La moscona cerró 2017 sobreponiéndose cum laude a una lesión de ligamento cruzado, al lograr el bronce en el Campeonato de España de Kárate. Sus expectativas eran tan altas, que incluso la medalla le quedó corta y ahora se prepara para el salto a la categoría senior. El logro se suma a una meteórica carrera deportiva en la que ha ganado dos subcampeonatos de España en categoría infantil y ha sido subcampeona en categoría junior en 2016, además de ganar varios campeonatos regionales.
Todo comenzó en 2009, a la edad de nueve años, cuando pisó por primera vez un tatami en el Gimnasio Lino, animada porque su primo practicaba esta disciplina. La natación y gimnasia rítmica que practicaba hasta el momento, pasaron entonces a un segundo plano.
-¿Qué cualidades te ayuda a desarrollar el kárate, que no aporta otro deporte?
-Sobre todo respeto, porque a pesar de que nosotros estamos haciendo combate y quieras o no a veces se nos van un poco la mano o la pierna, detrás siempre hay respeto, tener educación hacia el rival, hacia los árbitros, la gente que te ve, que anima a otros competidores…
-Y por lo que desprenden tus palabras, también implica control… ¿Te ayuda eso en otros aspectos de tu vida, para gestionar emociones o conflictos?
-Sí, tenemos un psicólogo en el club que nos ayuda a controlar los nervios, sentimientos, la noche antes del campeonato. Porque si un acontecimiento es importante tienes nervios y con él practicamos la respiración, el saber cómo evadirnos para no pensar en eso. Y a la hora de los estudios, ante un examen importante siempre tienes ese gusanillo en la barriga que gracias al psicólogo sabemos controlar.
-¿Cómo combinas estudios y kárate?
-Es organización y muchas veces al ir a entrenar a Oviedo llevo los libros en el bus o el coche. Cualquier momento es bueno para estudiar.
-¿Cómo ha sido tu preparación en estos años? ¿A qué has tenido que renunciar?
-En el 2016 me rompí el ligamento cruzado y a partir de ahí fue todo entrenar y prepararse más que otros años, para tener la pierna bien. Muchos fines de semana te priva de salir con tus amigos y demás, pero como es algo que te gusta merece la pena renunciar.
-¿Qué sentiste cuando te alzaste con el bronce nacional?
-Un sabor agridulce porque íbamos con la cosa de querer llegar a lo más alto, pero mejor eso que nada.
-¿Te influyó la lesión?
-No, no, al contrario. Gracias a esta rotura que tuve, todo fue cuesta arriba, todo fue mejor de lo que habría ido anteriormente. Me operaron en marzo, luego fui a rehabilitación, corría, saltaba, hacía bicicleta y un montón de cosas, menos kárate. En octubre empecé en kárate, entrenando más días y más horas para poder llegar y luego fue cuando en noviembre de 2016 quedé subcampeona de España y a partir de ahí fue todo cuesta arriba.
-O sea, que la lesión se convirtió en un acicate…
-Sí, quería llegar arriba, meterme entre las tres primeras en los campeonatos de España, en el ranking que hay ahora a nivel nacional, y lo conseguimos.
-¿Tu próxima cita?
-Este año ha cambiado la normativa y yo que nací en el año 2000 en este momento pertenezco a sub-21 y senior, ahora cambio de categoría porque antes era junior. La próxima competición es sobre marzo o así y es el Campeonato de Asturias Senior. Me estoy preparando para ello.
-¿Qué expectativas tienes al respecto?
-Este primer año como es el primero en categoría absoluta, peleas con gente que tiene muchísima experiencia, muchísimos años de carrera en el kárate, así que trataré de tomar contacto con ellos, intentar meterme ahí, que valga la pena. Aunque no consiga nada, que lo intente y me quede con un buen sabor de boca.
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