Tras lograr ser campeón del mundo de cálculo mental en siete ocasiones y batir catorce Récord Guinness, ahora Alberto Coto está entregado en contagiar su pasión por las matemáticas y los números a escolares de todo el mundo. Su dedicación le ha valido un Premio Gusi de la Paz, galardón conocido como el Nobel asiático, que recogerá el próximo mes de noviembre en Filipinas.
El asturiano del Valle del Nalón dio el campanazo en 1998 en un concurso televisivo realizando un difícil cálculo mental y desde entonces, el langreano no ha dejado de cosechar récords y títulos. Pero ahora, este asesor fiscal y contable de profesión dedica toda su energía a la Plataforma Agilidad y Cálculo Mental Alberto Coto, un proyecto en el que participan más de 23.000 jóvenes de todo el mundo. Reconvertido a viajero empedernido, está logrando convertir las matemáticas y el cálculo mental en aliados de los estudiantes mediante la organización de Olimpiadas y campeonatos de cálculo online. Gracias a su iniciativa, los alumnos no solo descubren la belleza de este sector, sino que experimenten un crecimiento en su inteligencia intrapersonal.
El calculista de Lada, que ha participado en varias campañas de prevención de la ludopatía y ha publicado varios libros de divulgación de las matemáticas y el entrenamiento mental, es ya todo un referente para escolares de medio mundo. Y próximamente todos ellos podrán ver cómo su ídolo recoge en Manila uno de los premios de mayor calado internacional.
-La Fundación Premio Internacional de la Paz Gusi te va a conceder un súper galardón en Manila, ¡vaya experiencia! ¿Cómo comenzó toda esta historia?
-Sí, es un puntazo, la verdad. Hace poco más de un año estuve en Arabia Saudita, en Yeda, y ahí conocí a Muhammad Al Juhani, un jeque de Arabia Saudita que preside los Gusi Prize que se entregan en Filipinas, y entonces vio a lo que me dedico, conoció mi currículum y la potencialidad de la plataforma que estoy trabajando y me propuso como candidato. En noviembre me invitó a ir a la entrega de premios en Filipinas, y allí in situ pude ver la ceremonia que fue una pasada. Ahí estaba yo entre una princesa de Nepal y un magnate del petróleo de Nigeria al que premiaron. Y hace un par de meses, en Egipto, el embajador Barry Gusi hizo oficial que me lo daba a mí este año; así que en noviembre estaré recogiendo el premio en el mismo plano.
“Hace un par de meses, en Egipto, el embajador Barry Gusi hizo oficial que me lo daba a mí este año; así que en noviembre estaré recogiendo el premio»
-¿Qué fue lo que valoró el jurado para concedértelo?
-Obviamente se tienen que fijar en el currículum y tienen que ver que estés haciendo una labor en diferentes partes del mundo que encaje con el perfil de los premios. En este caso, en la plataforma de cálculo mental trabajo con estudiantes, con niños; hay también becas para niños con problemas, lo cual eso le da un plus a mi candidatura. Por ejemplo, en Libia, un país que sufrió una guerra civil y que ahora tiene dos gobiernos, la situación sigue siendo complicada, pero está un poco más calmada y ahí tengo un convenio con una cadena de colegios para lanzar el proyecto de matemáticas mentales. Este tipo de historias cuenta a la hora de conceder el premio.
-Háblanos de la plataforma de cálculo mental, tu proyecto estrella.
-La estrené justo después de la pandemia y al ser online, sólo con tener conectividad a Internet cualquier alumno, estudiante o adulto, puede entrenarse en ella. Y aparte del entrenamiento, lo más importante o lo que más está gustando es que tenemos sistemas de competiciones y continuamente hacemos campeonatos, Olimpiadas, etc. Luego, yo visito los lugares para entregar premios a los niños que participan en ellas, se hacen fiestas, se hacen eventos muy chulos y todos reciben su diploma y su medalla. Es una forma también de unir países y continentes, porque en la plataforma compiten, por ejemplo, niños de Bolivia con otros de Siria, Egipto….
“La plataforma de cálculo mental la estrené justo después de la pandemia y al ser online, solo con tener conectividad a Internet cualquier alumno, estudiante o adulto, puede entrenarse en ella”
-Además de mejorar el bienestar de las personas, ¿las matemáticas permiten experimentar en diferentes ámbitos?
-Sí y esa es un poco mi filosofía. Tras mi experiencia de años de dar conferencias, primero recorriendo las cincuenta provincias españolas, yendo a colegios e institutos, y luego visitando países de América latina y otros países, lo que he percibido es que hay, en primer lugar, miedo a las matemáticas. Hay temor a los números y también falta de confianza. Además, las matemáticas, el cálculo y los números se ven como algo difícil y aburrido. Y lo que busco es hacer ver que se puede jugar con ellos, que las matemáticas están absolutamente en todo, que pueden ser bonitas, importantes, y que no solo son algo abstracto, porque al final está todo unido. En torno a los números puedes unir a todo el planeta, porque cualquier persona los va a manejar en cualquier parte del mundo. Y si hay un niño en Camboya, otro en Siria y otro en México que van a estar calculando, haciendo lo mismo que tú, puedes unir culturas y eso es muy importante para mí.
-¿Tus esfuerzos se encaminan a liberar las matemáticas de la etiqueta tradicional que pesa sobre ellas?
-Sí, es lo más importante. La verdad es que a mí me gustan desde pequeñín, pero si algo he descubierto de por qué en general no es así es porque se asocian a exámenes y a una pizarra llena de fórmulas. Sabiendo eso quiero tratar de romper esa línea que separa los números de algo placentero.
“Hay temor a los números y también falta de confianza. Además las matemáticas, el cálculo y los números se ven como algo difícil y aburrido. Y lo que busco es hacer ver que se puede jugar con ellos”
-En la experiencia que estás acumulando ¿has sido testigo de cómo puede transformar la práctica en la plataforma?
-Me encanta esta pregunta, porque para que esto funcione tienes que estar motivado y tener entusiasmo, y yo lo estoy no por el proyecto en sí, sino porque veo los resultados que puede dar y que en algunos casos ya está habiendo. Por ejemplo, tenemos un colegio en Puebla, Méjico, en donde al principio los niños empezaron a trabajar en la plataforma medio en broma y ahora que llevan dos años están enganchados. Todos están compitiendo, jugando, entrenando y no veas lo que han mejorado. La maestra me contó el caso de un niño que era muy tímido y apenas hablaba con nadie, pero se puso a jugar en la plataforma y ha cambiado, ahora es el rey, el más rápido. Al final con todo esto, como en la vida, es una cuestión de actitud, de interés y ganas. El 99% de los niños que entrenan diez o quince minutos al día mejoran y cuando mejoran le pierden el miedo a los números y empiezan a confiar más en sí mismos. Es algo transversal, es muy importante para sus vidas en general.
“En Méjico tienen fobia a los números y las matemáticas, pero como allí es donde tengo más estudiantes, son los mejores y están los primeros en la clasificación”
-Son lecciones de carácter universal, que funcionan en cualquier parte del mundo.
-Claro. A finales de abril estuve en Méjico, hicimos una Olimpiada en Jalisco y fui a entregar los premios. En ese país tienen fobia a los números y las matemáticas, pero como allí es donde tengo más estudiantes, son los mejores y están los primeros en la clasificación. Yo ya les había dicho al principio que eran muy buenos con los números, que el único problema es que no se lo creían y aquí está ahora la prueba y la bandera de Méjico brilla en la Plataforma. Es un país con falta de confianza, los alumnos siempre pensaban ¿cómo vamos a ganar nosotros compitiendo con chinos, japoneses o coreanos? Y claro que ganan, pero hay que creérselo.
-¿Cómo valoras la respuesta de los niños españoles?
-Bueno, es una cuestión de actitud, de ganas, y aunque sí tengo algún instituto que trabaja muy bien y con buenos resultados (como uno en Dos Hermanas, en Sevilla, y otro en Valencia, en Llosa de Ranes), siendo muy sincero hay otros lugares del planeta en los que -seguramente tendrán menos nivel- pero tienen más hambre y eso se nota. Muchas veces la necesidad agudiza el ingenio, y si todo lo has tenido más o menos fácil, o relativamente fácil, tu actitud va a estar normalmente más adormecida. Y bajo mi punto de vista, siempre les insisto en que lo más importante es la actitud con C, no la aptitud.
“la necesidad agudiza el ingenio, y si todo lo has tenido más o menos fácil, o relativamente fácil, tu actitud va a estar normalmente más adormecida. (…) Siempre les insisto a los niños que lo más importante es la actitud con C, no la aptitud”
-¿De verdad que con diez minutos al día ya hay resultados?
-Te voy a responder con un ejemplo real, el de Carlos Humberto, 9 años, del colegio La Providencia en Querétaro, Méjico. La primera vez que hizo las tablas de multiplicar hasta el 12 (en 60 segundos tenía que teclear las tablas lo más rápido que pudiese) atinó cuatro tablas y no se sabía la del 11 ni la del 12, pues ahora, cinco meses después, tiene su récord en 89 tablas.
En la plataforma tenemos un sistema de estadísticas con el que yo me divierto mucho, y en base a los datos, Carlos Humberto dedicaba a la plataforma seis minutos cada día, no hacía más y pasó de 4 a 89 tablas. Imagínate la confianza que cogió el guaje, que ya puede pensar: qué bueno soy, estoy de los primeros en el ranking.
Por eso digo que es una cuestión de actitud, de que alguien al principio te diga: “hay que hacerlo”, porque de primeras cuesta, pero una vez que el alumno agarra el hábito, luego ya lo hace él porque le va gustando. Luego va enganchando y quiere ir a más, es como un juego.
-Llevas al menos un par de años viajando por todo el mundo, ¿cómo se siente uno con una vida de casi nómada? ¿Es bonita y dura a la vez?
-Dices bien, es muy bonita. Cuando empecé a viajar descubrí que me gustaba, viajando se aprende mucho y qué mejor cosa en la vida que intentar aprender. Aprendes de otras culturas, de otros lugares y además mi trabajo es muy agradable en ese sentido; ahora bien, hay otra parte que supone mucho viaje, con muchos aeropuertos y horas de avión y cuando llegas a un sitio eres el centro de atención, y eso también te genera un cierto estrés. Sin lugar a dudas es cansado, por eso cuando vuelvo a Asturias, a Lada, no salgo de casa, solo lo hago para correr.
“Es complicado decir que lo de recoger el premio en noviembre vaya a ser lo más guapo que haya vivido, porque que la calle donde has nacido lleve tu nombre quizás es lo mayor que nunca vaya a tener”
-Pues prepárate para lo que te espera en noviembre. ¿Será lo más especial que hayas vivido?
-Es complicado decir que lo de noviembre vaya a ser lo más guapo que haya vivido, porque que la calle donde has nacido lleve tu nombre quizás es lo mayor que nunca vaya a tener. Con el tiempo te vas acostumbrando a ver el nombre y te parece algo natural, pero es una pasada, aunque desde un punto de vista internacional, sin duda el premio Gusi es un puntazo muy gordo.
-Aunque aquí no sea un premio conocido, en Oriente se le compara con los premios Nobel occidentales.
-Sí, Gemeniano Javier Gusi (1920-1988) fue un héroe filipino durante la ocupación de su país por parte de los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Fue también un filántropo y defensor de los derechos humanos, y su hijo, el Honorable Barry Gusi, es quien creó, junto con el gobierno filipino, estos premios de la Paz. En Oriente son muy importantes y a ellos les gusta decir que son los Nobel asiáticos. Cuando llega el momento toda Manila se llena de cartelones con las fotos de todos los premiados.
“En Oriente estos premios son muy importantes y a ellos les gusta decir que son los Nobel asiáticos. Cuando llega el momento toda Manila se llena de cartelones con las fotos de todos los premiados”
-¿Quién forma el equipo de Alberto Coto?
-La Plataforma la creé yo con los simuladores, pero obviamente tengo un programador informático en el que tengo mucha confianza que va haciendo lo que vamos hablando. Luego te tienes que rodear de socios con un buen perfil, algo básico y fundamental. En Méjico tengo varios, entre ellos una maestra de un colegio que conozco desde hace años y que tiene mucho entusiasmo y ganas, lo que vale más que cualquier otra cosa. Empezó con su colegio trabajando la plataforma y ahora lo ha movido con amigos de otros centros que están también trabajándola.
Luego está Ezzat Hassan, mi socio de El Cairo, que se dedicaba a organizar Olimpiadas de inglés en esta ciudad. Cuando conoció la plataforma me contactó porque le gustó el proyecto. En los países árabes el cálculo mental es muy importante y tienen academias privadas a las que van los niños, que básicamente trabajan el ábaco. No sé si será por su vena comerciante, pero tienen mucha cultura de números, son regiones muy de comercio de calle donde funciona mucho el regateo. Que sus hijos manejen bien el cálculo mental es casi tan importante para los padres como saber leer o escribir.
-El pasado mes de julio, durante tres lluviosos días, miembros de la Fundación estuvieron realizando un documental sobre tu persona y trayectoria ¿Cómo resultó la experiencia?
-Lo disfrutaron igualmente, aunque bajo el paraguas. Para el reportaje estuvimos con Santos González, que fue vicerrector y decano de la Facultad de Matemáticas. Nos llevó a grabar a la Universidad y pudimos conocer la antigua biblioteca que es preciosa. También estuvimos en la escuela de Lada en donde estudié la primaria y allí hablamos con la directora, luego pudieron conocer la calle que lleva mi nombre y con todas estas cosas van a hacer un reportaje que primero moverán en redes sociales y que probablemente también lo emitan en días anteriores al evento de los Gusi y el día de la entrega del premio.
“No sé si será por su vena comerciante, pero en los países árabes tienen mucha cultura de números (…). Que sus hijos manejen bien el cálculo mental es casi tan importante para los padres como saber leer o escribir”
-¿Te sientes preparado para la experiencia?
-Sí, porque ten en cuenta que no es algo que ocurre de repente. Yo, de crío, siempre fui muy introvertido y lo primero que hice fue ir al programa de TVE Qué apostamos, un viernes noche del año 98, rodeado de cámaras y focos y con Ramón García y Cher participando como una de las invitadas. Nunca había estado en televisión ni en nada parecido, y ahí estaba haciendo una prueba de cálculo mental en directo, con todo el pueblo viéndome. Lo pasé mal, estaba rígido y tenso, pero conseguí la prueba y, aunque a lo bestia, quedé vacunado. A partir de ahí ya estuve en muchos saraos, porque hace ya muchos años que batí el primer récord Guinness, y ahora ya no tengo problema.
-El mundo matemático y el cálculo mental han sido una pasión que desde niño te ha acompañado y ha ido incrementándose. Ahora que estás volcado en llevar este conocimiento a los demás, ¿cómo permanece ese mundo dentro de ti?
-Yo creo que son etapas, y ahora mismo estoy en una en la que mi foco es la plataforma con todas las implicaciones que tiene. El otro día una chiquita en un colegio me preguntó si yo era TOC (Trastorno obsesivo compulsivo), ¡vaya pregunta que me hizo la niña! Y aunque no soy TOC sí tengo algo de esto, porque cuando se me mete algo en la cabeza me enfoco ahí y voy a por ello. Y ahora mismo no tengo otro pensamiento que no sea la plataforma. Ahora bien, dentro de este proyecto hay muchas ramificaciones, está el viajar, el ver cómo los niños mejoran y cómo les gusta lo que hacemos… y hay tiempos para hacer otras cosas, por ejemplo, en diciembre estuve en Tailandia y aproveché el viaje para correr el maratón de Chamai, así que al final todo es un pack. Hay momentos muy bonitos, como cuando en un pueblo cercano a El Cairo te reciben con música, y un niño de cinco años quiere hacerse una foto contigo porque cada vez que entra en la plataforma ve mi cara, así que verte luego en persona les hace mucha ilusión.
“de crío, siempre fui muy introvertido y lo primero que hice fue ir al programa de TVE Qué apostamos, un viernes noche del año 98 (…). Lo pasé mal, estaba rígido y tenso, pero conseguí la prueba y, aunque a lo bestia, quedé vacunado”
-¿Cómo se siente uno sabiéndose un referente para todos estos niños?
-A mí me encanta. Cuando iba a los campeonatos y ganaba yo las medallas era muy bonito para el ego, pero al final había mucha presión porque tenía que competir, y ahora mismo es superbonito, porque sólo tengo que estar presente y ver cómo se ilusionan los demás.
-¿A Asturias vienes de vez en cuando a recobrar fuerzas?
-Aquí hago el off, aunque siempre estoy controlando porque continuamente hay temas de trabajo, pero en cierta medida aquí desconecto. Y hago mi rutina positiva, que es muy tranquila.
-A una mente tan habituada a la matemática como la tuya ¿es necesario aportarle otras disciplinas que aporten un equilibrio?
-Sí, de hecho, tengo aquí dos libros que acabo de terminar. Uno, El proceso de Kafka, y otro que me costó entender, El ruido y la furia de William Faulkner. No tienen nada que ver con los números.
-¿Resulta difícil dominar una mente como la tuya?
-Pero es necesario, porque cuando tienes una habilidad como esta te desvías hacia un lugar tan concreto y específico que te puede absorber, y uno de los secretos es tratar de no caer en ese plano tan específico porque te puede alejar de la realidad. Hay que tratar de adaptarse de alguna manera, aunque es complicado. Cuando empecé a ir por Hispanoamérica, yo que soy muy cuadriculado, muy racionalista-cartesiano y puntual hasta lo milimetrado, me decía mí mismo ante el contraste de cómo vivían allí los horarios: “Alberto, esto es un ejercicio supremo para ti, pero o te adaptas o te dedicas a otra cosa”.
“Soy asturiano de pura cepa y veo que tenemos cosas muy positivas y otras que no lo son tanto. Al viajar y conocer otros mundos no puedes ir siempre llevando la bandera de ‘nosotros somos lo mejor y lo demás es inferior’”
-Aunque contraste, debe ser buenísimo encontrarse con cosas diferentes.
-Es duro en algunos momentos, todo un arte e intento manejarlo lo mejor que puedo, pero creo que para mí es un ejercicio muy sano por la manera en la que soy. El hecho de viajar, por ejemplo, me ha implicado muchísimas cosas porque conoces culturas muy distintas. En uno de los últimos viajes estuve por Tailandia y luego en Arabia Saudita y es tan brutal el cambio de forma de ser, de vivir, que el tratar de intentar entenderlo todo y de adaptarse lo más posible es interesante desde el punto de vista personal.
-¿Este tipo de experiencias varían tu perspectiva al regresar a Asturias?
-No te imaginas cuánto, yo soy asturiano de pura cepa y veo que tenemos cosas muy positivas y otras que no lo son tanto. Al viajar y conocer otros mundos no puedes ir siempre llevando la bandera de ‘nosotros somos lo mejor y lo demás es inferior’. Hay que intentar aprender de los demás y ver lo que se podría mejorar aquí, porque esa perspectiva sólo te la da la posibilidad de ver otras realidades, otros mundos. Es como el mito de la caverna de Platón, si no sales de la caverna y si cuando lo haces no te quieres abrir porque crees que lo tuyo es lo mejor, vas a tener una visión totalmente sesgada de la realidad. No es negativo quererte mucho, pero tienes que abrirte a otras posibilidades e intentar hacer autocrítica dentro de ti mismo, porque si no no mejoras.
Una mirada internacional al calculista
Ezzat Hassan, representante de la Fundación Gusi en Oriente
El Dr. Ezzat Hassan, socio de Alberto Coto y representante de la Fundación Gusi en Oriente, fue uno de los integrantes del equipo desplazado a Asturias para realizar un reportaje documental sobre el personaje de Alberto Coto y su entorno natal. A su regreso, compartió con nosotras las sensaciones experimentadas en esos días.
-¿Cómo valora la reciente experiencia en Asturias?
-De hecho, es un honor para nosotros conocer a Alberto Coto, el famoso matemático e icono del cálculo mental en todo el mundo. Esta fue una de las razones más importantes de su nominación al Premio Internacional de la Paz Gusi. Visitamos Asturias para ver el entorno real donde Alberto vivió y se educó, para descubrir el entorno que lo rodeaba y los elementos que ayudaron en la creación de este campeón. Pasamos todos estos días en su pueblo, su universidad, su colegio y su casa, fue realmente genial saber dónde pasó Alberto cada uno de sus ciclos de vida.
-¿Qué le gustaría transmitir con el reportaje efectuado?
-La paz y la naturaleza fueron las cosas más importantes que queremos reflejar sobre Alberto y el lugar donde vivió. Este, creo, es el factor más importante que afectó a su carácter y personalidad.
Barry Gusi, presidente de la Fundación Premio Internacional de la Paz Gusi
El Honorable Barry Gusi, embajador y presidente de la Fundación Premio Internacional de la Paz Gusi es otra de las personas que han confiado en el asturiano para concederle el galardón. La organización que preside tiene como objetivo reconocer a personas o grupos de todo el mundo que se hayan distinguido como modelos excepcionales para la sociedad o hayan contribuido a promover la paz y el respeto a la dignidad de la vida humana.
-¿Qué ha visto en Alberto Coto la Fundación para otorgarle el galardón?
-Alberto Coto es un genio matemático mundial. Su entrega a la divulgación matemática está inspirando a las jóvenes generaciones de hoy en día.
-¿Qué significa para usted poder celebrar una nueva edición de un premio que honra su legado familiar, y al mismo tiempo es portavoz de la paz y los derechos humanos?
-El mundo necesita paz y triunfadores. Le dimos reconocimiento a este tipo de personas a través del premio Gusi Peace Prize para poder hacer de este mundo un lugar mejor para toda la humanidad.