La lucha es su vida y el próximo mes de abril Sergio Fernández se subirá al ring para luchar por el título nacional en la categoría Superwélter. El gijonés, conocido como ‘El Kaiser’, ya conquistó dos campeonatos de España en peso medio y ahora quiere volver a inscribir su nombre en la historia del boxeo nacional.
-¿Cómo te iniciaste en el boxeo?
-Hace casi 20 años fui a una velada de full contact en la que boxeó Juan del Valle y vi también un campeonato del Mundo que me gustó mucho. A partir de ahí, empecé con el full contact, pero después hubo una época en la que no había combates, estaba todo muy parado, y fue cuando me pasé al boxeo.
-¿Qué has encontrado en este deporte que te ha enganchado?
-A mí me enganchó la lucha, la lucha y la lucha. No en el sentido agresivo, pero me gusta boxear, pegarme, deportivamente hablando. El día en que me lo quiten me quitarán algo de mi vida.
-Hay que estar en forma para aguantar mucho tiempo.
-Sí, pero sarna con gusto no pica, como se dice. Lo que peor llevo es el hambre que paso para poder dar el peso adecuado, eso sí que es un suplicio.
“Me gusta boxear, pegarme, deportivamente hablando. El día en que me lo quiten me quitarán algo de mi vida”
-Hay varios factores que pueden ser determinantes en un combate. ¿Qué valoras más de tu forma de boxear?
-Valoro el carisma, el pundonor, porque puedo estar físicamente agotado pero voy para adelante, siempre para adelante. No doy un paso atrás ni aunque me maten.
-¿Antes romper que doblarse?
-Sí, como dice Camarón de La Isla, que me encanta (me gusta mucho el flamenco): “No trates de dominarme porque soy más duro que el acero, antes roto que doblarme”.
-¿Cuál fue el primer torneo que recuerdas y cómo ha ido transcurriendo tu trayectoria deportiva?
-Hice un Campeonato de España de Full Contact hace ocho años en el que saqué medalla de bronce o plata, la verdad es que ya no me acuerdo. Luego, cuando me pasé al boxeo, hice dos Campeonatos de Asturias y los gané; ese mismo año quedé subcampeón de España y también gané un torneo a nivel nacional, el Open Boxing de Marca TV. Después saqué la oposición y, como ya disponía de más tiempo y no tenía más preocupaciones, decidí pasarme al boxeo profesional. Con 23 años laboralmente tenía la vida solucionada y me pude centrar en lo que me gustaba. En Oviedo tengo la plaza en excedencia y ahora estoy trabajando de Policía Local en Santa Eulalia, en Ibiza.
“Lo que peor llevo es el hambre que paso para poder dar el peso adecuado, eso sí que es un suplicio”
-¿Vas a pelear próximamente por un título nacional?
-Sí, quedé Campeón de España de peso medio dos veces, pero ahora voy a hacer el Campeonato de España del peso superwélter que es un peso más bajo, el 29 de abril en Vigo.
-¿Qué te supone ese cambio de categoría?
-Toca sufrir un poco más con la alimentación, pero en realidad ese es mi peso. Anteriormente arriesgué en uno que no me correspondía y me salió bien, pero ahora quiero ser Campeón de España en dos pesos: medio y superwélter. Creo que solo hay uno o dos boxeadores en la historia de España que lo han conseguido, me gustaría entrar en la historia del boxeo nacional.
-¿Ese es tu sueño?
-Sí, es algo que me motiva mucho. Y también poder traer el cinturón de Campeón de España a la isla; con lo mucho que me está apoyando la gente, la prensa y todos, es una motivación más.
“Estando bien físicamente, sabiendo que entrené y que llego bien, no me preocupa en absoluto quien tenga delante”
-¿Qué te hizo dejar Asturias y marchar a las Islas Baleares?
-No sé qué me pasó en Asturias, pero por las circunstancias que había notaba que no avanzaba, solo veía lo negativo y tenía necesidad de marcharme. Estoy orgulloso de mis raíces y de ser asturiano, pero esa es una etapa que se cerró, no me veo volviendo. Sigo teniendo allí amigos que no los cambio por nada, pero ellos saben que mi sitio es este.
Por otro lado, hice mucha amistad con la persona con la que entreno ahora en Ibiza, es como mi hermano, y llegó un momento en que pasaba más tiempo en la isla que en Asturias.
-¿En Ibiza has encontrado un hogar?
-He encontrado mi hogar, no un hogar. Si no estuviera aquí, habría dejado el boxeo. Encajé perfectamente, aunque el tema vivienda es complicado por cómo están aquí las cosas, pero es algo que no me quita el sueño para nada.
-Tu próxima gran cita es en Vigo, ¿cómo te preparas para conseguir este campeonato?
-Todos los días hago algo. Como en la Policía estamos por turnos, los días que trabajo hago un entrenamiento al día, mientras que los días de descanso hago dos: por la mañana lo dedico al trabajo físico y por la tarde, al boxeo. Y los sábados, como aquí hace siempre buen tiempo, cojo la mochila y me pierdo por el monte, es raro el día que estoy quieto.
-Sergio ¿qué pasa por tu cabeza minutos antes de salir al ring?
-Lo que tengo son muchas ganas de empezar, ansia de salir porque es algo que disfruto. Me encanta salir a pelear y llevo ya tantas batallas… que ya es parte de mi vida. Si no lo tengo, me falta algo.
“La derrota sirve de mucho, es como en la vida, que aprendemos a base de malas experiencias, así que hay que saber aprovecharlas”
-¿Para qué sirve una derrota?
-Sirve para aprender, para saber en base a las decisiones que tomaste quién te dio un consejo equivocado y a quién tienes que hacer caso. Sirve de mucho, es como en la vida, que aprendemos a base de malas experiencias, así que hay que saber aprovecharlas.
-¿La fortaleza mental es algo que también entrenas?
-Yo subo al ring y lo que me echen. Hay gente que se prepara con psicólogos deportivos, pero yo no. Estando bien físicamente, sabiendo que entrené y que llego bien no me preocupa en absoluto quien tenga delante.
-¿Utilizas algún amuleto que te dé suerte o confianza en ti mismo?
-Desde hace año y medio, que fue cuando vine a Ibiza, tengo uno que llevo siempre en un bolso y va conmigo las 24 horas del día, vaya a donde vaya, tanto trabajando como corriendo, entrenando…
-¿El boxeo es como la vida misma que siempre te trae alguna sorpresa?
-Sí, siempre hay algo que se sale del guión.
“Las amistades que hice en Ibiza, la agenda familiar que me ha dado el mundo del boxeo es de lo más maravilloso que tengo en la vida y no exagero”
-¿Este deporte te ha aportado algo parecido a una familia?
-Directamente me ha dado una familia. Las amistades que hice aquí, la agenda familiar que me ha dado el mundo del boxeo es de lo más maravilloso que tengo en la vida y no exagero. Es un vínculo que no se puede explicar, hay que estar dentro para entenderlo, y tiene que ver con la lealtad y el respeto, es así.
-¿Hay un código de honor dentro del boxeo?
-No es que haya un código, pero yo sé que siempre que boxeo con alguien -independientemente de que me gane o no-, desde el momento en que acaba el combate quedamos tan amigos. Jamás guardaré rencor a una persona que me haya noqueado y jamás me alegraré -salvo por lo deportivo- de haber noqueado a alguien.
-Tienes una frase en tu Facebook que me llamó la atención: Lo bueno de tener un pasado tan negro es que el negro combina con todo. ¿Por qué esa frase?
-Digamos que de pequeño fui un poco revoltoso. Alguna discusión de padre a hijo y de hijo a padre, sé que como niño hubo cosas que no debía haber hecho. El deporte me ayudó a encarrilar mi vida, y gracias a él no seguí haciendo el tonto por ahí.