabulario y les inculcan valores nuevos. A él se los contaron cuando era pequeño, y ahora son sus cuatro hijos los receptores de este legado y el motor de esta iniciativa, que ha visto la luz tras una labor de investigación.
«Los cuentos aportan una enseñanza a nuestros hijos. Si además somos los padres los que se los leemos, todos ganamos. La parte más importante del cuento es el tiempo que pasamos juntos. Si este libro sirve al menos para alguna de estas cosas, me doy por satisfecho.
-En primer lugar, tu relación con los cuentos populares ya viene de atrás. ¿Qué recuerdas de tu infancia con ellos?
-Recuerdo estar sentado en las rodillas de mi abuelo escuchando sus historias para niños hasta dejarme hipnotizado. Recuerdo a mi abuela recitando como un trabalenguas las estrofas de algún cuento que ella sabía de memoria. Recuerdo que de pequeño creía que aquellos relatos eran reales y mientras me los contaban vivía dentro de aquella fantasía. Tal es así que se me quedaron grabados y los he puesto en el libro en memoria suya.
-‘Había úa vez…101 contos del conceyo del Franco’. ¿Por qué este municipio atesora tantos cuentos y leyendas?
-El Franco guarda un montón de tradiciones en la memoria de sus mayores, entre ellas la de contar cuentos. El hecho de encontrar a tanta gente que conserva con detalle el recuerdo de las cosas de antes unido a un territorio con enclaves mágicos como las Covas d’Andía, el Cabo Blanco, el Pozo del Llago, etc… hace que broten con facilidad estos cuentos y leyendas tan antiguos.
El libro editado por Trabe contiene, tanto para niños como para adultos, 101 cuentos, fábulas, leyendas, historias fantásticas y demás relatos del folklore del concejo de El Franco
-¿Qué nos vamos a encontrar en la publicación?
-A primera vista encontramos un libro para niños con 101 cuentos, fábulas, leyendas, historias fantásticas y demás relatos del folkclore del concejo de El Franco. Pero también está hecho pensando en un público adulto que encontrará en él muchos de los cuentos de su infancia. Además, si profundizamos un poco más podemos darnos cuenta del rastro que va dejando la tradición oral a pesar del paso de los siglos. Muchos de estos cuentos tienen su origen en la cultura griega, en la Europa medieval o en el siglo de oro español.
-Indícanos uno de los relatos que seguro nos van a sorprender.
-A mí personalmente los que más me gustan son estos cuentos que van escritos en rima y que los abuelos cuentan encadenando versos de memoria. El de «A chispera d’Antón», por lo largo del texto y lo difícil que me fue completarlo, está entre mis preferidos.
-El libro recoge textos en castellano y en fala. ¿Por qué es importante apostar por esta variedad lingüística?
-No se trata de ninguna apuesta, simplemente es el reflejo de la realidad lingüística actual. La fala y el castellano conviven en este concejo sin ningún inconveniente, lejos de disputas políticas y controversias culturales. En el caso de este libro esto es evidente. Hay informantes que incluso dentro de un mismo cuento utilizan las dos lenguas, y para respetarlas, todos ellos van escritos tal cual me fueron contados a mí.
-¿Qué aportan las ilustraciones de Alberto Álvarez Peña al resultado final?
«Las ilustraciones de Alberto Álvarez Peña hacen que los personajes cobren vida»
-El libro está obteniendo una buena aceptación por parte del público. ¿A qué crees que se debe?
-Pues creo que por tratarse de un trabajo de investigación centrado en El Franco siempre llama la atención del lector local. Además, por la temática atrae mucho al público infantil y se está usando mucho como regalo para los más pequeños. La verdad es que en ese sentido está superando con mucho mis expectativas…
-¿Desde cuándo recuerdas tu interés por la literatura, por la tradición?
-No sabría decir un momento en concreto, pero siempre despertó mi curiosidad la tradición, la forma de hacer las cosas antes, el ingenio que tenía la gente para buscar soluciones a problemas cotidianos y para divertirse sin apenas medios. Lo único que ha cambiado en los últimos años es que ahora pongo por escrito lo que recojo y lo doy a conocer al público. Para mí es un pasatiempo informal mezclado con un trabajo de investigación serio.
-Tu interés por la tradición y por lo popular ya es conocida, anteriormente publicaste un libro sobre curanderos y sanadores. ¿Qué otras inquietudes guardas en la recámara?
-La inquietud es siempre la misma: recoger todo lo que se pueda de la tradición oral que aún nos queda en la zona rural antes de que nuestros mayores falten. En la memoria de todos estos abuelos todavía quedan tesoros que conservar y a eso hay que encaminar los esfuerzos. Publicar las cosas que me cuentan no es más que un homenaje a ellos. Mis dos próximos proyectos van encaminados a reunir otros 101 cuentos del occidente de Asturias, distintos de estos que acabo de publicar, y a terminar un proyecto sobre la labor de los «albeitres», aquellos curanderos de ganado que había antiguamente por los pueblos.