Viajar te ayuda a sentir, respirar, contemplar, tocar, despertar sentidos que creíamos dormidos.
A solo cuatro kilómetros de Cabañaquinta, capital del concejo, se encuentra el pueblo de Bello. Un pintoresco lugar que además de buenos ejemplos de arquitectura tradicional es lugar de inicio de una ruta que nos llevará a divisar una de las mejores panorámicas de Asturias.
Del pequeño pueblecito de Bello perteneciente a la parroquia de Piñeres sale esta bonita ruta que transcurre por el concejo de Aller hasta Santibáñez de Murias, comunicando el río Aller con el río Negro a través del cordal de Coto Bello, una zona con un pasado minero apenas perceptible debido a la restauración vegetal llevada a cabo.
La ruta tiene una longitud de 12,5 kilómetros y 800 metros de desnivel. La información de todo el itinerario la podemos encontrar en un panel explicativo en un pequeño parque a la entrada del pueblo.
De ahí parte un camino que después de atravesar el pueblo y cruzar el río Bello, asciende fuertemente y va cruzando praderías, bosques, helechos y matorrales hasta llegar al cordal de Coto Bello. En lo alto, la pista de tierra por la que hemos estado circulando hasta ahora se une a la carretera. El ascenso continúa hasta llegar a la explanada de Coto Bello. Cogeremos la pista que sale a la derecha sobre las escombreras restauradas, y pasaremos al lado de plantaciones de abedules y zonas de pastizal donde es frecuente encontrarse con ganado.
Uno de los principales alicientes de esta ruta, son las espectaculares vistas que hay en todas las direcciones
El paraje de Coto Bello fue una de las explotaciones mineras a cielo abierto de Hunosa. Después de terminar su actividad, hace más de dos décadas, se procedió a su restauración medioambiental, una transformación del paisaje que ha permitido que hoy estos terrenos puedan dedicarse a usos ganaderos y también turísticos. Además de praderías se pueden ver pistas, senderos para ciclistas o caminantes y lagos artificiales.
La ruta abandona la explotación minera y desciende por una pista en dirección a la villa Murias desde donde se puede ver el valle del río Negro. Antes de llegar nos encontramos con una mesa temática desde la que podemos localizar todas las montañas de los alrededores, ya que uno de los principales alicientes de esta ruta son las espectaculares vistas que hay en todas las direcciones. Desde Coto Bello se contempla una de las panorámicas más bonitas de Asturias. Por el sur, la Cordillera Cantábrica con el Pico Torres y el resto de cumbres de los Puertos de San Isidro y Vegarada; por el este, la sierra del Crespón que separa Aller del Parque de Redes, y sobresaliendo sobre este, la cima del Retriñón; por el norte, Peña Mea y el cordal de Longalendo y por el este, las sierras de Carrocera y el Aramo. ¿Alguien da más?
Una vez que llegamos a Murias, el camino atraviesa el pueblo para enlazar con la carretera. Si cogemos el camino de la izquierda llegaremos de nuevo a Santibáñez de Murias, final de la ruta.
En Coto Bello se celebran diversos campeonatos de parapente tanto a nivel regional como nacional
Lugar de aventura
Este hermoso paisaje se puede disfrutar caminando pero también corriendo. El Coto Bello Trail, “El camino a la montaña”, celebrará este próximo junio su novena edición coincidiendo, como es tradicional, con la Fiesta del Cordero. Doce kilómetros de recorrido por sendas montañosas con salida y meta en el Alto de Coto Bello son todo un reclamo para los amantes de las carreras de montaña. En total, mil trescientos metros de desnivel acumulado que han de realizarse en un tiempo máximo de tres horas. La pasada edición consiguió reunir a trescientos corredores. Está organizada por el Equipo de Montaña Reino Astur y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Aller.
En la cumbre de Coto Bello encontramos un merecido homenaje al ciclista Chechu Rubiera y es que esta pequeña sierra, además de su acceso principal es un importante destino para rodar en BTT y crear sobre la marcha distintos itinerarios por sus distintas sendas. Valles, crestas, pistas mineras, lomas, promontorios con distintos desniveles, firmes sencillos y también técnicos y resbalosos que exigen grandes dosis de pericia, es el catálogo de algunos elementos que en esta zona vamos a encontrar. No es de extrañar que esté considerado como un paraíso para los ciclistas.
Y rizando el rizo… ¿se podría disfrutar de este paisaje desde el aire? Por supuesto, desde parapente, aunque dada la época del año en la que nos encontramos casi será mejor esperar al buen tiempo. Coto Bello es una zona de vuelo homologada por la Federación para la práctica de este deporte. Posee abundantes alturas de mil metros de altitud, varias entradas por pistas forestales y buen acceso. Esto lo convierte en una de las mejores áreas de vuelo de España razón por la cual se celebran diversos campeonatos de parapente tanto a nivel regional como nacional.