Hace ya cincuenta años que a unos jóvenes se les ocurrió poner en marcha la que hoy es la fiesta turística más importante del concejo de Laviana y una de las más visitadas de Asturias: el Descenso Folklórico del Nalón. Este año, cargado de sorpresas.
En esta ocasión los preparativos han empezado antes de lo habitual porque hay muchas cosas nuevas que poner en marcha y queda poco tiempo. Pablo Vázquez, presidente de la Asociación Amigos del Descenso admite que organizar algo así lleva su tiempo y más este año que celebran el cincuenta aniversario. «Estamos dedicando dos o tres días a la semana a la organización del Descenso porque queremos hacer algo muy especial para atraer no sólo al público asturiano sino también al de fuera. Esperamos una gran afluencia de público y también de embarcaciones participantes. Hay peñas históricas que habían dejado de participar y este año se apuntan de nuevo. Eso le dará mucho glamour a la fiesta».
No habrá novedades en cuanto a la estructura básica del evento. El sábado 19 de agosto a las 15:30 horas tiene lugar el desfile de embarcaciones. Una vez que llega al Puente d’Arcu, y a partir de las 18:30, las embarcaciones comienzan progresivamente el Descenso por el Río Nalón. La meta se encuentra en el Prau de la Chalana, donde están esperando todas las peñas la llegada y donde posteriormente se merienda. Por la noche en la Plaza del Paragüas tiene lugar la entrega de premios, seguida de una gran verbena. «Este año empezaremos la celebración el jueves con actividades de ocio a gran escala, tanto a nivel regional como nacional -adelanta el presidente de la asociación-. Por otro lado estamos recuperando la historia del Descenso: vídeos, fotografías, testimonios de los primeros que bajaron y con todo ello haremos algo bonito. No queremos dar mucha más información para mantener la sorpresa. Lo que sí hay es mucho trabajo porque hacer cosas nuevas de esta envergadura exige mucho a nivel burocrático, administrativo, legal para la contratación de eventos. Pero creemos que es un camino que hay que recorrer y por eso le ponemos mucha pasión».
La pasada edición contó con unos dos mil doscientos participantes y cuarenta carrozas, además de los navegantes que «van por libre». Con todo ello, este año se espera sobrepasar ampliamente esas cifras. «Creo que es una fiesta que habría que disfrutar por lo menos una vez en la vida, señala Vázquez. Aglutina todos los ingredientes de las fiestas tradicionales que a todos nos gustan: carnaval, música en la calle, deporte de riesgo, fiesta de prau, humor… hacemos todo eso en un mismo día. Esto no se parece a nada conocido. Pensamos que el Descenso tiene un potencial turístico aún por descubrir».