El concejo de Navia y el limítrofe de Villayón ofrecen varios parajes naturales de gran belleza, que permiten tanto pasear como disfrutar de una tarde relajada observando el entorno.
1. Reserva Natural Parcial de Barayo
Este espacio natural compartido entre Navia y Valdés incluye una amplia playa con pequeñas dunas, arboleda, y el estuario que forma el río Barayo con juncales y cañaverales. El entorno permite dar un paseo de media hora hasta la playa entre especies autóctonas que incluyen alisos, pasear por una fina arena, bañarse en aguas cristalinas, observar pájaros típicos de humedales y, si hay suerte, avistar alguna de las nutrias que aquí habitan.
2. Embalse de Arbón
La existencia de este embalse es aprovechada por los amantes de los deportes náuticos para practicar en él sus aficiones. Así que además de pescadores, es bastante común ver piragüistas remando sobre sus mansas aguas. Tampoco faltan los que se acercan a pasar un día tranquilo rodeados de espesa vegetación, agua y silencio.
3. La Poza
Se conoce con este nombre la formación de agua salobre que se forma detrás de la playa de Navia, entre el agua de mar y la del río que desemboca. La Poza se asemeja a una especie de lago cuyas aguas suben y bajan con las mareas, permitiendo el baño en verano y la observación de aves de humedales en otoño e invierno. El entorno es un bosque de eucalipto y otro de pinos en el que es bastante sencillo avistar ardillas.
4. Cascadas de Oneta
Pertenecientes al concejo de Villayón, son un paseo imprescindible para quienes buscan que la naturaleza les sorprenda. Se parte del pueblo de Oneta y a lo largo de dos kilómetros de paseo a pie -de baja dificultad-, vamos entre casas y tierras de cultivo hasta encontrarnos con la cascada de La Firbia, y posteriormente varias pozas con agua de gran profundidad y peligrosos remolinos, como la de El Diablu. Más allá está la cascada de La Ulloa y por último La Maseirúa, más pequeña. Todo rodeado de castaños, fresnos, alisos y robles, entre los que se esconde algún molino.
5. El Can
Con sus 842 metros y situada en la Sierra de Panondres, ésta es la montaña más alta del concejo, compartida a su vez con Villayón y Valdés. Una de las posibles subidas parte de Vidural y conduce a la Collada de Bobia, donde se inicia la andadura hasta llegar a Pico Bobia (577 m). Orientados hacia El Can vamos asomándonos entre crestas y valles hasta alcanzar la cima, desde donde obtendremos una buena visión en caso de un día claro, que alcanza tanto el mar como las montañas circundantes. Sólo las antenas de telecomunicación y televisión instaladas en la cumbre mancillan el paisaje. §