La Biblioteca Popular Circular Menéndez Pelayo de Castropol amplía su oferta y ofrece, a partir de este mes de mayo, el servicio de semillas en préstamo, convirtiéndose así en la primera biblioteca de semillas de Asturias.
A diferencia de un banco de semillas, el objetivo no es almacenar o retener el germoplasma o semillas contra una posible destrucción, sino difundirlos entre el público para preservar las variedades de plantas, compartirlas mediante el cultivo, la multiplicación y el posterior intercambio de semillas.
Quien quiera puede acercarse a la biblioteca a recoger su sobre de semillas y cultivarlas con el único compromiso de devolver al menos la misma cantidad que se le prestó una vez que se complete el ciclo. De esta forma se garantiza la productividad de las semillas, es decir, que estas se mantengan fértiles -generación tras generación- y el compromiso de los vecinos por mantener su patrimonio tradicional y autóctono.
Acaba de abrirse este servicio y ya cuenta con treinta variedades locales y regionales donadas por entidades y particulares de toda la comarca que se han implicado y seguirán colaborando para que este pequeño proyecto siga adelante. Las primeras donaciones han venido de la mano de la Finca El Cabillón (Fundación Edes, Tapia de Casariego), la Finca As Fadegas (Ribadeo-Lugo), el Banco de Semillas Biltar (Oviedo), y particulares de toda la comarca de Oscos-Eo. Todas estas semillas, además de ser parte del patrimonio de la zona, tienen mayor resistencia a plagas y enfermedades, mayor capacidad de adaptación a las condiciones locales y por eso también van a necesitar menos plaguicidas o fertilizantes.
Se está realizando un catálogo con todas las semillas disponibles, para ello se toman datos del donante de la semilla y de las características del producto.
Quien quiera puede acercarse a la biblioteca a recoger su sobre de semillas y cultivarlas con el único compromiso de devolver al menos la misma cantidad que se le prestó una vez que se complete el ciclo.
El proyecto se completa con la creación de una red de recolectores -integrantes del Club de Lectura- que se van a encargar de recoger refranes, canciones, romances, etc. sobre los cultivos, la siembra y la recolección en toda la comarca Oscos-Eo. “El Ceip La Paloma y los IES comarcales tendrán un papel fundamental en esta parte del proyecto”, asegura la responsable de la biblioteca, Manuela Busto.
Con esta iniciativa la biblioteca se convierte en un espacio de intercambio y de convivencia, donde van a entrar en contacto generaciones distintas. Es un proyecto con mucho futuro, con un trabajo en red detrás y se espera, con el paso del tiempo, que vaya creciendo cada vez más.
La primera biblioteca de semillas se creó en 1999 en el Berkeley Ecology Center (California). Se llamó Biblioteca de Intercambio de Semillas del Área de la Bahía (BASIL). Y la primera que se estableció dentro de una biblioteca pública fue en la Biblioteca Pública Gardiner (Nueva York). Hoy este tipo de iniciativas están presentes en todos los países del mundo.
La biblioteca de Castropol, premiada a nivel nacional por su labor social y de promoción de la lectura, sigue demostrando que es un semillero de proyectos con la puesta en marcha de esta nueva biblioteca de semillas, pionera en Asturias.