La actual crisis climática, el envejecimiento y la soledad que vive más del 14% de la población asturiana y la dificultad para acceder a una vivienda digna, ha impulsado la creación de nuevos modelos de vivienda que, desde diferentes perspectivas e involucrando tanto a ciudadanos organizados como a la Administración, tratan de dar respuesta a todos estos problemas.
La sociedad está cambiando y busca nuevos modelos de vivienda como respuesta a un estilo de vida diferente. Nuevos espacios en los que convivir que estén en equilibrio con la naturaleza. Y en este sentido, Asturias se está convirtiendo en todo un referente a nivel nacional hasta el punto de que nos visitan responsables de otras comunidades autónomas para conocer in situ las experiencias que se están desarrollando.
Una de ellas tuvimos ocasión de conocerla personalmente. Hace unas semanas publicábamos un reportaje sobre las viviendas colaborativas, el cohousing, una forma de vida en comunidad habitual en distintos países europeos pero novedosa en nuestra región. En breve se comenzará la construcción del primer proyecto de este tipo en Asturias en Caraviés (Llanera) pero además será intergeneracional, una iniciativa pionera en toda España. Se construirán 36 viviendas que serán las zonas privadas, y habrá más de mil metros cuadrados de espacios comunes: biblioteca, lavandería, comedor, huertos ecológicos.
Después de siete años de trabajo, la cooperativa Axuntase, va a ver cumplido su sueño, nos comentaba emocionada Mary Asun Rodríguez Lasa, su presidenta, al tiempo que animaba a todas las personas a las que les guste esta forma de vida a unirse al proyecto.
Además del cohousing de Llanera, se está diseñando otro urbano en Gijón y hay cuatro iniciativas más en otros lugares de Asturias como Sariego o Las Regueras. Proyectos todos ellos que el Principado ve con buenos ojos porque no solo se trata de “una nueva y enriquecedora forma de convivencia, sino que también es sostenible, ecológica y crea comunidad con el entorno”.
Siguiendo con más proyectos innovadores nos vamos hasta Muros de Nalón. Allí en un entorno de gran belleza -entre la ría y el mar Cantábrico- se encuentra el primer edificio en España de viviendas sociales que cuenta con certificado Passivhaus (casa pasiva). Se trata de la primera iniciativa colectiva de la región, ya que hasta ahora solo se habían acreditado edificaciones unifamiliares. Son 20 viviendas en régimen de alquiler destinadas a menores de 35 años y a personas mayores que viven solas. ¿Qué tienen de especial? Pues que la orientación y características del edificio permiten aprovechar al máximo los recursos naturales del clima para tener menor consumo energético. Según sus constructores, este tipo de vivienda permite reducir hasta 75% las necesidades de calefacción y refrigeración, con el ahorro que esto supone para las familias.
Vamos con una tercera experiencia también novedosa que en este caso tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas mayores que viven solas. Gracias a un acuerdo de colaboración entre la empresa pública Vipasa y Cruz Roja, 150 mayores que viven repartidos en los concejos de Gijón, Mieres, Oviedo, Llanes, Avilés y Langreo, disfrutan de un diseño de vivienda inteligente que les permite estar más seguros en sus casas. Gracias a una serie de sensores colocados en distintas estancias de la vivienda se puede detectar cualquier situación incómoda, anómala o prever accidentes sin necesidad de pulsar ningún botón. Los sensores lanzan un aviso automático al centro de atención de Cruz Roja que en tiempo real pueden verificar qué ocurre y movilizar -si hiciera falta- a los Servicios de emergencia o algún familiar. Este diseño de teleasistencia está teniendo tanto éxito que muchas personas de forma privada se están poniendo en contacto con Cruz Roja para instalarlo en sus domicilios.
Los cambios sociales y demográficos están impulsando la llegada de nuevas formas de habitar, de relacionarnos entre nosotros y con la naturaleza. Creemos que la vivienda necesita una revolución hacia modelos más sociales que protejan mejor el derecho de las personas a vivir como realmente decidan, con total autonomía e independencia. Somos conscientes de que quedan muchas cosas por hacer, pero también nos parece importante poner en valor pasos que ya se están dando en este sentido en Asturias.