Es forofa hasta la médula. Y también es una joven periodista, licenciada en la Universidad de Wolverhampton (Inglaterra), que dedicó su tesis de fin de carrera a un estudio sobre el poder de la comunicación y el marketing en un club de fútbol: su club de fútbol. De ahí nace “Idioma Sportinguista”, un análisis sobre lo que ha dado en llamar el idioma rojiblanco.
El Real Sporting de Gijón, el “Matagigantes” tiene la imagen de un equipo modesto pero grande. Una imagen que el aficionado lleva muy a gala, pero que también ha sido construida mediante una ingente labor de relaciones públicas. Estefanía Suárez-Otero recoge en su libro todo este trabajo. Un libro que destila pasión por el fútbol, presentando a la vez un análisis lúcido y muchas veces sorprendente sobre el trabajo de despacho y sus repercusiones en el campo.
-¿Hay que ser una rojiblanca para escribir un libro como éste?
-Sí, hay que ser sportinguista y tiene que gustarte el fútbol. Pero aunque yo haya centrado este libro en el Sporting, realmente lo que quería mostrar es que detrás de un club, de cualquiera, tanto español como internacional, existe una faceta muy importante, que es el trabajo de los gabinetes de comunicación y el jefe de prensa. Para leer este libro tiene que gustarte el fútbol, como deporte y como negocio.
-Cada club de fútbol tiene un carácter particular. ¿Cómo es el idioma sportinguista?
-El título del libro es un juego de palabras: hablamos de comunicación, y hablamos en un idioma, que es el del Sporting. Y lo hacemos así porque la gente de fuera, socios y no socios, tienen una comunicación muy directa con el club, hay canales de comunicación muy abiertos entre unos y otros. Los sportinguistas estamos muy involucrados con el club, y lo bueno es que éste nos escucha, y ha demostrado con varios actos que nuestras opiniones y propuestas son atendidas. Así que hay un idioma: se habla en rojiblanco.
“Para leer este libro tiene que gustarte el fútbol, como deporte y como negocio”
-¿Es tan importante la comunicación en las sociedades deportivas?
-Es muy importante, casi una clave para la buena marcha del club. Primero porque el jefe de prensa del Sporting, “Leli” Rubiera, es el principal nexo de unión entre los periodistas, los profesionales de la comunicación, y el club, tanto para hablar con el entrenador y los jugadores como con el equipo directivo. Todo pasa por sus manos: las ruedas de prensa, las entrevistas, los comunicados. Sí él no estuviera ahí, supongo que sería como antes y los periodistas se amontonarían en los pasillos de El Molinón para ir a la caza de los jugadores o de cualquier director deportivo.
Y por último, la faceta que yo creo más importante es la creación de canales de comunicación entre el club y los socios: a través de la página web, de Radio Sporting, que esta temporada ya no está, o de los periódicos o fanzines que se distribuyen gratuitamente en El Molinón. Hablando como sportinguista, te hace sentir importante: el club te trata de tú a tú, te envía una carta con nombres y apellidos. Eso sin un jefe de prensa seguramente no estaría. Y no sólo pasa en el Sporting, sino en todos los clubes, que crean así una fidelidad.
-En el juego de la comunicación, los partidos hay que ganarlos dentro y fuera del estadio. ¿Hasta qué punto son empresas los clubes de fútbol?
-Por un lado tenemos el Sporting como empresa, y por otro el Sporting como sentimiento. La empresa está ahí, porque el club maneja su merchandising, hay que pagar a los jugadores, hay que cuidar el césped, hay que limpiar los vestuarios, desde el primero hasta el último de los trabajadores del club tienen que cobrar por ello; y para todo eso se necesitan unos ingresos. Como sentimiento, el Sporting es un club histórico en España, ya tiene ciento cuatro años. La sociedad está muy involucrada con él, la ciudad entera de Gijón, hasta hace poco el Sporting era una entidad del propio ayuntamiento, y El Molinón por ejemplo es un estadio municipal.
El club ha tenido muchos detalles con su afición, y también al revés. Es una respuesta del propio aficionado: yo te doy y tú me das. El fútbol es sentimiento y estamos muy involucrados.
“Al verdaderamente sportinguista no le importa que aquí juegue Cristiano Ronaldo: le importa que su club se enfrente a un Real Madrid y le plante cara. Es medirse contra equipos grandes y volver a decir: el Sporting está aquí, señores”
-El ascenso del Sporting a Primera supone para el aficionado mucho más que el simple hecho de jugar en una categoría superior.
-Hay mucho más, porque son doce años en Segunda División. Yo apenas me acordaba del Sporting en Primera, aunque sí iba al estadio. El orgullo es volver a la clasificación del fútbol español, volver a sonar en los informativos internacionales.
Al verdaderamente sportinguista no le importa que aquí juegue Cristiano Ronaldo: le importa que su club se enfrente a un Real Madrid y le plante cara, que juegue contra un Mallorca metiéndole cuatro goles, que empate contra un Valencia. Es medirse contra equipos grandes y volver a decir: el Sporting está aquí, señores.
-¿Cómo ves al equipo en esta temporada?
-Nos está dando muchas sorpresas. Lo veo bien, más tranquilo, porque en la anterior temporada, con la vuelta a Primera División, teníamos que medirnos. Nos costó mucho ascender, hubo muy pocos cambios en plantilla, y siempre nos manejaban como candidatos al descenso. Este año estamos mejor, no veo tantos huecos en defensa como el año pasado y en portería también, así que creo que vamos a pasar una temporada un poquitín más tranquila, y digo un poquitín porque el Sporting nunca nos garantiza tranquilidad. Siempre digo en plan de gracia que si no sufrimos no somos del Sporting. Yo lo prefiero así: es muy fácil ser de un Real Madrid o de un Barcelona, pero a mí no me motiva ir siempre a un estadio para ganar. Qué más quisiera, por otra parte, pero prefiero tener esos nervios en el estómago, siempre sin saber qué va a pasar, y estallar con el gol como todo el equipo.
“Los sportinguistas estamos muy involucrados con el club, y lo bueno es que éste nos escucha, y ha demostrado con varios actos que nuestras opiniones y propuestas son atendidas”
-Enrique Castro “Quini” se ha convertido en la imagen pública del Sporting. ¿Crees que Villa podría llegar a simbolizar lo mismo?
-Es muy difícil llegar a ser lo que es Quini hoy, porque ha sido siete veces “pichichi” con la selección española. Es verdad que Quini se fue al Barcelona, y que nos ganó un partido, pero nunca rehusó al Sporting. Villa tampoco, y el Valencia este año nos marcó goles y no los celebró, realmente es sportinguista. Sin embargo, todo tiene que ir con los tiempos, espero que cuando Villa se retire, el Sporting no necesite tanto de un emblema como Quini, para llamar la atención de los medios de comunicación o de otras personas ajenas al club. Quini es un ídolo sportinguista, pero también es un ídolo en el Barça y en España. ¿Villa puede ser igual? Ojalá sea así, pero no lo sé. Tendremos que darle tiempo, porque yo creo que le queda mucho por lograr todavía.
-¿Qué supone este libro dentro del ámbito sportinguista?
-No hace un año que ha salido a la calle y casi toda la edición está vendida, así que la respuesta me ha sorprendido, yo creo que va muy bien. Además hay otro detalle: el Sporting es el único club de España que tiene un libro editado sobre la comunicación en sus entrañas, y soy la primera mujer que escribe sobre el Sporting en toda la historia del club. Entonces puede que esas dos claves, que ha destacado también la prensa en sus diferentes entrevistas, hayan ayudado a que la gente se anime más a comprar este Idioma Sportinguista. Que no es un libro sobre la historia del Sporting, solamente es un libro de actualidad, pero gente que lo lee se sorprende con cosas que no sabía. La gente me dice “ahora conozco más el club”, y ésa es la respuesta que me gusta.